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domingo, 14 de abril de 2024

Escribir la oralidad

Juárez Casanova y Noelia Ramírez, "Escribir como se habla: así es la nueva tendencia en la literatura española", en Babelia, 23 de abril de 2023:

Oralidad deliberada, anarquía ortográfica y bilingüismo sin complejos. Del éxito de Andrea Abreu al debut de Greta García, una nueva hornada de autores revienta el canon en sus ficciones

“En mi vida he tenío tres grandes aspiraciones: ser bailarina, matar a gente y tener un ano enorme donde metérmelo to”, piensa Pili, la protagonista de Solo quería bailar (Tránsito), el debut de Greta García (Sevilla, 1992), desde su celda en Alcalá de Guadaíra. “No hay mejor disfraz que una buena corbata, diu el meu pare, i com que jo ni pintallavis ni talons, potser se’m veu el llautó de tarada que xiscla, acarnissada, RAJOY, I HATE YOU MARICÓN”, reflexiona en la misma frase Alba, la apática heroína barcelonesa de Consum preferent (Anagrama), primera novela de Andrea Genovart (Barcelona, 1993), combinando castellano, catalán e inglés.

A Aída, la pequeña tinerfeña sobre la que orbita la narración en tercera persona de Leche condensada (Caballo de Troya) —”La única niña que no chinga a los niños con lo último de la Coca Cola que queda enjediondada”—, le gustan los Pokémon tipo agua y sabe, porque se lo dijo la pediatra, que “no se puede huir de la ansiedad, solo afrontarla”, como relata su autora, Aida González Rossi (Santa Cruz de Tenerife, 1995). “Puedo compartir todo contigo mi cuchilla mi desodorante mi dinero si lo necesitas (no hay prisa por devolverlo) pero sé con certeza que no he querido hablar de lo importante que no he querido resolver mis dudas por minúsculas que fueran te masturbarías conmigo mirándote?”, escribe Luis Díaz (Alcalá de Henares, 1994) en Los bloques naranjas (Caballo de Troya), descodificando las señales camufladas en la homosocialización masculina de barrio.

"Da la impresión de que escribimos como hablamos, pero todo es técnica”, Andrea Genovart

Los libros citados tienen muchos rasgos en común. No usan comas ni puntos ni mayúsculas, adoptan la lengua oral como modelo y toman prestadas expresiones en otras lenguas, ya sean cooficiales o extranjeras, de manera desacomplejada. Todos están firmados por debutantes que han asaltado las librerías con pocos meses de diferencia con una prosa frenética, caleidoscópica, anárquica y (estudiadamente) espontánea. Esta nueva hornada de autoras y autores sin aparente nexo común ha vomitado novelas que parecen escritas sin coger aire, con la voluntad de reventar el canon y una ortografía disidente, situada al margen de las reglas de la RAE. No se trata, en realidad, de un fenómeno estrictamente nuevo. “Respecto a las reglas, una vez aprendidas, procuro olvidarme”, escribió Montserrat Roig contra la “hipocresía lingüística” de un panorama que “encerraba a las palabras sin dejarlas volar” unos pocos años antes de que todos estos autores nacieran. Más de tres décadas después, los recién llegados ya no temen alejarse de la pureza léxica en sus textos, de manera mucho más tímida que sus predecesores.

ALBERT GARCÍA

En los últimos años, autores de otras generaciones ya han experimentado con la palabra hablada en sus libros. Por ejemplo, Fernando Aramburu con los verbos conjugados a la donostiarra en Patria o la reciente Hijos de la fábula, Carlos Zanón con las expresiones barcelonesas en ­Taxi y, de una manera distinta, Cristina Morales al deconstruir los usos orales del lenguaje políticamente correcto en Lectura fácil. Pero estos debutantes van más allá y derrocan barreras invisibles a sus ojos.

Están las que, como Greta García, afirman “no haber tenido apuro ninguno” al abrazarse al Êttandâ Pal Andalûh (EPA), la ortografía no oficial del castellano creada en 2018 por el colectivo del mismo nombre para adaptarse a los dialectos andaluces, un estilo al que se acogen otros artistas como Alberto Cortés en sus textos para el teatro. García empezó aplicando la EPA únicamente a los diálogos, pero decidió ampliar su uso a todo el texto de Solo quería bailar. Su idea consistía en “aportar más teatralidad, cadencia y un palabrerío sevillano” a esta tragicomedia de una bailarina con la sensación de ser la más mediocre y de haberse tragado “toíta la mierda como una buena garganta profunda” al verse condenada a 30 años de prisión por atentar contra una oficina de Hacienda.

La sevillana confiesa estar leyendo en estos momentos Leche condensada, el debut en novela de la también poeta Aida González Rossi. En el libro, la escritora retuerce el dialecto tinerfeño “porque el lenguaje es tan rico y manejable como un bote de plastilina”. Y defiende haberse grabado a fuego la norma de Elena Ferrante sobre el hecho de tener una estructura clara del texto para después embarullarlo. “Lo mío es darme una habitación propia para proceder a destrozarla”, cuenta al otro lado del teléfono.

CLAUDIO ÁLVAREZ

Orgullosa de que se la compare con Panza de burro —la novela de Andrea Abreu sobre la cultura canaria quinqui de los dos mil que se convirtió en un fenómeno editorial, se tradujo a múltiples idiomas y descubrió a los peninsulares qué significaba “estregarse” o tener una “amiga jarrapa”—, la de García Rossi es la primera novela de la etapa de Sabina Urraca como editora invitada del sello Caballo de Troya. En su programación para este año, Urraca también ha seleccionado el texto sin comas ni puntos de Luis Díaz y otro repleto de laísmos y leísmos que narra María José Hasta (Huesca, 1989) en Se te oscurece el pelo, que saldrá a la venta en mayo. Y que se lee, como defiende su autora, “como si escucharas una tonadilla y afinaras el oído para entender la letra”.

"Los fascistas del lenguaje están alrededor, pero también en nosotras mismas” Sabina Urraca

Para Urraca, limitarse a las reglas que dicta el canon da más asfixia que alivio. Todavía recuerda cuánto lloró al ver su primer texto impreso a sus 25 años, cuando una revista literaria publicó un cuento suyo que simulaba un chat de personas que hablaban sobre mascotas y que estaba escrito respetando la jerga del canal, con expresiones diversas y faltas de ortografía. “Me lo corrigieron todo. Me lo tradujeron al español de la RAE. A veces siento que con mi labor editorial de buscar y editar a personas que escriben libremente, que usan el lenguaje como juego y disfrute, y no como cárcel a la que adaptarse, estoy vengando esa faena horrible que me hicieron hace años”, reconoce.

La editora asegura que estamos rodeados de “fascistas del lenguaje” y que su influjo nos ha llegado a envenenar el cuerpo. “Hay que tener cuidado, porque está alrededor, pero también en nosotras mismas: está en la creencia, más arraigada de lo que pueda pensarse, de que el español de España —que yo me pregunto cuál es ese español, habiendo como hay tantas variantes del lenguaje en España, una por cada persona— es la verdad suprema, el kilómetro cero de las lenguas”, denuncia Urraca.

Sus protegidos no tienen miedo al sistema. “Somos una generación socializada por internet. Aunque nos haya podido influir en la forma de escribir, en mi caso necesitaba sacar el barullo de la ciudad como espacio: escribir con la sensación de que sale todo de golpe, como si abrieras un grifo y no pudieras cerrarlo”, apunta Luis Díaz, que reescribió Los bloques naranjas “hasta la extenuación”, pese a la aparente despreocupación que puede desprender el hecho de no haber incluido signos de puntuación.

ÁLEX DE LA TORRE

Andrea Genovart coincide con Díaz en la voluntad de trasladar la vorágine de toda gran urbe a sus páginas gracias al ritmo en la escritura. La catalana llega a dedicar 16 líneas a repetir la palabra “subnoRRRmals” sin descanso en Consum preferent, ganadora de los 12.000 euros del Premio Llibres Anagrama de Novel·la, que se traducirá en otoño al castellano. Genovart asegura que su novela, inspirada por Georges Perec por sus experimentos formales y también por su mirada como espectador de la ciudad moderna, es obsesiva con un estilo que parece caótico, pero es metódica hasta la obsesión. “La espontaneidad se trabaja. Tuve claro el estilo antes que la trama: este no podía ser un relato único, convencional y no interferido. Hoy en día, tenemos que atender a múltiples realidades (personales y externas, digitales y analógicas) que nos aturden con estímulos contradictorios con los que intentamos conciliar. Por eso da esa impresión de que está escrito tal como se habla, pero en realidad todo obedece a una técnica de escritura y reescritura continua”, asegura Genovart.

No todo el mundo es capaz de entenderlo así. Horas después de hacer estas declaraciones, Genovart fue tan acosada por su estilo inhabitual y su mezcla de lenguas que decidió borrar su cuenta en Twitter en plena semana de Sant Jordi. Otro tanto para los puristas de la lengua, esos que defienden, según Urraca, que se ponga en cursiva toda palabra “no escrita en el absurdo canon de la corrección”. “Esa cursiva debilita esa palabra, está indicando que es menos importante e incluso la carga de un humor no consentido”, señala la editora. Ella piensa seguir alerta contra quienes creen que el andaluz es gracioso; el canario, sexi, y el murciano, feo. “El fascismo del lenguaje está en reírse de cualquier acento de Latinoamérica o estereotipar el acento. Y, si me apuras, también hay fascismo del lenguaje en saber mucho inglés, pero ni una palabra en catalán, gallego, euskera o portugués. No es cuestión de estudiar. Es curiosidad, interés por el mundo y por la vida. No me digas que te encanta viajar si, cuando escuchas hablar en catalán, te cierras en banda”. Pero sabe que no está sola: tiene a toda una nueva generación literaria dispuesta a secundarla.

Solo quería bailar , Greta García ,Tránsito, 2023, 200 páginas, 18 euros

Leche condensada,  Aida González Rossi,  Caballo de Troya, 2023, 176 páginas, 15,90 euros

Los bloques naranjas, Luis Díaz,  Caballo de Troya, 2023, 120 páginas, 15,90 euros

Consum preferent, Andrea Genovart, Anagrama, 2023 (en catalán), 192 páginas, 17,90 euros

Se te oscurece el pelo, María José Hasta, Caballo de Troya, 2023, 184 páginas, 15,90 euros.

Las películas y series hablan idiomas, Álex Vicente

Las imágenes también se vuelven bilingües. Igual que la literatura se acerca a la oralidad usando el registro coloquial y la mezcla de idiomas, el cine y las series han emprendido un camino similar para acentuar su naturalismo. En los últimos Goya, tres de las cinco nominadas a mejor película alternaban distintas lenguas: As bestas (castellano y gallego, además de francés), Cinco lobitos (castellano y euskera) y, en menor medida, Alcarràs (catalán y castellano). Reflejaban un fenómeno de fondo en el audiovisual español: un distanciamiento respecto a un monolingüismo que suena impostado cuando una ficción transcurre en Barcelona, Bilbao o Vigo.

La llegada a los cines de 20.000 especies de abejas, que sucede en la zona fronteriza entre Bizkaia y la ciudad vascofrancesa de Bayona, confirma esta tendencia. La directora Estibaliz Urresola decidió mezclar castellano, euskera y francés. “Hacer una película en una sola lengua en este entorno no hubiera tenido sentido. La realidad que describo transita de forma natural de un idioma al otro, incluso dentro de la misma familia, sin que haya problemas de convivencia”, dice Urresola. Además, el uso del vasco era importante en la trama: la gramática del euskera, en la que no se declina el género, se adecuaba a la identidad de su personaje principal, una niña trans a la que muchos siguen tratando como un niño. En castellano, esa ambigüedad desaparecía. “En un mundo cada vez más globalizado, esos detalles aportan valor a las películas y series frente a las narraciones y los discursos hegemónicos”, opina. 

Guillem Clua, dramaturgo y director catalán, es del mismo parecer. Cuando Netflix le encargó adaptar su exitosa obra teatral Smiley, sobre la accidentada historia de amor entre dos gais barceloneses, decidió mezclar castellano y catalán, pese a que la obra original, estrenada en 2012, estuviera escrita solo en la segunda lengua. “Una ficción que tenga lugar en la Barcelona actual tiene que ser bilingüe por fuerza. Las obras que usan solo una de las dos lenguas son legítimas, pero también artificiosas”, dice Clua. Para el director, las plataformas han supuesto “un cambio de paradigma”, por la normalización de los subtítulos y por el gran número de contenidos producidos. “La oferta es tan abundante y está tan segmentada que permite que haya proyectos que no hubieran existido en un modelo enfocado al público generalista, en el que daba miedo cambiar las fórmulas de siempre. Antes se creía que usar las lenguas cooficiales restaba público. Ese cliché está superado”. Recuerda que, en sus comienzos como dialoguista de la serie El cor de la ciutat en TV3, allá por 2005, un personaje castellanoparlante despertó críticas. Pero abrió camino a otras series producidas por la televisión pública, desde Merlí y su continuación, Sapere aude — donde el personaje de María Pujalte hablaba en castellano—, hasta Drama, en las que ambas lenguas se alternan con naturalidad. Lo mismo sucedía en películas como Los días que vendrán, de Carlos Marqués-Marcet, o la reciente Suro, de Mikel Gurrea. 

Dos nuevas series producidas por Filmin apuestan por un modelo parecido. En Autodefensa, un diálogo en castellano es interrumpido por una chica cantando el Virolai, himno dedicado a la Virgen de Montserrat celebérrimo en “la catalana terra”. Y en Selftape, las hermanas Joana y Mireia Vilapuig combinan las dos lenguas sin reparos. “A diferencia de una autonómica, no tenemos ninguna obligación legislativa, ningún mandato político para maximizar el uso de la lengua minoritaria. Eso nos da más libertad para plantear obras en una mezcla de los idiomas que se hablan en España”, señala su director editorial, Jaume Ri­poll. “Cuando recibimos un proyecto, nos da igual que sea en gallego, en euskera, en catalán o en castellano. Lo que nos importa es que cada personaje hable en la lengua que le corresponda”.

sábado, 6 de abril de 2024

Respuestas inatacables y renovación del discurso jurídico

La respuesta que, a diferencia de "no sé nada de eso", nunca puede ser interpretada como testimonio de ser mentiroso es esta: "No tengo nada que decir". Pero la doctrina de la «ignorancia deliberada», de origen anglosajón (willfull blindness), alude a supuestos en que un sujeto se coloca deliberadamente en una situación de «ceguera» a fin de eludir su responsabilidad criminal.

Hay preguntas turbias o capciosas, de doble sentido, un tipo de pregunta que en realidad son dos preguntas (o más) en una. Este tipo de preguntas pueden influir en las respuestas, dando lugar a datos inexactos, pues responder a una sesga la respuesta a  la otra y viceversa, o responder a una olvida a la otra, o hace que la gente se sienta frustrada o confundida y no responda. Por eso esas preguntas deben desglosarse en otras dos. El lenguaje jurídico es con frecuencia ininteligible, hasta el punto de que lo han llamado "legalés" (legalese o gobbledygook). Como afirman Montolío y López, lo dificulta "el uso de palabras comunes (vista, tenedor, actor, etc.) que, por analogía, han desarrollado un significado especializado; esto es lo que Samaniego denomina “vocabulario subtécnico”, junto al frecuente uso -y, en algunos casos, claramente abuso- de una sintaxis que ha sido calificada como intrincada, pesada e ininteligible; enmarañada, embrollada, ampulosa, arcaizante y barroca. Esta sintaxis artificiosa, que cada vez se aleja más de la lengua estándar empleada por los ciudadanos, se caracteriza por recurrentes errores de normativa, a los que hay que sumar los siguientes rasgos:

(i) el predominio de estructuras impersonales y pasivas, que refuerzan la distancia jerárquica que existe entre los interlocutores; 

(ii) la construcción de períodos oracionales excesivamente dilatados

(iii) como consecuencia de lo anterior, abundancia de oraciones subordinadas, encadenadas mediante numerosos incisos, cláusulas absolutas y gerundios, que permiten condensar grandes cantidades de información en una misma proposición.

Todo ello conlleva a menudo ambigüedades sintácticas y rupturas de la estructura de la oración, esto es, anacolutos."

El artículo 248.3 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (1985) establece la organización actual de la sentencia, que consta de cuatro apartados: (i) el encabezamiento, que contiene el lugar, la fecha y los nombres de las partes, de sus representantes y del ponente; (ii) los antecedentes de hecho, donde se relatan los hechos y las acciones legales que han dado origen al litigio; (iii) los fundamentos de Derecho o los argumentos y fundamentos legales en que se basa la decisión; y (iv) el fallo o parte dispositiva, que contiene la solución del litigio. A pesar de esta notable simplificación de la estructura global de la sentencia judicial, muchos jueces españoles siguen manteniendo la tendencia tradicional al uso de una sintaxis rebuscada y ampulosa, y un estilo solemne, impostado y pedante, patologías que favorecen la opacidad. Y el efecto perlocutivo queda magnificado.

Las tres justificaciones que suelen aportar los juristas para justificar el oscurantismo del lenguaje jurídico son:

En primer lugar, la necesidad de precisar y especificar los contenidos al máximo a fin de ofrecer garantías jurídicas;

En segundo lugar, el dinamismo y modernización continua del lenguaje jurídico que comporta la obligación de adaptarse a los cambios sociales

Finalmente, la existencia del discurso alternativo de los abogados destinado a facilitar a los ciudadanos el acceso a los aspectos más complejos del lenguaje jurídico.

Pero el hecho es que las sentencias y resoluciones judiciales son de difícil intelección, no por los tecnicismos, sino por la ausencia de claridad y corrección gramatical. A menudo se hace referencia irónica al provecho que extraen muchos profesionales liberales (en particular, los abogados) de la complejidad de estos textos, aludiendo al hecho de que parte del ejercicio profesional de estos colectivos consiste en “traducir” los textos al ciudadano.

Dos de los principios básicos que han originado la simplificación efectiva del lenguaje jurídico son los conceptos de legibilidad (legibility) y lecturabilidad (readability). Los estudios sobre ambos conceptos, realizados sobre todo por las tradiciones anglosajona y francófona, se centran en la descripción de los rasgos que dificultan la lectura y el procesamiento de un texto, tanto los de diseño de los documentos (legibilidad) como los estructurales y de contenido (lecturabilidad o accesibilidad al significado). Así, los índices de legibilidad que resultan de estos estudios suelen incluir, a modo de fórmulas, reglas cuantitativas sobre la longitud máxima de las frases o párrafos, la cantidad de apariciones de determinadas categorías gramaticales en una frase, etc., que debe tener un texto para exigir del lector el mínimo esfuerzo interpretativo posible.

para elaborar un texto bien trabado, resulta fundamental también el dominio de los mecanismos lingüísticos de cohesión textual; a saber: la puntuación, la conexión mediante expresiones conectivas y léxicas, la anáfora léxica y pronominal, el uso de determinantes, etc. De ahí la necesidad de estudiar tales elementos en un marco teórico lingüístico; en concreto, el de la Gramática del Discurso, disciplina que analiza la lengua desde una perspectiva supraoracional25. La Gramática aporta herramientas propedéuticas y explicativas -esto es, basada en reglas y no en explicaciones ad hoc- de gran utilidad a la hora de presentar a los escritores no expertos de manera sistemática cómo funciona un determinado mecanismo lingüístico de textualización en una lengua dada.

Examinado un corpus de 50 sentencias de altos tribunales españoles, se han detectado estos problemas:  

Sintaxis opaca, artificiosa e incluso en ocasiones antinormativa y un empleo inadecuado de los mecanismos de cohesión, que trae consigo problemas de coherencia semántica.

Las inconsistencias discursivas relacionadas con un dominio insuficiente de las estructuras sintácticas acarrean: la construcción de oraciones con una longitud excesiva, lo que origina anacolutos (especialmente frecuentes en estructuras enumerativas), además de dificultar el trabajo de la memoria a corto plazo y la aprehensión del significado; y el hipérbaton o alteración forzada del orden habitual de la frase. A su vez, entre los mecanismos de cohesión mal empleados, destacan: el uso inadecuado de los signos de puntuación, que afecta a la comprensión de la macroestructura y comporta ambigüedades; y los problemas de pérdida de referentes de las expresiones pronominales, fenómeno este de los más recurrentes en el corpus.

Tales problemas en la identificación del referente suelen deberse a 

(i) errores de concordancia entre la expresión anafórica y su referente; 

(ii) el desconocimiento del emisor acerca del alcance sintáctico de la expresión anafórica empleada;

(iii) la atribución de valores anafóricos a elementos léxicos que no los poseen;

(iv) la pérdida de referente del sujeto elíptico.

Ejemplos:

De error de concordancia:

(2)  (...) el patrimonio inmobiliario que consta a su favor y en el que la propia sociedad limitada desarrolla en un local su actividad, fue adquirido ya por el padre del esposo antes del matrimonio, aunque la escritura pública de dichos inmuebles no se formalizaron muy posteriormente al matrimonio pero gravándolas con hipotecas de elevado importe crediticio, casi absorbentes de su propio valor (AC 1999\4422).

En este ejemplo, simplemente no es posible recuperar ningún referente que se ajuste al género femenino y número plural que posee el pronombre de complemento ‘las’. De ahí que, tratándose de un error de concordancia, el referente pueda ser tanto “la escritura” (o más bien “las escrituras” que probablemente tiene en mente el juez redactor del texto) como “los inmuebles” (en este caso, el error residiría en la concordancia de género).

De alcance sintáctico inadecuado de la expresión referencial

Una distancia excesiva entre la expresión anafórica y su referente. Ello sucede, por ejemplo, cuando se usan demostrativos cuyo referente se encuentra más allá de la unidad sintáctica oracional en la que aparecen, o cuando un mismo pronombre puede tener dos candidatos a referentes, como sucede con el dativo ‘le’ en el siguiente fragmento de una sentencia emitida por el Tribunal Supremo, que puede aludir tanto al padre como al hijo previamente presentados:

El factum de la sentencia recurrida describe cómo el acusado, en el domicilio familiar, realizó en una ocasión tocamientos en el pene de su hijo por encima de los pantalones mientras el niño veía la televisión sin dirigirle la palabra (BDB TS 5480/2003).

De Atribución errónea de valores anafóricos:

Otro mecanismo pronominal cuyo uso inadecuado por parte de los jueces suele plantear problemas de acceso a una referencia nítida es el uso de la expresión comparativa el mismo / la misma / los mismos / las mismas, que en el lenguaje jurídico se emplea profusamente con un valor anafórico que, de acuerdo con la normativa del español (RAE 2005, s. v. “mismo -ma. 3.”), no posee. Esta incapacidad anafórica “natural” de la expresión dificulta considerablemente la interpretación del referente.

Con el objetivo de que evitaran el uso abusivo (y antinormativo) de dicha estructura, trabajamos con los participantes múltiples fragmentos en los que aparecía la expresión “el mismo”, para poner en común diferentes posibilidades de sustitución por otra expresión anafórica normativa y menos ambigua, como las que se observan aquí:

Pues bien, esto sentado, es obvio, que practicado el requerimiento en fecha 29 de marzo de 1995, la necesidad manifestada en el mismo [-» dicho documento] e integrada por la ocupación de una vivienda ajena en arrendamiento ligado al vínculo laboral del actor con la antecitada empresa, concurría al año del mismo [-» de emisión del citado requerimiento] (...) (AC 1999\5342).

En este fragmento, al igual que ocurre con frecuencia en otras sentencias, aparece un nuevo caso de interpretación ambigua de la expresión anafórica. Nótese que el antecedente más plausible para el último “el mismo” es “el vínculo laboral”, por ser el primer sintagma nominal masculino singular a la izquierda de la expresión (el sintagma correferente más cercano). No obstante, tal como mostramos en la reparación que aparece incluida en el ejemplo, el juez emisor parece estar refriéndose al “requerimiento” mencionado tres líneas más arriba.

==Bibliografía==

Estrella Montolío, Anna López Samaniego, "La escritura en el quehacer judicial. Estado de la cuestión y presentación de la propuesta aplicada en la Escuela Judicial de España", Revista Signos,  2008, vol. 41, núm. 66, 33-64.

viernes, 1 de marzo de 2024

Modismos que encantan a los guiris

Los que gustan a la simpática tejana Rachel Anne:

Hombre, pues...

¡Hombre! Cuánto hace que no te veía...

Sin más.

Feo (o lo que sea) "con ganas".

De toa la vida.

Pasarse tres pueblos.

Estoy flipando.

Sonidos:

Huh.

Chasquido del lomo de la lengua contra los alveolos: Ñ (molestia, contrariedad; no es alfabetizable la oscura vocal después)

¡Buaaa...!

Eeeeeee... cuando se busca tiempo para articular. En americano es aaaaaaa...

Para desaprobar tres chasqueos o más con la lengua y el cielo del paladar: ña ña ña ña

domingo, 31 de diciembre de 2023

Palíndromos Monterroso

De Quora:

Un texto de Augusto Monterroso sobre el tema, y al final un breve agregado mío:

Augusto Monterroso

ONÍS ES ASESINO

El poder de las moscas: ganan ba­tallas, impiden que nuestra alma obre, comen nuestro cuerpo. (BLAS PASCAL, Pensamientos)

Nuestro idioma parece ser particular­mente propicio para los juegos de palabras. Todos nos hemos divertido con los de Villa­mediana (diamantes que fueron antes / de amantes de su mujer); con los más recata­dos, si bien más insulsos (di, Ana, ¿eres Dia­na?), de Gracián, quien, hay que reconocer­lo, escribió un tratado bastante divertido, la Agudeza y arte de ingenio, para justificar esa su irresistible manía; con los de Calderón de la Barca (apenas llega cuando llega a penas); etcétera. Es curioso que sea difícil recordar alguno de Cervantes. Muchos años después Arniches (imagínate, mencionarlo al lado de éstos) llega a la cumbre. Como es natural, nosotros heredamos de los españoles este vi­cio que, entre los escritores y poetas o meros intelectuales, se convierte en una verdadera plaga. Hay los que suponen que entre más juegos de palabras intercalen en una conver­sación (principalmente si ésta es seria) los tendrán por más ingeniosos, y no desperdi­cian oportunidad de mostrar sus dotes en este terreno. Es dificilísimo sacar a un ma­niático de éstos de su error. Personaje digno de La Bruyere, no hay quien no lo conozca. A dondequiera que vaya es recibido con au­téntico horror por el miedo que se tiene a sus agudezas, que sólo él celebra o que los demás le festejan de vez en cuando para ver si se calma. ¿Lo visualizas y te ríes? Pues tú tam­bién tendrías que releer un poco tu Horacio.

Son más raros los que llevan sus hallaz­gos a lo que escriben, aunque, por supuesto, mucho más soportables. Shakespeare aterra con sus juegos de palabras a los traductores (su merecido, por traidores), quienes no tie­nen más remedio que recurrir a las notas a pie de página para explicar que tal cosa sig­nifica también otra y que ahí estaba el chiste. Proust, tú sabes, los dosifica majestuosamen­te. En las traducciones de Proust las notas casi desaparecen: cuando habla de las preciosas ra­dicales no se necesita ser muy listo para darse cuenta de que está aludiendo a Las preciosas ridículas de Molière. Joyce lleva las cosas a ex­tremos demoniacos, por lo cual no se traduce Finnegan's Wake. Entre nosotros, recuerdo, han sido buenos para esto Rubén Darío:

Kants y Nietzsches y Schopenhauers

ebrios de cerveza y azur

iban, gracias al calembour,

a tomarse su chap en Auer's

Y más cerca aún, Xavier Villaurrutia:

Y mi voz que madura

y mi bosque madura

y mi voz quemadura

y mi voz quema dura.

Pero lo anterior no tiene casi nada que ver con que Onís sea asesino, o con que amen a Panamá, o con que seamos seres sosos, Ada.

Ahora te lo explico. La otra noche me encontré al señor Onís, hijo del señor Onís, en una reunión de intelectuales. En cuanto me lo presentaron dije viéndolo fijamente a los ojos: ¡Onís es asesino! Cuando noté que, aterrado, estaba a punto de decirme que sí, de confesarme algo horrible, me apresuré a explicarle que se trataba de un simple palíndroma. Qué gusto sentí al notar que el alma le volvía al cuerpo. Recuerda que palíndromas son esas palabras o frases que pueden leerse igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda, según declara valientemente la Academia de la Lengua, aunque llamándolas palíndromos, como si no fuera mejor del otro modo. Los vimos en la escuela: ANILINA. DÁBALE ARROZ A LA ZORRA EL ABAD. ANITA LAVA LA TINA, etcétera.

Y es aquí donde los asesinos de salón que hacen juegos de palabras para acabar con las conversaciones se encontrarían con una verdadera dificultad. Pruébenlo. Hace ya varios años nos entregábamos a este ino­cente juego (lo más que requiere es un poco de silencio y mirar de cuando en cuando al techo con un papel y un lápiz en la mano) un grupo de ociosos del tipo de Juan José Arreola, Carlos Illescas, Ernesto Mejía Sán­chez, Enrique Alatorre, Rubén Bonifaz Nu­ño, algún otro y yo. Durante tardes enteras o noches a la mitad tomábamos nuestros pa­pelitos, trabajábamos silenciosos y allá cada vez nos comunicábamos con júbilo nuestros hallazgos.

Estas cuatro o cinco cuartillas quieren ser un homenaje y un reconocimiento al ta­lento (entre otros) para el palíndroma de Car­los Illescas, positivo monstruo de este depor­te, quien de pronto levantaba la mano, pedía silencio y decía, como hablando de otra cosa: Aman a Panamá, o Amo la paloma, o sea AMAN A PANAMÁ o AMO LA PALOMA por cual­quier lado que los mires o quieras amarlos; mientras nosotros, yo por lo menos, nos de­batíamos repitiendo ROMA AMOR ROMA AMOR, para que él nos saliera al rato con algo tan hu­millante como esto: ADELA, DIONISO: NO TAL PLATÓN, O SI NO, ID A LEDA, lo que acababa de sumirnos en la desesperación y la im­potencia.

Posteriormente leímos los famosos que el gran mago Julio Cortázar trae en «Leja­na», de Bestiario:

Salta Lenin el atlas

Amigo, no gima

Átale, demoniaco Caín, o me delata

Anás usó tu auto, Susana.

Y recordábamos uno muy pobre o muy tímido de Joyce o que Joyce usó:

Madam, I'm Adam

y alguno que otro del idioma inglés (no muy bueno para esto, según entiendo):

A man, a plan, a canal: Panama.

Más tarde, Bonifaz Nuño aportó la de­claración antisinestésica:

Odio la luz azul al oído

y Enrique Alatorre el existencialista:

¡Río, sé saeta! Sal, Sartre, el leer tras las ateas es oír;

y Arreola

Etna da luz azul a Dante;

en tanto que Illescas, como diligente araña, sacaba sus hilitos de tejer y destejer:

Somos laicos, Adán; nada social somos;

o el admonitorio

Damas, oíd: a Dios amad;

o el acusatorio

Onís es asesino;

o el preventivo y definitivo y ahora en plan de suave melodía de égloga virgiliana:

Si no da amor alas, sal a Roma, Adonis.

Después venían otros suyos sumamen­te extraños, ya dentro de la embriaguez en que se pierden los sentidos (que es la buena) y África y Grecia se abrazan en misterioso contubernio, como

Acata, sale, salta, acude, saeta afromorfa;

ateas educa, Atlas, el as ataca.

O lo que él llamaba palíndroma de palíndromas:

Somos seres sosos, Ada; sosos seres somos;

en el que cada palabra es también palíndroma; o el palíndroma ad infinitum:

O sale el as o... el as sale... o sale el as... o;

o, por fin, la palíndroma política, en el que alguien pregunta: «¿Qué es la OIT (Organi­zación Internacional del Trabajo)?», y se le responde:

Tío Sam más OlT

para rematar con algo que ya no le creía­mos porque somos naturalmente desmemo­riados y eso de Evemón se nos hacía sos­pechoso:

¿No me ve, o es ido Odiseo. Evemón?

y nos tenía que explicar que Evemón no era otro que Tésalo (ah, así sí), padre de Eurí­pilo (claro), como fácilmente se podía ver en Ilíada II, 736; V, 79; VII, 167; VIII, 265; y XI, 575.

Ahora, yo tengo que confesar que jamás pude ni he podido posteriormente hacer o encontrar un solo palíndromo que vaya más allá de los ya dados por la madre naturaleza: oro, ara, ama, eme, etcétera, excepto uno que me costó horas de esfuerzo, pero tan escatoló­gico, para vergüenza mía, que me apresuro a ponerlo aquí: ¡Acá, caca! Sospecho que Me­jía Sánchez tampoco, pues finalmente, cuan­do empezamos, por incapacidad manifiesta, a buscar un nuevo género, o sea, los falsos palíndromos (ejemplo: Don Odón, que suena, pero no es), salió con uno falsísimo, pero que a todos en un momento dado nos pareció au­téntico, pues en esos días se hablaba del Pre­mio Nobel para Alfonso Reyes:

Alfonso no ve el Nobel famoso,

que no se lee de atrás para adelante ni de broma; en tanto que Illescas, algo cansado de su facilidad, aceptaba con entusiasmo mi modesta proposición de estructurar una lar­ga frase en español que, leída de derecha a izquierda, dijera lo mismo, pero en inglés, o en el idioma que en ese momento le parecie­ra mejor, o más difícil.

AUGUSTO MONTERROSO, Movimiento perpetuo, Alfaguara, Madrid, 1999, (1972), pp. 80-89.

P.S.:

Los de Cortázar en realidad son tomados de la novela ¡Estafen!, de Juan Filloy (1931). Habría que agregar esta muestra de virtuosismo de Ricardo Ochoa:

Adivina ya te opina, ya ni miles origina, ya ni cetro me domina, ya ni monarcas, a repaso ni mulato carreta, acaso nicotina, ya ni cita vecino, anima cocina, pedazo gallina, cedazo terso nos retoza de canilla goza, de pánico camina, ónice vaticina, ya ni tocino saca, a terracota luminosa pera, sacra nómina y ánimo de mortecina, ya ni giros elimina, ya ni poeta, ya ni vida.

Y para quien quiera hundirse en un dédalo palindrómico delirante, este libro de quien quizá sea el más fértil cultor del género: Víctor Carbajo, quien tiene la gentileza de compartirlo gratuitamente:

http://www.carbajo.net/pdf/varios/carbajo-212212_palindromos-2019.pdf

La página del autor: Palíndromos Españoles

viernes, 29 de diciembre de 2023

Antología del piropo elegante

(Se irá ampliando con el tiempo)

-Oye Gabi, estoy perdido.

-¿Por qué?

-¿Me puedes indicar cómo llegar a tu corazón?

2

-Dani, ¿tú naciste el 10 de octubre?

-No.

-Es que eres un diez de diez.

3

-Marta, ¿te llaman medallista olímpica?

-No.

-Es que me llevas a la gloria.

4.

¿Eres psicóloga?

-No

-Es que estoy loco por ti.

5.

-¿Te llaman matemática?

-No. ¿Por qué?

-Es que restas mis problemas, sumas mi felicidad y multiplicas mis alegrías.

6. 

-¿A ti te dicen Death Note?

-No.

-Porque si dices mi nombre me muero.

7

-¿Te llaman WiFi?

-No

-Es que siento una conexión cuando estoy cerca de ti.

8

- ¿Te llaman hipoteca?

-No.

-Es que tienes todo mi interés

9.

Mi celular está averiado, porque no tiene tu número.

10.

Me gustaría ser bizco, para verte dos veces.

11.

Eres como la zapatilla de mi madre, al verte se me acelera el corazón.

12. 

Creo que me debes dinero, porque vives gratis en mi corazón.

13. 

Vayan por la sombra... los bombones se derriten al sol.

14. 

A ti te llaman Google, porque tienes todo lo que busco.

15

-Sara, ¿Sabes primeros auxilios?

-No

-Es que me muero por ti.

16.

Oye Gigi, estás mareada?

-No

-Es que estuviste dando vueltas por mi cabeza.

15.

-María, voy a cambiar de gafas.

-¿Por qué?

-Porque no veo mi futuro contigo con ellas.

domingo, 22 de octubre de 2023

Enciclopedia de ejemplos en Lengua y Literatura

Aquí hay un enlace muy bueno con recursos ejemplificados para la asignatura de lengua y literatura

https://www.ejemplos.co/categoria/lengua-y-literatura/





martes, 22 de agosto de 2023

Palabras largas

Una de las palabras más largas en alemán:

Grundstücksverkehrsgenehmigungszuständigkeitsübertragungsverordnung

que significa:

Reglamento de Transferencia de Competencias para la Aprobación de Transacciones Inmobiliarias.

lunes, 7 de agosto de 2023

¿Cuál es el origen de la epidemia de mala ortografía actual?

¿Cuál es el origen de la epidemia de mala ortografía actual?

La cultura de la imagen y, con frecuencia, los irresponsables estados y autonomías por sus políticas. En España, por ejemplo, por las siete vacilantes reformas educativas con que cada gobierno castiga sucesivamente, creyéndose que puede mejorar algo que solo empeora un poco más y que no tiene ni idea de como atajar. Por ejemplo, una institución que pagamos todos, la RAE, debía ofrecer copias gratuitas de su ortografía tantas veces "re-reformada" y ya no radicalmente prescriptiva en la red o impresas, pero solo lo permite en la primera por párrafos sueltos, y el monstruoso mazacote que ha publicado con sus manías y "sugerencias" que dice consensuadas es ya para los simples entre los que me incluyo un auténtico horror. Le gusta el negocio, y prefiere hacer dinero a generar buenos y correctos escritores.

Ya no se practican la lectura en voz alta, la redacción, los dictados y la caligrafía. También se ha expulsado la literatura en los currículos, donde no para de encogerse el lugar que ocupaban las humanidades. Los profesores de latín, griego, historia y filosofía solo cuentan con una presencia testimonial. Y los de ciencias no suelen superar un nivel mínimo de ortografía en no pocas ocasiones.

Asimismo, pretender bilingüismo por un lado, mientras por el otro se ejerce una violenta inmersión en una sola de esas lenguas, provoca diglosias. Como los alumnos confunden en una dos ortografías y dos gramáticas, terminan sufriendo diglosias en una y otra lengua, y hablando y escribiendo mal las dos.

Es también nefasta la costumbre de dictar apuntes apresuradamente que se escriben de cualquier manera a causa de la premura y de que solo nosotros los vamos a leer. Deberían existir libros de texto baratos, para que eso no fuera necesario y pudiesen estudiar textos correctamente escritos; pero en esos libros de texto o manuales he visto con frecuencia tipografías horribles, párrafos ambiguos, mal escritos e insuficientes y escaso uso del párrafo largo, de sintaxis compleja y de largo alcance. Incluso mal puntuados. Tampoco sabían equilibrar las frases ni sostener un ritmo de expresión.

También tiene que ver la costumbre de escribir con indolencia y descuido en redvistas, bitácoras y redes sociales como esta. Y emplear correctores de ortografía automáticos de esos que, cuando se escribe Garcilaso, te corrigen a Gracilazo (así de mal están hechos) o con taquigrafías o estenografías telegráficas en chats, "guasaps" y mensajes chorras desde que se es niño o niñato, demasiado pronto echado a pastar en un teclado, cuando todavía no se sabe ni siquiera escribir en papel con lápiz, y aún menos con caligráfica letra inglesa. Quora mismo es testigo de todos esos errores por correcciones automatizadas simplificantes o conducta relajada y anónima.

Existe también el horrendo hábito de usar formularios para todo y tests o pruebas de preguntas cortas en vez de preguntas de ensayo, que exigen algo más que escoger entre sí y no o V y F.

Porque es general la actitud relajada y el descuido del lenguaje, no ya en la ortografía, sino al hablar, cometiendo faltas de ortología de las que se imitan casi siempre las de la ortografía.

Antiguamente los muchachos aprendían a leer correctamente por medio de historietas, de enciclopedias y de libros que había en todas las casas. Pero en las casas modernas ya no hay nada de eso, ni se siente la necesidad de proveerse de esos productos, porque su lugar lo ha tomado el ordenador y el iPod, instrumento este último que solo usa lenguaje oral, no el escrito, los llamados audiolibros. Con eso no se aprende ortografía.

El consumo de historietas ha pasado a ser sustituido por el de anime sin apenas lenguaje escrito. La crisis que experimenta la lectura se refleja en la ausente venta de tebeos o libros de historietas baratas, un instrumento que siempre se mostró muy eficaz para introducir a la lectura y la ortografía, como asimismo las novelillas de a duro de vaqueros o amoríos. Las revistillas de adolescentes están llenas de fotos y narcisismo, y los textos son escasos, cortos y pobres de léxico y sintaxis, muy surtidos de anglicismos innecesarios y horteras. Ahora se prefieren las carísimas novelas gráficas, los también onerosos álbumes en tapa dura y los videojuegos. Y el Estado no sufraga ni subvenciona, como hacía antes, colecciones populares de clásicos.

Otro motivo de esta especie de conspiración técnica, económica y social contra la lectura se debe también al hecho de que no existan planes de lectura en muchas escuelas e institutos.Tampoco hay bibliotecas de uso efectivo en las instalaciones educativas, o que abran por la tarde y en festivos, como tampoco, en los muertos pueblos de la España vacía, por la incuria de los ayuntamientos (que prefieren construir estadios y piscinas) y por la efervescencia de las presuntas sociedades "culturales" dónde esa cultura se restringe a fomentar el deporte y el fútbol local y llenar la panza con convites de gastronomía local. Por no hablar de los grupos de coros y danzas regionales para alegrar la memoria de las abuelas, etc. etc. etc.

Por último, en los periódicos en red se prefieren ahora las entrevistas en vídeo y habladas en vez de los artículos de fondo bien escritos. Si quieres leerlos te hacen pagar. De exagerarse esto en el futuro, solo aprenderán a escribir bien los pudientes.

En los comentarios escritos a cada noticia electrónica se ha permitido y permite publicar textos escritos poco menos que por analfabetos y no se desprecia la incultura y la insuficiencia formal porque se iguala siempre por lo bajo. El remedio: actuar desde arriba, no permitir grosería ni vulgaridad en forma alguna y fomentar la cultura de la corrección.

Aprender ortografía es necesario por una cuestión muy simple: no en vano los test o pruebas psicotécnicas incluyen una sección de preguntas ortográficas que sirve para barrer al 80 % de los que buscan un empleo. A los empresarios no les interesan empleados ágrafos y analfabetos funcionales que no prestan atención a puntos y comas y a la forma correcta y propiedad precisa de las palabras: por extensión, no prestarán atención alguna a otros detalles buenos para el negocio. Estos afásicos no leen habitualmente o no entienden lo que leen por su pereza en leer; no están habituados a usar un léxico rico, preciso y abstracto y son por esa falta de curiosidad incultos y descuidados, incapaces de redactar y comprender una carta, un impreso, un formulario o un manual técnico.

Así que, si queremos que nuestros alumnos encuentren trabajo, debemos exigirles la ortografía, en especial la de las siempre omitidas y resignadas tildes, y hacerles paladear las palabras por medio de dictados y la lectura en voz alta de textos literarios. Asimismo, la ortología, el léxico y la caligrafía han de ser asiduas.

viernes, 28 de octubre de 2022

Formas de negar

Semiformales categóricas:

De ninguna manera

De ningún modo

En absoluto

Bajo ningún concepto

No, y punto.

Coloquiales:

Qué va.

Va a ser que no.

De eso nada.

De eso nada, monada.

Nanay.

Nanay de la China.

No, no y no.

Contextos muy informales:

Ni de broma.

Ni de coña.

Ni de broma.

Ni se te ocurra.

Ni lo sueñes.

Sigue soñando.

Por encima de mi cadáver.

Ni muerta / ni muerto.

Ni harta de vino.

Paso.

No me da la gana.

No me da la real gana.

Vulgares.

Y una mierda.

Una mieda.

Un carajo.

Los cojones.

Sí, por los cojones (en Aragón).

Otras:

Ni hablar.

Ni hablar del peluquín.

Ni hablar del perejil.

Para nada.

¡Anda ya!

¡Que te den!

¡Que te den morcilla!

En la vida.

En mi vida.

Renegaciones:

Que no.

Si digo no es que no.

Formas elaboradas:

Nones, naranjas de la china, no, nunca, jamás, quiá, ca, y un carajo, de ningún modo manera y forma, en absoluto, excúseme, en otro momento, tal vez otro día, ya se verá, no hay que generalizar, no siempre hay que hacerlo así, sí pero no, por supuesto que no, nada de eso, imposible, no puede ser, tampoco, jamás en la vida, menos aún, es menos, por dios que no, vive dios que no, no ha lugar, lo siento, lo lamento, cierto que no, ni siquiera, en mi vida, ni la menor idea, ni puta idea, ya me gustaría, en forma alguna, un ardite, perra gorda, minucia, futesa, nimiedad, nonada, fruslería, insignificancia, nadería, menudencia o bagatela, pequeñez, tontería, niñería, trivialidad, ápice, pito, comino, higo, bledo, piniento, ardite, bobada, pico, y un pepino o jamón, una miga, migaja, ni pizca, pico, partícula, fragmento, brizna, chispa, pellizco, punto, gota, bledo, mota, esquirla, resto, residuo, remanente, ni las sobras, ni rastro, es impropio, nada, desafortunadamente no, qué va, para nada, no me interesa, "No hay qué dar", "Dios le provea", "Cierto que no tengo", "Yo me holgara", "No hay un cuarto". Qué más quisiera, ya me gustaría a mí, para qué, no voy a decir que sí, no, no y no, que no, requeteno, me niego, rotundamente no, no niego que no, no jodas, no me jorobes, no me digas, no sé qué decir, me es imposible, da igual lo que yo te diga, qué más da, renuncio, rehúso, lo dejo, abandono, me piro, me niego, lo ignoro, no sé, ya veré, "veremos" dijo un ciego, ya se verá, quién sabe, por dios que no, voto a Dios que no, reniego, desestímese, ya responderé, lo analizaré y estudiaré y ya veremos, dar largas, es inevitable, lo prohíbo, por cierto que no, no, por cierto, ya se contestará oportunamente, negativo, pides demasiado, es demasiado pedir, no hay modo, manera ni forma, no lo afirmo, no lo afirmo ni lo niego, claro que no.  Gracias por el detalle, pero me veo comprometido a decir que no: y le daré mis razones. Sin duda empezaría con agradecerle el halago de haberme tomado en cuenta para ser parte de una relación que desafortunadamente no llegaría a prosperar por contar solo con el interés de una de las partes, aunque consideraría oportuno invitarla a cenar para aclarar este extremo y dejar bien claro mi verdadero interés hacia usted como una amistad dejando sentado que mi negación es caballerosa y fiel a una dama tan linda como usted, de forma que mi sinceridad se mantenga a salvo de cualquier mala interpretación. No dudo... pero, Es cierto... sin embargo; Le he escuchado con mucho interés, porque me han dicho que usted es una persona seria... pero debo contestar que no, y le daré mis razones. No me voy a dejar llevar. No me parece serio, es arbitrario, no lo veo claro, no podría comprometerme a fondo, no tengo tiempo, me falta tiempo. Necesito tiempo, creo que será mejor que busques a otra persona, otro lo podrá hacer mejor, por ahí hay muchos que sin duda lo harán mejor que yo, no quiero saber nada, lo siento, pero he aprendido con el tiempo y por las malas que no debo..., no quiero perder el interés de una persona tan maja como tú, que me ha dispensando un aprecio que no merezco, pero... yo te quiero mucho, pero como amigo, y... no quiero ser grosera, cruel ni fría, no herir tus sentimientos, ni pisotear tu corazón... no te rebotes, es que no puedo, no sé hacer las cosas sin querer, no sé si seré sensato, solo sé que me cuesta un rato hacer las cosas sin querer, no tengo ganas, tengo otras prioridades, ahora tengo que marcharme, me han llamado hace un momento; ay, qué pena, precisamente ese día tengo...; no quiero seguir por obligación lo que ya no puedo seguir por amor; necesito tiempo para no hacer nada; pienso en ti como en mi hermano, hay una ligera diferencia de edades, no me atraes de esa manera, mi vida ya es demasiado complicada, tengo novio, no salgo con gente del trabajo, no es culpa tuya, es mía, quiero concentrarme en mis estudios, carrera o lo que sea, tengo que cuidar de mi padre enfermo, soy célibe, me veo impotente, seamos amigos, lo siento, en serio, pero no puedo, voy a pensarlo, prefiero estar solo, no me evado, no lo dejo para otro día, no finjo ni disimulo, no me explico ni doy razones: es que no quiero, y santas pascuas; no te quiero dar falsas esperanzas.







sábado, 9 de julio de 2022

Ithkuil. El idioma artificial más difícil, pensado para evitar errores e imprecisiones y traducir las lenguas naturales mucho más concisamente.

Ithkuil

Ithkuil (nombre nativo Iţkuîl) es una lengua artificial humana extremadamente complicada creada por el lingüista estadounidense John Quijada entre 1978 y 2004. Según la descripción del autor, Ithkuil es "un proyecto filosófico para un lenguaje hipotético", que aparece como un cruce entre un lenguaje filosófico a priori y un lenguaje lógico. Entre los objetivos de Quijada estaba el intento de mostrar cómo podrían funcionar las lenguas humanas. Ithkuil está diseñado para condensar grandes cantidades de información lingüística usando menos palabras y más cortas que las que se encuentran en idiomas naturalmente evolucionados; la mayoría de las expresiones en otros idiomas parecen mucho más cortas cuando se traducen a ithkuil.

La hipótesis Sapir-Whorf postula la existencia de una conexión entre las características de la lengua materna de una persona y las habilidades cognitivas de la misma persona y, en consecuencia, entre la velocidad del habla y la velocidad del pensamiento humano. Stanislav Kozlovsky cree que un hablante nativo de Ithkuil puede pensar a una velocidad más de cinco veces mayor que un hablante de una lengua natural típica. Sin embargo, no hay nadie en el mundo que sea capaz de hablar Ithkuil con fluidez, incluido su Creador mismo: "yo no hablo ithkuil, nunca lo he hecho, nunca lo haré, ni nunca lo he apoyado. Después de la publicación de un artículo sobre el Ithkuil en la revista rusa Komp''juterra ("velocidad del pensamiento" por Stanislav Kozlovsky, "Компьютерра", N°26 - 27, 20 de junio de 2004), muchos rusos y ucranianos contactaron a Quijada y expresaron su interés en aprender el idioma. Quijada ha afirmado recientemente haber trabajado en una revisión exhaustiva de la morfofonología del lenguaje durante para facilitar la pronunciación (como lo requiere muchas personas interesadas en aprender el idioma), redujo el número de fonemas de 82 a 62, pero también dijo que, unos años más, no tendrá tiempo para revisar la referencia gramatical presente en el sitio web oficial:

http://www.ithkuil.net/


martes, 3 de agosto de 2021

Léxico desconocido para cosas normales sin nombre

¿Cuáles son algunas cosas que vemos a diario pero que no sabemos los nombres?

Tenesmo rectal

Es esa sensación cuando estás defecando de que no has terminado. También se describe como la sensación de la necesidad de defecar no efectuada.

Mondegreen

Es esa falla auditiva que hace que entiendas mal una palabra o una parte de esta durante una canción.

Vagitus

Es el llanto de un recién nacido.

Casorio

Se dice de manera un poco despectiva, cuando alguien se casa de una manera poco lujosa. Es decir, es un casamiento mal concertado.

Crencha

Es la raya que se forma en la cabeza cuando el cabello se separa con un peinado.

Fosfenos

Son esas luces que aparecen cuando te rascas los ojos fuertemente o por mucho tiempo.

Mawashi

Se le conoce como "Mawashi" a los cinturones de los luchadores de Sumo.

Virgulilla

Es ese signo que está encima de la "ñ".

Estepicursor

Es la planta que pasa rodando por el desierto o por lugares poco concurridos, por mal nombre rascacoños.

Giste

Es la deliciosa espuma de la cerveza. lo que algunos dicen como la mejor parte.

Ginecomastia

Es el término médico para referirse a lo que popularmente se dice “senos de hombre”.

Dysania

Es el estado en el te levantas por la mañana esa letargia y pereza que sientes es dysania, ahora sabes el nombre.

Turnomático

El dispensador automático del que se extraen los números.

Telson

La cola de los crustáceos.

Jeme

Se conoce como jeme a la distancia que existe entre el dedo pulgar y el dedo índice. Usado comúnmente como unidad de medida no reconocida.

Tahalí

Es el nombre que recibe la cinta con la que se sujeta la guitarra o el bajo eléctrico al hombro.

Diastema

Es el nombre que se le da al espacio entre los dientes.

Lúnula

Se le llama así a la parte blanca en forma semilunar de la raíz de las uñas.

Petricor

Ese característico olor a "lluvia y humedad".

Ampelmännchen

Es la figura que aparece en los semáforos, el nombre se originó en Alemania.

Herrete o Acetato

Es el cabo que se le pone al final de los cordones de los zapatos, suele ser plástico, metal u hojalata.

Chisguete

El acto de tomar un trago de vino.

Filtrum

El surco que tenemos entre la nariz y los labios

sábado, 31 de julio de 2021

Los trabalenguas más difíciles en siete idiomas

Los trabalenguas más difíciles del mundo

Iván Olsen 5 Dic 2019 

Ni los Rolling Stones hubieran sido capaces de pronunciar los que son los trabalenguas más difíciles del mundo

Amante de los retos y desafíos: este es tu artículo. Si crees que dominas a la perfección algún idioma (y sí, incluimos el propio castellano) te desafiamos a que intentes pronunciar, en voz bien alta, alguno de los siguientes destrabalenguas (también pueden ser llamados así). Porque, querido lector, te encuentras ante los trabalenguas más difíciles del mundo. A veces nos gusta ser malos 

Y es que a pesar de que en su día ya hemos hablado de las palabras más difíciles de pronunciar en castellano, o de cuáles eran las palabras intraducibles, lo cierto es que nunca habíamos escrito un texto que supusiera un verdadero problema. Uno de esos dignos de cualquier 007, doctorado en filología y traducción o políglota experto. Porque a lo largo de las siguientes líneas te encontrarás con los que son los trabalenguas más difíciles de cada idioma (y si no los más complejos, sí de los más complicados y, por supuesto, para nada trabalenguas cortos). Verdaderos acertijos que difícilmente te enseñarán en algún curso de idiomas (¡y con razón!). 7 desafíos, cada cual más difícil, que pondrán a prueba tu dominio en el arte de los idiomas.

Desafío Nº1: el trabalenguas más difícil en inglés

De los trabalenguas más difíciles del mundo: ‘Three witches watch three Swatch watches. Which witch watches which Swatch watch?’.

Significado: ‘Tres brujas miran tres relojes Swatch. ¿Qué bruja mira qué reloj?’.

Una locura de “w”, “ch” y “s” que no te enseñarán en ningún curso de inglés. Si eres capaz de leerlo en voz alta y de corridillo… ¡premio! Habrás adquirido un gran dominio sobre los plurales y el sonido “tch”. Es de los trabalenguas más difíciles en inglés, pero no el único: ‘The sixth sick sheik’s sixth sheep’s sick’. Aún nos preguntamos cómo pueden seguir siendo considerados trabalenguas infantiles…

Desafío Nº2: el trabalenguas más difícil en francés

De los trabalenguas más difíciles del mundo: ‘Si six scies scient six cyprès, six-cent six scies scient six-cent six cyprès’.

Significado: ‘Si seis sierras sierran seis cipreses, seiscientas seis sierras sierran seiscientos seis cipreses’ (bien podría ser también un trabalenguas español…).

Quien supere este desafío será todo un maestro en el dominio de los sonidos “s” y “sc”. Muy útiles a la hora de hablar correctamente francés, por lo que es un muy común trabalenguas para niños (a pesar de su dificultad). Aunque si la pronunciación de este idioma te interesa, te recomendamos que le eches un vistazo a estos cursos de francés, que para dominar este aspecto del idioma no sólo te bastará con los trabalenguas más difíciles 

Desafío Nº3: el trabalenguas más difícil en italiano

De los trabalenguas más difíciles del mundo: ‘Trentatre trentini entrarono in Trento tutti e Trentatre trotterellando’.

Significado: ‘Treinta y tres personas de Trento entraron en la ciudad, todos los treinta y tres trotando’.

Si no quieres tener un terrorífico dilema de “t” que puede echar para atrás al mejor de los ‘Bambinos’, te recomendamos que eches un vistazo a estos cursos de italiano.

Desafío Nº4: el trabalenguas más difícil en alemán

De los trabalenguas más difíciles del mundo: ‘Fischers Fritze fischt frische Fische. Frische Fische fischt Fischers Fritze’.

Significado: ‘Fischers Fritze pesca pescado fresco. El pescado fresco es pescado por el pescador Fritze’.

“F” y “sch” se conjugan para dar lugar al más difícil de los trabalenguas alemanes. Y si ya era de por sí un idioma difícil… Aunque también es verdad que se trata de uno de los mejores ejercicios para aprender uno de los sonidos más importantes de esta lengua: el “sch”. Seguro que con uno de estos cursos de alemán te será más fácil 

Desafío Nº5: el trabalenguas más difícil en ruso

De los trabalenguas más difíciles del mundo: ‘Dva shchenka shcheka k shcheke, shchipljut shchjotki v ugolke’ (en ruso ‘Два щенка щека к щеке, щиплют щётки в уголке’).

Significado: ‘Dos cachorrillos están mordisqueando una escoba en la esquina’.

Otros ejercicio/desafío ideal para aprender el sonido “ch”, además del “k”. Eso sí, en ruso; que no es lo mismo.

Desafío Nº6: el trabalenguas más difícil en árabe

De los trabalenguas más difíciles del mundo: ‘Al mesh´mesh dah mish mien meshmeshkum wikamah al mesh´mesh da mish mien meshmeshnah’.

Significado: ‘Estos albaricoques no son nuestros albaricoques. Que en lugar de nuestros albaricoques hay puestos otros albaricoques’.

Lo vamos poniendo cada vez más complicado, ¿verdad? No es porque seamos malos, de verdad. Tan sólo es lo que pasa cuando uno pone el trabalenguas más difícil de uno de los idiomas más difíciles del mundo. Todo un incordio de “Mesh”.

Desafío Nº6: el trabalenguas en español más difícil

De los trabalenguas más difíciles del mundo: ‘El otorrinolaringólogo de Parangaricutirimícuaro se quiere desotorrinolangaparangaricutirimicuarizar. El desotorrinolaringaparangaricutimicuador que logre desotorrinolangaparangaricutirimucuarizarlo, buen desotorrinolaringaparangaricutimicuador será’.

Significado: Evidentemente no lo vamos a traducir, aunque tal vez una de las palabras requiere de explicación. Parangaricutirimicuaro es un pueblo mexicano, ya de por sí difícil de pronunciar…

Porque no podía faltar el español. Y os aseguramos que existe e incluso está registrado por la Wikipedia como uno de los trabalenguas más difíciles del español. Y sí, lo ponemos en un grado de desafío superior al trabalenguas ruso y árabe (intenta leerlo de una vez, anda ). Aunque no tanto como el…

Desafío Nº7: el trabalenguas más difícil en chino

De los trabalenguas más difíciles del mundo:

《施氏食獅史》

石室詩士施氏, 嗜獅, 誓食十獅。

氏時時適市視獅。

十時, 適十獅適市。

是時, 適施氏適市。

氏視是十獅, 恃矢勢, 使是十獅逝世。

氏拾是十獅屍, 適石室。

石室濕, 氏使侍拭石室。

石室拭, 氏始試食是十獅。

食時, 始識是十獅, 實十石獅屍。

試釋是事。


Y en castellano se pronuncia como:


‘Shī Shì shí shī shǐ

Shíshì shīshì Shī Shì, shì shī, shì shí shí shī.

Shì shíshí shì shì shì shī.

Shí shí, shì shí shī shì shì.

Shì shí, shì Shī Shì shì shì.

Shì shì shì shí shī, shì shǐ shì, shǐ shì shí shī shìshì.

Shì shí shì shí shī shī, shì shíshì.

Shíshì shī, Shì shǐ shì shì shíshì.

Shíshì shì, Shì shǐ shì shí shì shí shī.

Shí shí, shǐ shí shì shí shī, shí shí shí shī shī’

Significado:

‘En una guarida de piedra estaba el poeta Shi, al que le encantaba comer leones, y decidió comerse diez. Solía ir al mercado a buscar leones. Un día a las diez en punto, diez leones acababan de llegar al mercado. En aquel momento, Shi también acababa de llegar al mercado. Viendo esos diez leones, los mató con flechas. Trajo los cadáveres de los diez leones a la guarida de piedra. La guarida de piedra estaba húmeda. Pidió a sus siervos que la limpiaran. Después de que la guarida de piedra fuese limpiada, intentó comerse esos diez leones. Cuando los comió, se dio cuenta de que esos diez leones eran en realidad diez cadáveres de leones de piedra’.

Mejor ni lo intentes. En serio. Estás ante el que quizás sea el rey de los trabalenguas más difíciles del mundo, que bien se merece su propio curso de chino. Claro, chino tenía que ser

jueves, 1 de abril de 2021

La prueba del cinco

Antonio Escohotado. "La prueba del cinco", en Libertad Digital, 2018-10-14:

La prueba del cinco

La afasia más reciente y extendida insiste en pontificar sobre economía, política y sociedad apoyándose sobre un puñado de clichés anacrónicos. Me refiero concretamente a cinco términos: "izquierda", "derecha", "extrema", "ultra" y "fascista".

La afasia más reciente y extendida insiste en pontificar sobre economía, política y sociedad apoyándose sobre un puñado de clichés anacrónicos. Me refiero concretamente a cinco términos: "izquierda", "derecha", "extrema", "ultra" y "fascista".Dolores Delgado, uso repetidamente los calificativos "derecha, extrema derecha y extrema extrema derecha" en su última comparecencia | EFE

Que las palabras tengan sinónimos es la mejor demostración de que ninguna monopoliza el pensamiento o, si se prefiere, de que la inteligencia desborda siempre cualquier modalidad fija de expresión. Amor sugiere afecto, cariño, devoción; longitud evoca distancia, espacio, etcétera, y ningún término hay carente de análogos salvo para el afásico, alguien que por distintas causas –sobre todo traumatismos o una tara congénita- resulta incapaz de hablar y escribir creativamente, aprendiendo de manera simultánea multitud de palabras y la sintaxis de cada lengua, cierta lógica tan estricta como restringida a ella. La creatividad le resulta vedada porque no logra participar en ese aprendizaje paralelo, o algo como un balazo afecta parte de su cerebro, y pasa de manejar digamos 1.000 términos a 10 o 37.

Wittgenstein, padre del positivismo lógico, exhibió a mi juicio una afasia siquiera sea muy leve cuando propuso que "los límites del lenguaje son los límites del mundo", aunque quizá se tratase solo de maximalismo combinado con incultura filosófica, pues la historia del pensamiento enseña hasta qué punto hay o no hay oídos sensibles a sentidos implícitos. De lógoi, por ejemplo, que Homero usa en plural como sinónimo de cosas dichas junto al hogar, Heráclito extrae el singular lógos, definiéndolo como lo común y rector del cosmos; de indivisible (átomos) extrajo Demócrito la física más aceptada, y de aspecto (eidos) extrajo Platón nada menos que el concepto de idea.

El enjambre potencialmente infinito de cosas y relaciones es lo que compartimos con los demás.

Digamos que la inteligencia percibe los secretos del lenguaje, como un virtuoso descubre las posibilidades de su instrumento, y que los sinónimos en general son las modulaciones que cada intelecto añade a cada cosa, por supuesto relacionada con todas demás en mayor o menor medida. El enjambre potencialmente infinito de cosas y relaciones es lo que compartimos con los demás; así como aquello que permite al poeta y al sabio ensanchar de vez en cuando el campo del significado, nombrando lo hasta entonces inefable. Antes o después esas innovaciones se incorporan al acervo común, y el tesoro resultante no es el límite del mundo sino más bien el principio de su expansión, donde qué y quién –lo objetivo y lo subjetivo- van fecundándose por ósmosis conceptual.

Naturalmente, los esquimales tienen más palabras para hielo que las gentes de climas templados, y los tuareg más palabras para arena; pero el lenguaje es para todos nosotros un vehículo de comunicación, y también de expresión, que puede estudiarse con la exactitud más rigurosa en términos gramaticales y fonéticos, sobre todo desde el oscilógrafo acústico. No hay duda que letras y sonidos van de la mano con la geografía, por ejemplo, y que más allá de tal río o cordillera se pronuncia de manera marcadamente distinta, cosa tan asombrosa como innegable, y que la anatomía de cada individuo –garganta, mandíbula, dientes- juega un papel no menos destacado.

El fascismo dejó hace mucho de representar a Mussolini o a Hitler, y hoy significa "ideología del que no profesa la mía".

Pero lo divino del ser humano es su mente o espíritu, como decía Aristóteles, no un lenguaje que compartimos con muchos animales, pues ningún órgano de comunicación y reflexión agota la inteligencia capaz comunicarse y reflexionar, y el error más común entre nosotros es identificarla con el pensamiento consciente. La esfera del designio es solo lo visible de ese iceberg, cuyas nueve partes sumergidas son para nosotros impersonales e inconscientes, inasequibles para el delirio yoico del corazoncito, que solo pasa a merecer el nombre de corazón cuando cada cual reconoce la mezquindad del discurso autoreferencial.

Pero traigo este largo prólogo a colación de la afasia más reciente y extendida, que insiste en pontificar sobre economía, política y sociedad apoyándose sobre un puñado de clichés anacrónicos, puro corazoncito sin corazón, que caben en los dedos de una mano y desafían la facultad universal de encontrarle sinónimos a todo. Me refiero concretamente a cinco términos: "izquierda", "derecha", "extrema", "ultra" y "fascista".

El domingo pasado, ante la visita de dos amigos, les propuse hablar del actual Gobierno sin mencionar ninguno de ellos, y tras acordarlo -en principio sin la más mínima vacilación- ninguno acertó a formar dos frases sin recurrir a ellos. Yo iba levantando la mano cada vez, mientras decía "sinónimo por favor", y el amistoso intercambio de pareceres acabó como el rosario de la aurora. Me pareció que el experimento prometía, y el martes tuve ocasión de repetirlo con tres personas, incorporando a una dama que, por cierto, fue junto conmigo capaz de sortear los clichés en todo momento, aunque la charla terminase en términos todavía más destemplados, entendiendo los otros dos que somos "extrema derecha fascista".

El tesoro lingüístico se cortocircuita al tocar ciertos campos, como en el test de asociaciones libres la coherencia cesa al aparecer palabras ligadas con complejos

De nada sirvió recordar el punto inicial de coincidencia –esto es: que, por fortuna, tanto el nazismo como el fascismo no sobrevivieron a la segunda guerra mundial, y son desde entonces mini-grupúsculos muy desperdigados-, porque fascismo dejó hace mucho de representar a Mussolini o a Hitler, y hoy significa "ideología del que no profesa la mía". Al menor indicio de disidencia conceptual, la falta de aparato histórico y léxico instalada con la corrección política estalla, y antes de reconocer que por una razón u otra la afasia reina en este terreno, los contertulios nos mandan a freír espárragos.

Pero ¿por qué la prueba del cinco sume en silencio, o desata invectivas, en vez de sugerir que el tesoro lingüístico se cortocircuita al tocar ciertos campos, como en el test de asociaciones libres la coherencia cesa al aparecer palabras ligadas con complejos? Ya he explicado, y por largo, el malentendido de llamar con el mismo término al socialismo democrático y al mesiánico, pues ser programas incompatibles convive con llamamientos continuos a una "unidad de la izquierda". También expliqué por largo cómo la derecha se fue al centro desde finales de los años 40, estimulada por el Plan Marshall.

Por eso mismo, me parece actual y urgente hacer la prueba del cinco con amigos y conocidos, y que cada cual le busque explicación a ese colapso del verbo. Pero preparémonos, en ese caso, para que no queden ni cinco.

viernes, 4 de septiembre de 2020

Colección de modismos demodés

I

Efectiviwonder', 'ya ves truz' y otras 20 expresiones más rancias que el Anís del Mono

19/02/2018

El Diccionario de la RAE ya dedicaba un par de acepciones despectivas a lo rancio: "Anticuado o propio de épocas pasadas" y, dicho de una persona, "de ideas pasadas de moda". Sin embargo, en el año 2010 la palabreja adquirió una dimensión cósmica y comica, cuando el dibujante Pedro Vera la convirtió en el hashtag de Twitter #ranciofacts. y, posteriormente, en una serie de historietas para El Jueves, recopiladas en formato álbum por Astiberri.

El historietista me explica su propia acepción de lo rancio: "Vendría a ser algo así como expresiones desactualizadas, más caducadas que el DNI de La Pasionaria, comportamientos revenidos, tópicos manidos ad nauseam, lugares comunes muy machacados y usados por pereza comunicativa, situaciones mohosas, chistes que dejaron de tener gracia en la Batalla de Lepanto, coletillas viejunas, cochambre comunicativa..."

Los ranciofacts son también una airada reacción de Vera al exceso de lugares comunes en los medios de comunicación: "Empecé porque les tenía ganas a los tópicos periodísticos, que son un bombardeo continuo y a diario. Pero también saqué todo lo rancio que hay en mí, mis frases, mis chorradas rancias, mis "uy, yo por las noches sólo ceno un yogurt" cuando me estoy forrando de cenorra con los amigotes".

A continuación, pasaremos revista, por orden alfabético, a algunas de nuestras expresiones rancias favoritas, trufadas con viñetas de los ranciofacts de maese Vera. ¿Te lo vas a perder?

"Bueno, poco a poco"

Eres el hombre del anuncio que lo ha perdido todo: ese que apostó al negro y salió el rojo, que vio cómo la mujer de sus sueños se casaba con su mejor amigo, que vendió sus acciones justo antes de que subieran… Le cuentas tus penas a tu cuñao y al cabrón no se le ocurre otra cosa que soltar un dolorosísimo: "Bueno, poco a poco".

"Cada año las Navidades empiezan más pronto"

Si esta frase fuese cierta, ahora, en pleno febrero, ya estarían colocando los portales de Belén, el Cortylandia y las lucecitas. Pero no. Puede que los comerciantes adelanten lo más posible esas fechas tan entrañables, pero, créanme, el día de Navidad siguen empezando el 25 de diciembre y quien diga lo contrario peca de ranciedad.

"Chichinabo"

Persona o cosa de poca importancia o calidad: un curro de chichinabo, un alcalde de chichinabo, un jefecillo de chichinabo, un país de chichinabo… Es una expresión más vieja que la tos y Fernán Caballero ya la usaba en su obra Una en otra, con mal o con bien. A los tuyos te ten. Sí, aunque parezca increíble, chichinabo tenía su gracia. En 1861. Hoy no.

"Climatología adversa"

Disparate tamaño casa usado mayormente en el periodismo futbolero. Porque la climatología es (cito) "la ciencia que estudia el clima, sus variedades y sus cambios y las causas de estos" o, como mucho "el conjunto de las condiciones propias de un determinado clima". Con lo fácil que es decir "está lloviendo" pero, claro, todos queremos quedar de enteraos, aún a riesgo de precipitarnos en el pozo de lo rancio.

"Con la que está cayendo"

Los colegas de El Mundo Today lanzaron una noticia que decía así Detenido el presunto autor de la expresión "con la que está cayendo". Entre otras cosas, se le acusa de poner de moda otras frases pegadizas que contaminan el lenguaje de la calle, como lo de "potenciar las sinergias", "optimizar recursos", cuadrar agendas" o "hay que apretar, ahora más que nunca". Lamentablemente, la noticia era falsa y ese desgraciado sigue suelto.

"¿Cómo vas de lo tuyo?"

Pregunta que el cuñao de turno usa para preguntar al prójimo por la evolución de alguna adversidad que le ha ocurrido, pero en un tono tan despreocupado, casi insultante, que mejor quedarse calladito. La expresión se uso hace unos años en una campaña para luchar con los ranciofacts asociados al cáncer.

"De donde no hay, no se puede sacar"

Este es un señor refrán, empleado a destajo por los españoles desde tiempo inmemorial. En la actualidad, el Instituto Cervantes lo considera "poco usado". Pero vaya si se usa. Se suele emplear para aludir a alguien torpe o poco inteligente. Por ejemplo, te dice tu compañero de curro que menganito es un zángano y un necio. Y tú contestas: "Si es que de donde no hay…" Con decir esa parte, vale. Así le das la razón a tu compañero pero no te mojas, que las paredes tienen orejas.

"Después del carajillo, un buen palillo"

Ranciedumbre nivel Dios. Estamos hablando del uso de instrumentos antediluvianos como el mondadientes (antepasado rancio del hilo dental) y del carajillo, que ya solo tragan los émulos del Fary. Y la rima fácil ya está servida.

"Efectiviwonder"

Efectivamente, este adverbio polularísimo viene a significar "efectivamente", en un horrísono juego de palabras cuya divulgación es atribuida a Millán de Martes y Trece, que en el Especial Nochevieja del 91 perpetró un sketch en el que aparecía disfrazado del popular cantante invidente a bordo de un coche, mientras se atiborraba a cubatas y repetía el horrísono adverbio que desde entonces no hemos dejado de oír.

"Este fin de semana follo con fatatas y fimientos"

Fantasmada de bar, para soltar con los amigotes cuando ya has pillado el puntito y tienes el sexto cubata tintineando en la mano: "Pues como os iba diciendo, tengo a la rubia esa en el bote, me da que este finde follo con fatatas y fimientos".

"Esto huele que alimenta"

¿Quién no ha vuelto a casa del tajo, y al llegar ha pillado a la parienta en la cocina preparando una olla de comistrajos y ha soltado un "esto huele que alimenta" que ha temblado el misterio? Pues eso. Con decir que hay una serie web gastronómica que se llama así…

"¿Y vosotros para cuando?"

No hay boda o bautizo que se precie en la que no se te acerque una tia abuela lejana y os espete a ti y a la barragana que te acompañe en ese momento un sardónico e hiriente "¿y vosotros para cuándo?".

"Me voy a hacer un cinco contra uno"

Hay infinidad de eufemismos horteras y revenidos para el acto masturbatorio, pero este se lleva la palma. Estás en la discoteca, llevas toda la noche sin comerte un rosco y sueltas: "Bueno, colegas, esto es un bosque pollas, yo me voy al sobre a hacerme un cinco contra uno".

"Mientras vivas en esta casa, harás lo que yo diga"

Aquí nadie se salva. Hasta nuestras santas madres son una fuente inagotable de ranciedumbre. No en vano, existe un libro de Amaya Ascunce titulado Cómo no ser una drama mama. Las 101 frases de tu madre que juraste no repetir. Entre ellas, la que encabeza este apartado, quizá la más inquietante, pero también "te voy a lavar la boca con jabón", "tómate el zumo rápido que se le van las vitaminas", "coge una rebequita que luego refresca" o "si te duele es que está curando".

"Ni de derechas ni de izquierdas, yo soy español"

¿Qué tienen en común el ex futbolista Salva Ballesta, la política Susana Díaz y el @cunadodetuiter? Todos han usado este ranciofact que, en el fondo, es una finísima forma de decir "soy facha".

"Ponme un zumo de cebada"

Gracieta de cantina que te congracia con el cantinero y los parroquianos. Llegar y pedir "una cerveza" es de sosos y gafapastas. Pero sueltas "ponme un zumito de cebada, jefe" y quedas como un señor.

"Qué nivel, Maribel"

A día de hoy, ni Paco Lobatón sabe quién demonios es la tal Maribel. Así que hemos llegado a la conclusión de que se trata de otro ripio absurdo para decir que algo te parece lujoso, como de alto copete. Verbigracia:

Tú: Vamos a celebrar la boda de la niña en los Salones Botero.

Tu cuñao: ¡Qué nivel, Maribel!

"Que no te lo cuenten"

Cuando Joaquín Luqui o Fernandisco escupían esta expresión por la radio, aún tenía un pase, aunque la gente joven ya se mofaba de ellos. Pero usarla hoy es de juzgado de guardia. Por cierto, en Gijón hay un restaurante que se llama así: "Que no te lo cuenten". Hace falta valor.

"Te lo dije"

Latiguillo cuñao por antonomasia, hasta el punto de dar título a una sección de Muchachada Nui en la que el hipster Joaquín Reyes, debidamente disfrazado de cuñao, daba sabihondos y altivos consejos sobre cuestiones tan trascendentales como abrir un negocio de hostelería o escaquearse en el curro.

"Un marco incomparable"

Topicazo utilizado hasta la arcada por los periodistas de viajes. Es una versión corta del kilométrico "en un marco incomparable de belleza sin igual". Como dice el propio Vera, "el uso de expresiones como 'un marco incomparable' debería ser motivo de despido".

"Ya ves truz"

Pues eso, un "brillante" juego de palabras que transmuta una frase de por sí manida e insignificante como "ya ves tú" en una fiesta cuñada. Mismamente como "aquí andamios", "me da esgrima", "qué me estas container", "parece menterio" o "pagan justos por pescadores". Risas enlatadas.

"Yo estoy a favor de los gays, más mujeres libres pa mí"

La homofobia también es cuñada a tope. Desde el "yo tengo muchos amigos homosexuales" (que suele ir seguido de algo como "pero mariconadas, las justas") hasta esta sentencia que haría encanecer al mismísimo Arévalo

II

EFECTIVIWONDER’, ‘CANTIDUBI’ Y OTRAS EXPRESIONES PASADAS DE MODA

by javierdemiguel 31 marzo, 2016

Pasaron de moda los calentadores para los tobillos, las camisas con chorreras o David Civera (que la detengan que es una mentirosa, lalala peligrosa, lalalala controlar…). ¿Quién habla ya del ébola, la gripe aviar o el Harlem Shake (siempre me quedé con ganas de hacer uno)? Nadie usa ya los politonos, el humidificador o el bastón para pasear. Y así, del mismo modo, hay decenas de expresiones y palabras que se han quedado en la habitación del olvido con el paso de las generaciones. Aquí traigo una pequeña recopilación de algunas.  Sentíos libres de comentar y sugerir más (as always).

– Yes very well fandango: empiezo fuerte con este irresistible combo entre una expresión inglesa de lo más coloquial y la pura esencia del folklore nacional.

– Demasié pa´el body: “demasiado para el cuerpo”. Esto es: muy fuerte. Algo difícilmente soportable pero en plan bien. “¿Has escuchado lo último de The Mammas and the Papas? – Ya te digo, es demasié pa´el body“.

– Efectiviwonder: Posiblemente mi favorita. Como efectivamente quedaba soso, algún genio decidió darle un giro al adverbio para que sonara más internacional. Bravo. Yo la he intentado poner de moda de nuevo con escaso éxito (nulo, de hecho).

– Lo llevas clarinete: aquí la magia está en modificar el “claro” y afinarlo más. Se usaba con cierto tono irónico. Es como un “sí, seguro, vas tú listo”. Ej: “tengo pensado aprobar todo este verano e irme a Londres unos días. – ¿Aprobar todo tú? Sí, lo llevas clarinete, chaval”.

– La cagaste, Burt Lancaster (burlancaster): se utilizaba cuando alguien la había cagado pero la situación permitía un mínimo de mofa. Muy popular en partidas de juegos de mesa tipo Trivial.

– Ni hablar del peluquín: ni sé de dónde viene ni me importa. Me alegra que se extinguiera esta frase.

– Cantidubi: denota mucha cantidad. Exagerada cantidad: “me apetece cantidubi bajar a Torremolinos este verano”. “Pasé cantidubi de rasca este viernes en los Pirineos”. Lo más frecuente era que se asociara a otra palabra también un poco olvidada: Mola. Mola cantidubi.

– Estar al loro: estar atento, en guardia. “Al loro con lo que voy a hacer, compi”. “Estate al loro, que igual pasa por delante y no nos enteramos”.

– Dar un voltio: aquí no hay demasiado misterio: dar una vuelta. “Vamos a los Renoir, que estrenan Goldfinger, la nueva de 007. – ¿Vamos en bus? – Mejor dando un voltio, que hace buen tiempo.”

– Me voy al catre o al sobre: cuando te retirabas a la cama. Irse al sobre aún se escucha con relativa frecuencia (yo la uso, sin ir más lejos), pero irse al catre la podemos dar casi por extinta.

– Okei makei: pues nada, cogemos un poco de aquí, un poco de allá, juntamos y… OK makei! No necesita explicación, ¿no?

– Incrédibol: adaptación fonética de incredible. Me parece otra genialidad de nuestra jerga y no tenía que haberse perdido. Lastimosamente, murió allá por los 90…

– Dabuten, debuti, dabuti: una afirmación bastante madrileña. Equivale a sí, afirmativo, bien, perfecto, me parece genial. Aún se sigue usando (y que aguante).

– Mover el esqueleto: esta, como alguna otra, yo no llegué a usarla. I´m too young :). Creo que se extinguió en algún punto a principios de los 80. Mover el esqueleto era bailar.

– Nasti de plasti: Venía a significar que nada. “¿Oye, qué tal con Carlota? ¿Pasó algo? -Nasti de plasti”. Más claro que el agua.

– El último grito: o lo que es lo mismo: estar de moda. “Las medias de rejilla son el último grito entre la juventud española”. Se me ocurren varias expresiones que le han arrebatado el trono a esta: “son lo más”,  “parten la pana” (también en desuso) y, algo más actual, “lo están petando”.

– Echa el freno madaleno: un rima consonante como la copa de un pino, pura melodía para los oídos. Más allá de eso, no tiene sentido alguno. Literalmente, quieto parao. Frena. 

– Alucina, vecina: y si de rimas va la cosa, aquí hay otra de hacer una ola. Supongo que triunfó vecina como podía haber triunfado golondrina, Carmina o Catalina.

– Me  piro vampiro: no paramos con las rimas, menudo frenesí literario eran los 70. Quizá esta sea más de niños que de adultos, pero según tengo entendido la chavalería ahora sólo habla de hashtags, snapchats y emojis.

– Te lo juro por Arturo: ¡no puedo parar, las frases en rima me salen solas!

– Hace biruji: cuando hacía fresco. No llegaba a frío, era como para ponerse una chaqueta o un abrigo fino.

– Equilicuá: otra de mis palabras favoritas. Se usaba para confirmar una afirmación del interlocutor. Esto eso: “vale, ¿entonces si tengo 5 caramelos y los reparto entre 5 amigos le toca uno a cada uno? -Eeequilicuá (se podía hacer hincapié en la e inicial).

Los que estéis leyendo esto y seáis menores de 25, posiblemente alucinéis con alguna que otra frase. Los mayores, recordaréis que cualquier pasado no siempre fue mejor…


III


Vamos que nos vamos

Ya ves truz

Chachi piruli

Como dijo Herodes, te jodes

Me piro vampiro

Alucino pepinillos

¡Hola caracola!

Que no te enteras, Contreras

Rebota, rebota y en tu culo explota.

La cagaste Burt Lancaster

En fin, serafín

Supermán, chorizo con pan

Qué nivel, Maribel

Echa el freno Madaleno

Nasti de plasti

Te han pillao con el carrito del helao

Te sales minerales

Agur yogur

Parece menterio

Hasta la vista ciclista

Ya te digo, Rodrigo

Cómo mola la gramola

Qué tal andamios?

No te enrolles Charles Boyer

De qué vas. De Barrabás, que mola más

Pero qué Pretenders?

De qué vas? De bitter Kas

Menos gritos Milagritos

Hasta luego Lucas

Flipar en colores

Vecina, alucina

Leña al mono que es de goma

¿Qué pasa, tronco?

¿De qué vas, Bitter Kas

Mover el esqueleto

Eres un fitipaldi

¿Digamelón?

A mi plin, que duermo en Pikolín

Nanai de la China

A la cola Pepsicola

Está de rechupete

No te pongas nervi

Dabuten

Tranqui, tronco

Menuda biruji

Toma jeroma pastillas de goma

La basca

Fetén

¿Qué pasa, tron?

Guay del Paraguay

Agur Ben Hur

Mola cantidubi

Lo llevas clarinete

Dar un voltio

Okey Makey

Hasta luego cocodrilo

Mola mazo

El otro, Maroto y el de la moto

Rancio no, lo siguiente.

Con la que está cayendo

En fin, Pilarín.

No te libra ni Perry Mason.

-Cómo andamios, cuándo has vinilo ? -Bien. Llegué antes de Ariel

Que me olvides, Benavides!

Nos salen granos de verte / Nos alegramos de verte

Que te me jodas / Que te mejores

Recuernos a la familia / Recuerdos a la familia

Guay del Paraguay

Salimos de Guatemala y nos metemos en Guatepeor

Very well Manuel fandangos de Teruel / Sí, claro

Tengo mas hambre que el perro de un yonki

Cómo están tu mujer y mis niños?

Ayer te vi, tiré de la cisterna y te perdí

Veremos dijo un ciego

Yo Goku, tú Piccolo, yo fuerte, tú mongolo

Abanibí aborebé, me tiro un pedo salen dos y huelen tres

¡A los indios que vienen los caballos!

Te conozco bacalao anque vengas disfrazao

Quítate de enmedio que la carne de burro no es transparente (Y te pueden responder con un «Ni la de cerdo tan exigente»)

Siempre está en medio, como los jueves

El amo de la barraca

¡Qué pasa, Pink Floyds!

Menuda ful de Estambul

Canastos!

Rayos y centellas!

Caracoles!

Mola mazo

A dónde vas, alma de cántaro?

Fetén

Mecachis en la mar

Pan comido

¡Recórcholis!

El otro día vi a un butanero metiéndose un solysombra a las ocho de la mañana, antes de entrar a currar. Se me cayeron dos lagrimones como dos puños al ver que no se ha perdido una costumbre tan nuestra.

Que te calles Karmele

No puedorrrr!

Hola como tamos?

Pá’ la sacaaaa…

Rarrro, rarrroo, rarrroooo…

Tres puntos colega

Te da cuén? Ere un fistro pecador!

Lo que diga la rubia

Pos va a ser que no

Eres tonto hasta la hora de almorzar y después todo el día

Ahora vas y lo cascas

Que hay de nuevo viejo

Qué pasa, Neng?

Un poquito de porfavor

Te da cuen?

Toma moreno

Cuñaaaaao

Vamos que nos vamos

Sayonara baby

Te lo juro por Snoopy

Tarari que te vi

Tope guay

Super guay

Qué biruji!

Piña para el niño y la niña

La monda lironda

Guay del Paraguay

Que pasa colegui

La ley de la botella, el que la tira va a por ella

Pito pito gorgorito

Y tú que miras? Lo pedos que te tiras

El que se fue a Sevilla, perdió su silla

Santa Rita Rita lo que se da no se quita

Habla cucurucho que no te escucho

Cobarde, gallina, capitán de las sardinas!

Arreando que es gerundio

Monta aquí y pedalea

Una cosa te digo, una pera no es un higo

Que? Café con acento en la e para ti la mierda y para mi el té

Ni de Blas

Ostras Pedrín

Tengo sueño me voy al sobre

El truco del almendruco

Demasié p´al body

Nos damos un telefonazo

Ay que me mondo

Eso cuesta un pastizal

Okei makei

Chachi guachi

Macanudo

Cochino, marrano, cerdo americano.

Me voy, que no hay Casera

"¿Estudias o trabajas?" Ahora es difícil encontrar alguien que haga alguna de esas dos cosas.

Eh tú que estás ahí, sácate los dedos de la nariz!

Quieto, cobarde, pecadoooorr de la pradera

Ay que corcho

Luego viene el tío Paco con las rebajas

De qué vas? Voy de playboy...  me la chupas y me voy.

¡Gol de Señor!!!!!!!!!  (1983)

 Me voy pa la queli.

Estoy hecho mistos

Pava = tía = moza

Con esto y un bizcocho hasta mañana a las 8

Me va a dar un jopo

Eres Corky!

- ¿Qué?... Cacahué

- Perita y/o Perórtico

- Zu Puleva (bastante cani)

Mohíno, Popof, soponcio, desconchabado, chaperón, papafrita

Está a huevo, lo ha puesto a huevo

Está tirado (muy fácil)

La he liado parda

Cagando leches (muy deprisa, ¡ya!)

Llorar a moco tendido

Tirarse al monte

Aburre a las ovejas

Estar empanado

Hace un día de perros

Llueve a cántaros, o caen chuzos de punta

Qué me estas container


IV


LÉXICO MOTERO

A

Abrir gas: se refiere a darle al puño del acelerador como si no hubiera mañana, haciendo rugir al motor de tu moto sin compasión alguna.

Apurar frenada: cuando parece que lo de frenar y se te ha olvidado, pero para sorpresa de todos, acabas frenando en el último momento, apurando al máximo. Quizá demasiado.

B

Biker: moteros que tienen una moto tipo custom.

Boina: se trata del casco de la moto.

Burra: la propia moto.

C

Cabo Norte: lugar situado en Noruega, que se muestra como la meca de todo motero.

Caldo: gasolina.

Cerdo: nombre con el que los moteros hablan de una Harley Davidson.

Chupar: consumo de combustible de la moto.

D

Dark Vader: nombre con el que los moteros se refieren a los guardias civiles.

Darle al mango: conducir la moto de una manera agresiva.

Desnuda: son aquellas motos que no cuentan con carenado, conocidas como estilo Naked.

E

Elefantes: una de las concentraciones de motos más importantes de toda Europa.

Enduro: pilotaje agresivo de una moto por en medio del campo o caminos inestables.

Entrar colado: entrar en una curva a una mayor velocidad de la que se debería.

Enroscao: conducir la moto con el acelerador a tope.

H

Hacer un interior o exterior: adelantar a otra moto por el interior o exterior de la curva.

Hacer un recto: llegar a una curva más rápido de lo normal y entrar con la moto recta.

Hierro: motos viejas o pasadas de moda que pesan más de lo normal.

I

Invertido: un caballito sobre la rueda delantera.

Irse a esparragar: cuando tienes un accidente, la moto se va hacia un lado y tú hacia otro.

Ir a rueda: seguir a otra moto muy cerca de ella.

J

Joe Bar Team: un cómic que se muestra como una lectura obligada para todo motero.

L

Lijado: cuando sufres una caída con la moto y se lija debido al roce con el asfalto.

Lata: como los moteros se refieren a los coches en la carretera. Los conductores son “enlatados”.

M

Melón: motero que cambia constantemente de moto.

N

Nevera: sinónimo de lata, se utiliza para referirse a los coches.

P

Pique: cuando conduces tu moto a modo carrera con otro motorista.

Palomar: el asiento trasero de las motos deportivas o de carretera.

Paquete: el que va de pasajero en una moto.

Pepino: moto muy potente y con unas altas prestaciones.

Pingüinos: la mayor concentración de motos de España y una de las más importantes del mundo.

Q

Quemar rueda: acelerar la moto mientras mantienes el freno delantero, haciendo que la rueda trasera patine contra el asfalto, llegando a echar humo. Muy común en las concentraciones de motos.

Quitar las pegatinas: adelantar a otra moto pasando excesivamente cerca de ella.

R

Retorcer la oreja: darle al acelerador.

RR: motos estilo Racing o de carreras.

Rebufo: ir justo detrás de una moto para así librarse del viento.