viernes, 20 de enero de 2012

Reduán o Ridwan, musulmán primer manchego en crear una Universidad

En efecto, según cuenta Ibn Al-Kattib o Jatib en su Al Ihata fi ajbar GarnataAbu-l-Nu‘aym Ridwan ibn ‘Abd Allah alNaSri nació en Calzada de Calatrava, de donde fue secuestrado niño en una de las razzias de los musulmanes granadinos, y fue llevado como esclavo a formar parte de la servidumbre palatina de Isma'il o Ismael I cuando ascendió al trono en 1314. 

Abjuró la fe cristiana y fue educado en la disciplina coránica y llegó tan alto en el escalafón de la milicia y de la jurisprudencia islámica que terminó siendo preceptor de Mohamed IV, rey de Granada, ascendiendo luego a general, hayib (alto chambelán o camarlengo, especie de primer ministro) en 1329 y visir (1330). En tiempos de Alfonso XI, atacó a castellanos y catalano aragoneses, sitió y conquistó Gibraltar, vigiló las fronteras del Este y construyó una nueva muralla en el Albaicín de Granada en 1338 (con ayuda de muchos esclavos cristianos como obreros, que dejaron numerosos graffiti), pero también la primera madraza pública o escuela de derecho coránico (actual Casa del Cabildo o Cabildo Viejo de Granada), en  realidad una "Universidad" (en el mundo árabe no eran corporativas y daban una enseñanza muy individualizada) donde se estudiaban al nivel máximo distintas materias, desde Gramática hasta Filosofía, Matemáticas, Ciencias y Literatura,  y una nueva alhóndiga (algo así como un pósito de trigo), conocida en la actualidad como Corral del carbón, entre otras obras públicas para las que utilizó mano de obra esclava cristiana, siendo él mismo cristiano renegado de niño. 

Tengo que advertir que no se trata del Reduán que aparece en los romances fronterizos del rey Chico Boabdil; es un siglo anterior, aunque es casi seguro que el Reduán del romance era Reduán Benegas o Venegas, uno de sus descendientes; el dicho romance es este:

—Reduán, bien se te acuerda
que me diste la palabra
que me darías a Jaén
en una noche ganada.
    Reduán, si tú lo cumples,
daréte paga doblada,
y si tú no lo cumplieres,
desterrarte he de Granada;
    echarte he en una frontera,
do no goces de tu dama.
Reduán le respondía
sin demudarse la cara:
    -Si lo dije, no me acuerdo,
mas cumpliré mi palabra
Reduán pide mil hombres,
el rey cinco mil le daba.
    Por esa puerta de Elvira
sale muy gran cabalgada.
¡Cuánto del hidalgo moro!
¡Cuánta de la yegua baya!
    ¡Cuánta de la lanza en puño!
¡Cuánta de la adarga blanca!
¡Cuánta de marlota verde!
¡Cuánta aljuba de escarlata!
    ¡Cuánta pluma y gentileza!
¡Cuánto capellar de grana!
¡Cuánto bayo borceguí!
¡Cuánto lazo que le esmalta!
    ¡Cuánta de la espuela de oro!
¡Cuánta estribera de plata!
Toda es gente valerosa
y experta para batalla:
    en medio de todos ellos
va el rey Chico de Granada.
Míranlo las damas moras
de las torres del Alhambra.
    La reina mora, su madre,
de esta manera le habla:
-Alá te guarde, mi hijo,
Mahoma vaya en tu guarda,
    y te vuelva de Jaén
libre, sano y con ventaja,
y te dé paz con tu tío,
señor de Guadix y Baza.


Reduán o Ridwan estuvo exiliado en Tremecén (desde una fecha posterior a junio 1328 /rayab 728), cuando Ibn al-Mahruq le conmuta su pena de cárcel por su destierro, allí estaría unos meses hasta que Mohamed IV recupera el poder y le  pide que vuelva, (hecho que se daría hacia el  6 noviembre del 1328/ 2 de muharram 729), y luego, el 17 de septiembre de 1332/ 24 de ∂ul-hiyya 732, marchó a Fez junto a Muhammad  IV para gestionar una alianza con los meriníes, entonces dirigidos por Abu-l-Hasan ‘Ali, frente a los castellanos. Al morir asesinado Mohamed IV, su hermano y nuevo rey Yusuf I, de quince años, lo reconfirmó en sus cargos y aún le dio más poder, ya que Reduán actuó como Regente. Un corto tiempo cayó en desgracia, pero volvió con idéntica estrella.

Entre sus muchas obras públicas dotó de agua al barrio de Mawrur, ordenó levantar la imponente cerca del arrabal del Albaicín y además se preocupó de reforzar las fronteras mandando levantar una cuarentena de torres atalayas o almenaras que controlasen el acceso de los catalanoaragoneses al reino por el Occidente, desde Vera a los alfoces occidentales. 

Se retiró de la política siendo muy popular, y volvió a acaudillar el ejército nazarí en 1348. Al año siguiente levantó la Madraza pública. Al advenir al trono Mohamed V en 1354, asumió otra vez los cargos de general y visir por tercera vez, y el 23 de agosto de 1359 (28 de Ramadan 760), fue acuchillado por  unos sicarios mandados por el rebelde Abu Sa‘id, futuro Mohamed VI el Bermejo, en una conjura contra Mohamed V que no pudo desbaratar.

Reduán tuvo un hijo, Abul Naym, muy riguroso y colérico como juez, que fue visir después que Abul Isac Ben Adelar, pero fue pronto destituido por su excesivo rigor. Al Kattib escribe sobre su fundación de la Madraza:

Fundó la madraza de Granada, donde aún no existía, le asignó rentas, estableció en ella celdas provechosas [a los estudiantes] y nadie le aventajó en favorecerla; llegó a ser única por su esplendor, encanto, elegancia y grandeza y condujo a ella agua abundante del río haciendo que su riego sobre ella fuese permanente

Una inscripción árabe cúfica en la Madraza, la única que se ha conservado bien, dice así

Mandó alzar esta casa del saber, que Dios vuelva mansión de equidad y luz y haga perdurar por los tiempos para las ciencias religiosas, el emir de los musulmanes ¡protéjalo Dios con su ayuda!, el elevado, célebre, noble, afortunado, puro, alto, magnánimo sultán asistido por Dios Abu l-Hayyay Yusuf, hijo del elevado, noble, grande, excelso, justo, santificado y muy acepto emir de los creyentes y defensor de la fe Abul-Walid Isma‘il b. Faray b. NaSr ¡que Dios le recompense por el Islam sus virtuosas acciones y elevadas hazañas de guerra santa! Se terminó en el mes de muharram del año 750 [22 de marzo - 20 abril 1349] 


Conocemos las materias impartidas en la madraza granadina por las especialidades en que cada profesor era competente, extrapolando además los datos disponibles con los de otras madrazas. Por supuesto, la materia central era el estudio del Corán y sus comentarios (tafsir), los hadices y el fiqh. No obstante, había otras materias secundarias auxiliares como el estudio de la lengua árabe, al-nahw (Gramática) y Literatura. Hay constancia también de que se enseñó en la madraza Medicina, Geometría, Lógica, Mecánica y Astronomía. Ibn alJatib en su Ihata ofrece los nombres de sus profesores, que fueron muy reputados, hasta el punto de que se convirtió en un centro cultural de referencia para todo el Islam; entre ellos estaban: 

Abu ‘Abd Allah Muhammad b. Muhammad b.Muharib al-ßarihi al-Malaqi alias Ibn al-Yays (Ihata III, 78-79, Nayl, 249) (m.1349), 

Abu ‘Abd Allah  b. Ibrahim b. Muhammad al-Sayyari al-Bayyani (m.1352) especializado en jurisprudencia, lengua árabe, derecho de sucesiones (Dibay II, 276-277, al-Durar III 382, nº 3308)

Abu Zakariya Yahyà b. Ahmad b. Hu∂ayl al-Tuyibi, que fue maestro de Ibn al-Jatib y era experto en principios del derecho, derecho de sucesiones y medicina) (Ihata IV, 390-401).

Abu ‘Abd Allah Muhammad b. ‘Ali b. Ahmad al-Jawlani conocido como Ibn al-Fajjar y al-Ilbiri (experto en Gramática árabe, jurisprudencia, métrica y  tafsir  (Ihata  III, 35-38, Nafh  V, 383)

Abu Muhammad b. ‘Abd Allah b. Abi-l-Qasim b. Yuzayy al-Kalbi (lengua árabe y modismos)  (Ihata III, 392-399, al-Katiba, 96 y 99, Hadiyyat, 160)

Abu ‘Ali ManSur b. ‘Ali b. ‘Abd Allah al-Zawawi (ramas del derecho y el tafsir) (Ihata III, 324-325 y 330 y Nayl, 345-346)

Abu Sa‘id Faray b. Qasim b. Ahmad b. Lubb al-Ta‘labi (Ihata IV, 253-254,  Nafh V, 511, Nayl,  219, Nafir, 186-196)

Abu‘Abd Allah Muhammad b. Ahmad b. Muhammad b. Abi Bakr b. Marzuq al-‘Ayisi enseña desde el 1352 lecturas coránicas y mística Ibn Zamrak fue alumno suyo (Ihata III, 103-105, Nayl, 267-269, Nafh V, 412-413.).

Y ya del siglo XV, Ibrahim b.Muhammad b. Fatuh al-‘Uqayli (Ibn Fatuh) que fue un destacado muftí (Nayl, 53-54.)

Bibliografía


Bilal J.J. Sarr Marroco y Luca Mattei, "La Madraza Yusufiyya en época andalusí: un diálogo entre las fuentes árabes escritas y arqueológicas", en Arqueología y Territorio Medieval 16, 2009, pp.  53-74. 


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