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domingo, 7 de abril de 2024

Tipos de voz interior y aplicaciones médicas.

Adelaida de la Peña, "No todo el mundo la tiene y suele adoptar cuatro arquetipos: cómo es la voz interior", en La Vanguardia, 9-X-2023:

Hay quien piensa en monólogo, en diálogo y quien carece de voz en off en su cabeza. Suele adoptar la forma de amigo fiel, padre ambivalente, rival orgulloso o niño indefenso

El neurocientífico José Ramón Alonso explica qué tipo de narradores internos hay y cómo experimentan el pensamiento quienes poseen una mente silenciosa

Casi todo el mundo piensa con una especie de narrador interior, posiblemente estés leyendo en tu mente este artículo con una vocecilla en tu cerebro, o estés pensando con palabras “sí, sí, yo pienso con una voz” o incluso “¿de qué está hablando?”. Eso es lo más normal, lo poco habitual es pertenecer al 0,8% de las personas con una mente silenciosa que no tienen esa voz en off que le ayuda a reflexionar, a tomar decisiones, a hacer la lista de la compra o a desahogarse.

El neurocientífico y catedrático de la Universidad de Salamanca José Ramón Alonso cuenta a La Vanguardia cómo son las diferentes voces interiores, qué tipos de personalidades suelen tener estos interlocutores internos y algunas curiosidades sobre la importancia y el funcionamiento de nuestra voz en off.

Anauralia, la rareza de una mente silenciosa

Tener una mente silenciosa, sin voz interior, es un fenómeno que se denomina anauralia, que es la ausencia de imágenes sensoriales auditivas.

La voz interior “no es el único sistema de pensamiento”, afirma Alonso, aunque “no tenerla es muy raro”: según este neurocientífico “en un estudio bastante amplio con un muestreo de unas 15.000 personas encontraron que solo el 0,8% no experimentaba voz interior”.

¿Pero cómo experimenta el pensamiento quien no tiene voz interior? Según Alonso, “lo más común es pensar en imágenes”. También, entendiendo pensar en un sentido amplio, “hay quien piensa que una forma de pensamiento son los sentimientos; el que tengas ira, alegría o tristeza son formas de afrontar una situación determinada”.

En cualquier caso, no tenemos un único mecanismo, “nuestro cerebro nos dota con distintas herramientas y cada persona utiliza la que mejor le funciona o varias de ellas, que es lo que creo que hacemos la mayoría”, explica.

¿Piensas en monólogo o en diálogo?

“Lo más común es oír una voz interior que identificamos generalmente como nosotros mismos, pero también hay personas que tienen una conversación interior en la que aparecen voces diferentes”, explica Alonso.

¿Por qué unos piensan en monólogo y otros en diálogo? ¿Cómo se forja esa voz interior que tiene la inmensa mayoría? “La teoría que tiene más apoyos es que nuestros padres nos dicen de pequeños, por ejemplo “no cojas el cuchillo” y el niño al principio lo repte en voz alta e imita las palabras y progresivamente se va haciendo silencioso. Se cree que esa sería la forma en la que nosotros cogemos mensajes de la infancia, los internalizamos y los convertimos en esa voz interior”, explica Alonso.

Lo más común es oír una voz interior que identificamos generalmente con nosotros mismos, pero también hay personas con una conversación interior

Pero quizás seas de esas personas que dialogan en su cabeza, que por ejemplo están en una tienda y su voz interior le dice “tengo que comprar esto porque es precioso y está rebajado” e inmediatamente otra voz interior discrepa “no lo necesito en realidad”.

En este sentido, el catedrático de la Universidad de Salamanca cuenta que hay un estudio que afirma que, “si los padres discuten mucho sobre el modo de crianza, es muy común que el niño interiorice esas dos voces y a lo largo de la vida, incluso ya de adulto, siga teniendo dos opiniones contrapuestas, una más estricta y otra más empática por ejemplo”.

No obstante, aunque a menudo pensemos verbalizando mentalmente, ya sea en monólogo o en diálogo, “parece que esa voz interior es mucho más sencilla que el lenguaje” que usamos normalmente para comunicarnos con los demás. Así, si tuviéramos ese soñado superpoder de leer el pensamiento de los demás, muy posiblemente no lo entenderíamos al completo porque a menudo está desestructurado.

Amigo fiel, padre ambivalente, rival orgulloso y niño indefenso

Al igual que cada uno tiene su propia personalidad, las voces de la cabeza también la tienen. Así se desprende de un estudio titulado Self-Talk: Conversation With Oneself? On the Types of Internal Interlocutors de Malgorzata Puchalska-Wasyl, psicóloga de la Universidad Católica Juan Pablo II de Lublin (Polonia), que estableció cuatro tipos de interlocutores internos: amigo fiel, padre ambivalente, rival orgulloso y niño indefenso.

El primer tipo descrito es un “amigo entrañable que te apoya”, que es el que parece más común, explica Alonso. 

Otro es “como un profesor o entrenador que te reta diciéndote que esto lo puedes hacer mejor, por ejemplo” que sería el que Puchalska-Wasyl denominaba “rival orgulloso”.

El padre ambivalente es “una figura paterna que en algunos momentos es muy empática, pero en otros casos es muy crítica” 

Y, por último, el niño indefenso, “que se valora como la más negativa, sería una especie de niño llorón, que es cuando te quejas a ti mismo de lo mal que te trata la vida, la gente, etc.”

Se puede educar en cierta manera, uno puede intentar que sus mensajes sean más del tipo positivo. “Al parecer es una clasificación bastante universal” y la mayoría le encaja alguno de estos cuatro perfiles de voces, aunque puede ir cambiando el perfil según el momento.

Y si lo que te dice tu voz interior no te viene bien porque es demasiado exigente o demasiado negativa, “se puede educar en cierta manera, uno puede intentar que sus mensajes sean más del tipo positivo, de animarte a ti mismo, etc.” porque “nuestro cerebro es muy abierto a lo que se encuentra y a lo que le pedimos”, explica el neurocientífico.

A veces te hablas, otras te escuchas

No estamos acostumbrados a reflexionar sobre cómo pensamos y mucho menos a explicárselo a otras personas, por eso son muchos los investigadores sobre el tema que ponen sobre la mesa la dificultad de estudiarlo, ya que la mayoría de los estudios están basados en encuestas que recogen la experiencia de los participantes.

No obstante, hay algunos artículos más cuantitativos que han medido la actividad cerebral y han descubierto un dato curioso: existen dos tipos de voces, una que utilizamos para conversar con los demás y que a veces usamos de forma interior sin verbalizarla y otra que de manera inconsciente aparece en nuestro cerebro.

“La voz deliberada y la espontánea no son exactamente la misma”. A veces te hablas y otras te escuchas. Alonso lo explica, por ejemplo, “cuando haces deporte y te estás diciendo a ti mismo: “¡Venga, a ver si consigues llegar hasta aquel árbol!” es tu voz interior, hablando deliberadamente”. “Pero otras veces surge ella sola como si tuviera vida propia” de forma espontánea, y “no son la misma”. “Una es más que te hablas a ti mismo y en otras te escuchas a ti mismo”, explica, y están en distintas áreas del cerebro, de manera que “a veces se activan las zonas del oído y otras las del habla”.

La dificultad de ponerse en la cabeza del otro

Tan interiorizada está la forma en la que articulamos nuestros pensamientos que “al que no tiene voz interior le parece difícil de creer que haya gente que sí la tenga, y viceversa”, dice.  

Cada vez que aparece en tema en redes sociales, miles de personas comentan, sorprendidos, que existan personas que tengan (o no) tal voz interior, y se preguntan unos a otros cómo la hacen, ante la incredulidad de que otros no tengan esa misma experiencia.

Leyendo este artículo ya habrás reflexionado si tienes voz interior, aunque a veces la respuesta no es tan sencilla. En primera instancia uno puede pensar que no, pero de repente, cuando pasa un rato, puedes sorprenderte a ti mismo con esa voz consciente o inconsciente, reflexionando sobre este tema, o leyendo con tu voz este artículo.

“No es una experiencia constante, aparece en determinados momentos del día”, explica el neurocientífico, “frecuentemente, por ejemplo, en ciertos momentos de estrés, como para ayudar a afrontar momentos un poco más difíciles”, apostilla.

Cuando la voz es el problema

Generalmente, ese ‘Pepito Grillo’ que tenemos es positivo, pero hay unos pocos casos en los que es muy perjudicial, como en “la esquizofrenia y la rumia que se produce con la depresión o la ansiedad, cosas que afectan negativamente al bienestar de la persona”.

Alonso refiere una importante investigación realizada con pacientes esquizofrénicos, de la que se desprende la importancia que puede llegar a tener la voz interior, y hasta qué punto puede llegar a modificarse para convertirla en algo más positivo.

“En la esquizofrenia muchas veces la gente escucha una voz interior que le dice mensajes lesivos para sí misma o para otras personas, diciendo cosas como que mates a tu madre”. En este contexto se ha realizado un estudio publicado en The Lancet Psychiatry Journal en el que los profesionales “han hecho una especie de retrato robot de esa voz, preguntando si es hombre o mujer, de qué edad la imaginan, si es ronca, qué tipo de palabras utiliza, etc.” Y, con esa información recopilada, crean un filtro de voz que utiliza un psicólogo para hablar al paciente desde otra habitación.

Pero no solo replican la voz, esta terapia, denominada Avatar, también crea una imagen virtual, con una cara que el paciente pueda identificar con la de la voz interior que le dicta mensajes maliciosos. Con todo esto el profesional puede ir modulando el mensaje lesivo, volviéndolo más positivo y conduciéndolo a la normalidad sin fármacos.

"Los pacientes empezaron a mejorar de forma magnífica", así que el estudio se ha ido ampliando posteriormente, "porque parecía que podría ser una nueva herramienta sin fármacos ni efectos secundarios, que abriese nuevas perspectivas”.

La afantasia, la enfermedad que suelen padecer los programadores informáticos y los que no saben dibujar

Un afantásico no sabe o no puede dibujar apenas, y si dibuja es un pobre esquema. Curiosamente, los afantásicos suelen ser buenos programadores informáticos.

Adelaida de la Peña, "La 'mente ciega': así es el cerebro de las personas que no pueden crear imágenes en su interior", en La Vanguardia, 31/10/2023:

La afantasia afecta a un 3,9% de la población en algún grado y a un 0,8% de forma total. Las personas incapaces de generar imágenes visuales tienen dificultades para poner cara a un familiar fallecido, evocar recuerdos autobiográficos, recrear sueños muy vívidos e incluso proyectar el futuro

Si alguien te dice “¿te imaginas que estuviéramos en la playa tomando un mojito?”… ¿eres capaz de visualizarlo en tu mente? ¿ves por ejemplo del vaso con hielo, la arena y el mar? Si no puedes o te cuesta hacerlo, quizás tengas afantasia en algún grado, porque la mayoría de las personas sí pueden generar imágenes mentales, no lo dicen en sentido figurado como para expresar que les gustaría estar de vacaciones sino que realmente pueden ver, con mayor o menos nitidez, una imagen mental.

“La afantasia es una dificultad marcada por los problemas para crear imágenes mentales”, explica a La Vanguardia Pablo Barrecheguren, doctor en biomedicina especializado en neurobiología y divulgador científico. “Es un grado, se estima que el 3,9% de la población tiene dificultades y el 0,8% tiene una incapacidad total para crear imágenes mentales”, es decir, que “casi una de cada 100 personas no puede imaginar”.

Los efectos

Un afantásico no puede imaginar con claridad un amanecer, pero puede describirlo perfectamente porque lo conoce

El hecho de no tener imaginación visual, especialmente cuando ocurre en un grado total, impide por ejemplo ver en la mente la cara de un familiar fallecido, visualizar recuerdos autobiográficos, tener sueños muy vívidos e incluso proyectar el futuro.

Además, un afantásico no puede imaginar con claridad por ejemplo un amanecer, pero puede describirlos perfectamente porque los conoce. “Una cosa es imaginar un geranio y otra saber lo que es. Estas personas saben lo que es, lo han visto (…) funcionan de otra manera; si tú les fuerzas a tener que generar una imagen, sí que digamos que ahí se atascan, pero eso no quita para que puedan describir cómo es porque lo han visto, lo han aprendido y lo tienen en la memoria” (que no en la imaginación).

Lo más llamativo es que esto no es limitante.  Para quienes le resulta fácil generar imágenes mentales, un primer impulso es pensar que tener una mente ciega debe ser un problema, sin embargo, “lo más llamativo es que esto no es limitante”, explica el neurocientífico, de ahí que mucha gente no se dé ni cuenta. “Hay otras cosas cognitivas que en cuanto te sales un poco de la norma si es muy problemático, pero esto no. La lección yo creo que es que hay una diversidad neurológica mucho mayor de lo que creemos”, insiste.

Menos terror

Aunque las investigaciones en la materia son aún muy recientes y falta mucho por estudiar, ya se han analizado algunas implicaciones. Por ejemplo, un estudio publicado en Proceedings of The Royal Society en 2021 sobre el papel fundamental de las imágenes mentales en las emociones humanas apunta a que los afantásicos pasan menos miedo o angustia ante un relato de terror. Parece lógico porque cuando leemos a menudo nuestra mente nos transporta a lugares que a veces somos capaces de ver y hasta de oler o sentir el frío del ambiente. En un relato aterrador… ¿cómo pasar el mismo miedo sin visualizar una puerta que se abre sola que podría ser la nuestra?

“Nuestros datos demuestran que los individuos afantasicos muestran una reacción de miedo fisiológica (SCL) significativamente menor cuando leen historias de terror, en comparación con los participantes de control con la capacidad de visualizar”, determina esta investigación.

No poder crear imágenes mentales conlleva tener menos sueños y menos vívidos.

¿Y cómo soñar si no puedes crear imágenes? Quienes no ven con el ojo de la mente “tienen sueños un poco menos vívidos, menos ricos sensorialmente”, cuenta el neurocientífico, refiriéndose a un estudio publicado en la revista Nature en 2020 que dilucida que “curiosamente, los individuos afantasicos reportan menos sueños y cualitativamente empobrecidos”.

Y proyectar el futuro también es más complicado para quienes experimenta ceguera mental, ya que el mismo estudio asegura que “también se informó que la memoria episódica y la capacidad de imaginar eventos futuros de los individuos afantásicos se redujeron significativamente en comparación con las dos poblaciones de control”.

Esta condición neurológica es complicada de detectar porque las personas creen que sus procesos mentales son los mismos que los de los demás: si llevas toda la vida experimentándolo, no tienes la sensación de que en tu cerebro esté ocurriendo algo diferente.

Es difícil diagnosticar a un afantásico porque, aunque hay algunos test, no hay una prueba fisionógica del todo desarrollada. Ha sido en los últimos años, cuando el tema ha salido a la palestra con nuevas investigaciones al respecto, cuando las personas sin imaginación visual están dándose cuenta de ello. “Hay mucha gente adulta que está de repente descubriendo que es afantásico”, asegura Barrecheguren.

Hay mucha gente adulta que está de repente descubriendo que es afantásico.

Pablo Barrecheguren, Neurocientífico y divulgador:

Para descubrir si uno es afantásico total o en algún grado, hay que poner a prueba la imaginación visual. En primer lugar hay que tener en cuenta que “nadie imagina desde cero, cuando imaginamos, una parte del cerebro se pone a funcionar y tira de la memoria siempre”, explica el divulgador. Por tanto, una buena manera de saber si experimentamos esta condición sería por ejemplo “pensar en un cuadro conocido como La Meninas y recorrerlo visualmente con tu mente, entrar dentro del cuadro, mirar por detrás… este ejercicio ¿te cuesta o no?” la respuesta te puede dar una pista de si tienes algún grado de afantasia.

“Si te piden que visualices en la mente algo que ya conoces y tienes dificultad, no es porque no sepas lo que es, sino porque tienes dificultad para generar la imagen” con lo que podrías tener algún grado de afantasia, resume Barrecheguren.

El psicólogo británico Francis Galton, pionero los investigar la inteligencia humana, fue el primero en esbozar la incapacidad de ver con el “ojo de la mente” en su denominado Estudio del Desayuno llevado a cabo en 1880. En este experimento se pedía a los participantes que imaginaran su mesa del desayuno y posteriormente describir lo que habían visualizado (no lo que recordaban). “Es un ejercicio que no se trata sólo de enunciar los objetos de la mesa cuando has desayunado sino que también se mide la viveza, cómo olía por ejemplo”, explica Barrecheguren.

Si te piden que visualices en la mente algo que ya conoces y tienes dificultad, no es porque no sepas lo que es, sino porque te cuesta generar la imagen. Las conclusiones fueron sorprendentes para el psicólogo, ya que se constató una gran diversidad en la forma en la que cada uno imagina visualmente, de manera que algunos de los participantes tenían visiones muy someras o nulas, mientras que otros experimentaban mucho realismo y detalles.

Sin embargo, estos descubrimientos se quedaron en un cajón cerca de un siglo hasta que el científico británico David Marks lo desempolvó en 1973 y desarrolló el Cuestionario sobre la intensidad de las imágenes visuales (VVIQ) que puedes realizar para saber, del 1 al 5, cómo de precisa es tu capacidad de imaginar visualmente, en el que uno es que “no hay imagen en absoluto, sólo “sé” que estoy pensando en el objeto” y cinco que es “perfectamente realista, tan vívido como ver de verdad”.

Las pupilas reaccionan al brillo de la imagen mental, primera prueba fisiolófica de la afantasia. 

Hasta hace muy poco, el año pasado, las investigaciones eran subjetivas, sólo podían medir a base de test los efectos de no tener imaginación visual. Sin embargo, un reciente estudio de 2022 titulado La respuesta pupilar a la luz como índice fisiológico de afantasia, fuerza de la imaginería sensorial y fenomenológica, ha aportado la primera prueba objetiva de la existencia de esta condición neurológica a través de la reacción de la pupila al brillo ilusorio. “Se trata de una investigación muy puntera que aún es experimental que está midiendo un reflejo del ojo”, explica Barrecheguren.

Las pupilas responden a la luz del exterior dilatándose o contrayéndose y este experimento ha demostrado que esta parte del ojo también reacciona ante el brillo ilusorio, es decir, a la luz de la imagen mental.

Atentos al resultado

Una manera de saber si experimentamos esta condición sería por ejemplo pensar en un cuadro conocido como 'Las Meninas' y recorrerlo visualmente con tu mente, entrar dentro, mirar por detrás… 

En conversación con La Vanguardia, el neurocientífico y divulgador cuenta que cuando realizaron el experimento “la pupila cambiaba en función de la luminosidad que mentalmente se asociaba a una imagen. Esto es muy chulo; Mostraban dos imágenes en blanco y negro y con la misma escala de grises y brillo idéntico, pero la pupila reacciona de forma diferente incluso si la imagen es el sol o la luna porque hay como un brillo mental asociado que nos imaginamos bastante automáticamente”, de alguna forma, aunque el brillo de la imagen sea la misma, la pupila responde a lo que imaginas. Así, el ojo de un afantásico no tendría ese reflejo porque no se está imaginando la foto.

Varios ciudadanos se ejercitan en Madrid este sábado. Miles de españoles salen este sábado por primera vez desde que se decretó el estado de alarma a hacer deporte y a pasear cuando la séptima semana de confinamiento llega a su fin, aunque lo harán con limitaciones.

“Nuestros resultados indican que la fuerza del contenido de las imágenes impulsa la respuesta de la luz de la pupila en los participantes que experimentan imágenes visuales. El carácter involuntario de esta respuesta proporciona una valiosa medida objetiva de la fuerza de la imaginación. En consecuencia, buscamos utilizar este hallazgo para probar la veracidad de una condición llamada afanasia, es decir, si estos individuos realmente carecen de imágenes visuales, no deben mostrar una respuesta de luz pupilar a las imágenes imaginadas”. 

Otras formas de imaginación

“Las personas con afantasia parece que no sólo tienen dificultad en imaginación visual sino que también tienen mermadas, quizás no en el mismo grado, las otras formas de imaginar con los otros sentidos”, cuenta Barrecheguren. Por ejemplo, “algunas personas que tienen afantasia técnicamente tienen anauralia”, que es la ausencia de voz interior.

Así lo constata un estudio de 2021 titulado Anauralia: la mente silenciosa y su asociación con la afantasia, en el que se demostró que “la mayoría de los afantasicos también informaron de imágenes auditivas (voz interior) débiles o completamente ausentes y los participantes que carecían de imágenes auditivas tendían a ser afantasicos”. Y esto también ocurre a la inversa; quien tiene una gran imaginación visual también suele tener mucha voz interior.

La mayoría de los estudios son muy recientes y actualmente se ha investigado la imaginación asociada a los sentidos más evidentes como son la vista o el oído (imágenes y voz interiores), por eso hay más documentación sobre la afantasia o la anauralia. “Se han estudiado las más obvias”, explica Barrecheguren, pero probablemente esta diversidad cognitiva atañe a “todas las percepciones como pueden ser la sensación térmica o la del dolor”, aventura el neurocientífico.

La hiperfantasia, el polo opuesto

En la inmensa variedad neuronal que se ha demostrado a lo largo de los estudios, se han valorado grados, y al igual que podemos decir que casi una de cada 100 personas tiene afantasia total, también existe el polo opuesto, a hiperfantasía, que son las personas capaces de generar imágenes fotorealistas y son en torno al 3% según Barrecheguren.

“Esto es el otro lado y tiene sus pros y sus contras”, reflexiona el neurocientífico, quien apunta que “no es un problema de salud, es cuestión de diversidad”.

martes, 22 de noviembre de 2016

Las farmacéuticas bloquean las investigaciones contra el cáncer que no les benefician

Nuño Domínguez, Chris Sander, investigador del Instituto de Cáncer Dana-Farber: “Las farmacéuticas impiden el desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer”, en El País, 22-XI-2016:

El padre de la bioinformática explica cómo la computación puede ayudar a comprender la complejidad de cada tumor y buscar tratamientos especializados.

Los grandes proyectos de secuenciación del genoma del cáncer iniciados hace una década han demostrado que cada tipo de tumor es tan diferente de otro a nivel genético y molecular que parecen enfermedades distintas. Esa heterogeneidad también se da dentro de cada paciente, una célula de un tumor puede ser muy distinta de la de al lado. Y toda esta variabilidad genética puede explicar por qué unas personas (y células) responden a los tratamientos oncológicos y otras no.

“Con tanta complejidad, sólo utilizando ordenadores se podrá resolver el problema”, explica Fátima Al-Shahrour, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Al-Shahrour es especialista en bioinformática, una disciplina en expansión que mezcla el poder de cálculo de los ordenadores actuales con herramientas prestadas de las matemáticas y la estadística para analizar la inmensidad del Big Data genético del cáncer. Al-Shahrour ha sido una de las organizadoras de un congreso internacional del CNIO y La Fundación La Caixa que se ha centrado en cómo entender y combatir la heterogeneidad del cáncer gracias a la bioinformática.

Chris Sander, uno de los padres de esta disciplina, ha sido la estrella del congreso. Es investigador del Instituto de Cáncer Dana-Farber de Boston (EEUU) y uno de los líderes del Atlas del Genoma del Cáncer, un consorcio estadounidense que ha estudiado las variaciones genómicas de 30 tipos de tumores en 20.000 personas. “Esta base de datos nos abre ahora la visión a los detalles microscópicos de lo que sucede cuando hay un cáncer”, resalta Sander. Físico teórico, se pasó a la biomedicina hace más de cuatro décadas. Sander ha dearrollado algortimos capaces de resolver problemas de biología que se le resistían a los mayores superordenadores del mundo y creado unidades de bioinformática en el Laboratorio Europeo de Biología Molecular y el Centro de Cáncer Memorial Sloan-Kettering de Nueva York. En esta entrevista explica cómo la bioinformática puede ayudar a encontrar nuevas terapias combinadas más efectivas y asequibles.

Pregunta. ¿Qué le diría a una persona con cáncer sobre cómo la bioinformática puede mejorar los tratamientos?

Respuesta. Por ejemplo, hemos demostrado que hay tumores cerebrales que parecen muy similares, pero cuando los analizas desde el punto de vista molecular y genético resulta que cada persona tiene un tumor diferente. Es la heterogeneidad del cáncer, lo que implica que cada uno necesitará una terapia diferente. Nosotros podemos relacionar el paisaje complejo de cada tumor y el número de drogas disponibles para encontrar la combinación correcta. Inicialmente lo vamos a estudiar en ensayos clínicos con pacientes y después comenzará a hacerse en los hospitales, como terapia.

P. Usted defiende que los pacientes también pueden tener un papel más activo en la lucha contra el cáncer

Mi petición a los pacientes es que que dejen captar su información de salud a través de sus teléfonos inteligentes

R. Sí. Por ahora el poder de la genómica en el cáncer son los más de 60.000 tumores analizados a nivel de genética molecular. Esa es la montaña de datos que tenemos. Lo que nos falta es una información equiparable sobre personas. Esa información está bloqueada en los hospitales y es incompleta. Tenemos que trabajar para estructurarla bien, publicarla y compartirla, de forma que podamos pasar de una montaña de datos genéticos a otra de datos de salud personales, historias médicas, estilos de vida, etc. Mi petición a los pacientes es que trabajen con la comunidad de ingenieros informáticos, los geeks, y que les dejen captar su información de salud a través de sus teléfonos inteligentes, de forma que podamos obtener esa información directamente de ellos. Esto ya está pasando, hay programas pilotos en marcha.

P. ¿Debe la gente preocuparse porque se expongan sus datos de salud?

R. Deberíamos crear un derecho constitucional de cada persona a la propiedad sobre su información genómica y de salud. Una vez tengas ese derecho podrás guardarte los datos solo para ti o compartirlos. Hay gente con un cáncer muy agresivo que quiere compartir sus datos mientras estén vivos porque esperan ayudar a otras personas conectadas, igual que en Facebook. Si conseguimos proteger ese derecho, creamos la libertad de compartir información. Y si lo hacemos bien, tendremos una base de datos extremadamente poderosa. Podremos multiplicar por 10 o por 100 los beneficios que ya permite la bioinformática en el tratamiento de tumores.

A Trump le llamo basura [dump]

P. ¿Los ordenadores también pueden encontrar nuevos usos a fármacos ya existentes?

R. Sí. Especialmente con las llamadas terapias combinadas, cuando usas varias drogas juntas para combatir tumores que son resistentes a un fármaco. Una derivada de esto es que puedes evitar usar los fármacos más caros, de digamos unos 200.000 euros, y sustituirlos por una combinación de otros ya aprobados mucho más baratos. Este reposicionamiento ofrece una enorme oportunidad. Pero las grandes farmacéuticas se oponen. Han hecho grandes contribuciones para curar el cáncer, pero no están interesadas en hacer ensayos clínicos si no tienen la oportunidad de sacar un montón de dinero. Si una combinación contiene un medicamento barato, las grandes farmacéuticas no harán el ensayo porque no aumentará sus beneficios. Por eso tenemos que encontrar la forma de hacer ensayos clínicos alternativos, financiados con dinero público. Es un problema social y político, pero hay la oportunidad de aportar un enorme beneficio a los pacientes con cáncer si hacemos ensayos públicos, por ejemplo sobre tumores muy especializados que no les interesan a las grandes compañías.

P. ¿Así que las grandes farmacéuticas se oponen al desarrollo de nuevos tratamientos?

Estamos permitiendo que haya muertes por cáncer totalmente innecesarias

R. Sí. Están poniendo el foco en una sección demasiado pequeña, debemos ampliar las miras.

P. ¿Cuándo llegarán las terapias mejoradas gracias a la bioinformática?

R. Ya. Es parte del sistema global de desarrollo de nuevas terapias. Por ejemplo, considera el melanoma, una enfermedad mortífera y muy rápida. Los nuevos ensayos clínicos de inmunoterapia han tenido una tasa de éxito de entre el 40% y el 50% dos años después del tratamiento, es decir, hay gente que potencialmente se ha curado o al menos no se morirá de melanoma. Es un logro rompedor. No se desprende directamente de la bioinformática, pero esta está ayudando a mejorar los resultados relacionando los tratamientos con el perfil genético de la gente y mostrando quién puede responder mejor.

P. ¿Cómo cree que afectará la victoria de Donald Trump a la ciencia en EE UU?

R. Yo le llamo basura [dump, en inglés], por razones obvias. Hace 77 años ya vimos dónde llevan ciertos movimientos políticos. Creo que ese es el mayor riesgo. Alguno de los políticos que han ganado las elecciones han negado la base científica del cambio climático, incluso en sus filas cuestionan la evolución. Si esa enemistad a la ciencia se traduce en recortes, habrá un problema en la investigación del cáncer. Como científicos debemos alzar al voz para que no haya un nuevo movimiento anticientífico.

P. ¿La medicina personalizada podría incrementar la desigualdad en algo tan importante como la salud?

R. Hay un problema sin resolver. Si quisiéramos reducir las muertes por cáncer en el mundo con una sola acción, esa sería una campaña mundial contra el tabaco y a favor de cambios en la dieta y los hábitos de vida. En una conferencia científica reciente en Singapur hubo una ponencia de Phillip Morris, una de las empresas del cáncer, que aseguraban estar haciendo investigación positiva en biología de sistemas. Cuando miré de qué se trataba, estaban desarrollando nuevos cigarrillos un poquito menos peligrosos ¡y los presentaban como si fuera ciencia! Como seres humanos estamos permitiendo que haya muertes por cáncer totalmente innecesarias y deberíamos pararlo. A no ser que solucionemos estos problemas sociales, la ciencia no podrá cambiar las cosas.

martes, 25 de octubre de 2016

Demencia digital, enfermedad moderna descrita por Manfred Spitzer

I

Rocío Ruiz entrevista a Manfred Spitzer: «El uso de tecnología frena el aprendizaje en los niños», La Razón, hoy:

El psiquiatra alemán es autor del libro «Demencia digital», donde denuncia que el mal uso de la tecnología puede tener efectos tan adversos como el alcohol

La adicción a la tecnología está relacionada con el tabaco, el fracaso escolar y las drogas

Una de las funciones de nuestro cerebro es la del aprendizaje, pero el uso de móviles y ordenadores provoca más daños que beneficios porque, al igual que un músculo, el cerebro sólo se ejercita si lo usamos de manera adecuada. Así lo cree Spitzer, que ha participado estos días en una nueva edición del ciclo Futur (s), organizado por Obra Social «La Caixa» y la Fundación Aprender a Mirar.

–¿Está de acuerdo con el uso de las nuevas tecnologías en los colegios y en la educación en general?

–Es una manera de quitar trabajo al cerebro. Cada vez que una máquina hace el trabajo por mí, el cerebro no aprende. La tecnología inhibe la capacidad de hacerlo. Las máquinas que utilizamos los adultos sirven para apoyar el trabajo intelectual que hacemos, pero no ocurre lo mismo en las aulas, donde las máquinas están para sustituir trabajo intelectual.

–¿Sería partidario de eliminar las tecnologías en la educación?

–No hace falta gastar dinero en introducir tecnología en las aulas. Sería más inteligente invertirlo en tener un profesor de refuerzo porque hay evidencia científica de que no se consigue aprender más, sino menos.

–¿En qué se basa para decir esto?

–Hay muchos estudios. Se ha demostrado que aquellos que utilizan tecnología no retienen información. No aprenden.

–Sin embargo, vivimos en un mundo digital. ¿Sería partidario de su uso fuera del aula?

–No es un argumento el hecho de que estemos en la era digital porque ni dentro ni fuera del aula podemos decir que la tecnología sirva a los niños para aprender. No está justificada como herramienta de aprendizaje. El alcohol es adictivo y como tal impide el desarrollo del cerebro. Lo mismo ocurre con el uso del móvil y de las nuevas tecnologías.

–¿Y la adicción es otra de las consecuencias nefastas?

–Las adicción a la tecnología se comporta exactamente igual que la adicción a sustancias. Utilizamos las mismas técnicas neurológicas para tratarlas. No vamos a introducir en Infantil y Primaria competencias sobre el buen uso del alcohol, por eso tampoco se debería hacer con las tecnologías, porque el daño cerebral que producen es equiparable al del alcohol. No sólo impiden el desarrollo del cerebro, producen adicción, insomnio y comportamientos de riesgo como cualquier otra adicción.

–¿Y entonces por qué en todos los colegios se está implantando la tecnología?

–Todo es una cuestión de dinero. Con un libro se aprende; con las nuevas tecnologías, no. Hay artículos publicados en «Science» que aseguran que se aprende menos con una pantalla que con un libro.

–¿Por eso habla de demencia digital?

–Cuando nacemos, no sabemos nada. Entrenamos el cerebro aprendiendo a utilizarlo y haciendo conexiones nuevas. Conforme va mos avanzando en edad, más tarde empezamos a decaer si no lo tenemos bien entrenado. Así, hay gente fallecida en la que encontraron alzhéimer en el cerebro, pero nunca desarrolló una demencia. Esto es una evidencia científica.

–Con lo «enganchados» que están los jóvenes de ahora al móvil, tablet, a los ordenadores... ¿tendremos una sociedad más enferma en el futuro?

–No puedo asegurar que en el futuro haya un 30% más de casos de demencias, porque hay muchos factores que influyen en el desarrollo de enfermedades mentales. Ya sabemos que el uso del móvil es causa de demencia, peor rendimiento académico y conlleva depresión.

II

Del blog de Alejandro Barros, con imágenes y diagramas visibles aquí, 31-I-2014:

"Demencia Digital, una mirada alternativa a los medios digitales"

Acabo de terminar la lectura del libro Demencia Digital – El peligro de las nuevas tecnologías (Digitale demenz) del Dr. Manfred Spitzer, de origen alemán, siquiatra, sociólogo y filósofo.  El Dr. Spintzer ha sido profesor invitado de Havard y es académico de la Universidad de Ulm, dirige el Centro de Transferencia de Conocimientos para las Neurociencias y el Aprendizaje de dicha universidad

El libro con un estilo ameno y muy documentado, cuenta con gráficas, imágenes y múltiples referencias a estudios de investigación respecto de las tecnologías de información y su impacto en nuestras vidas, me hizo recordar a otros que han escrito tratando de mostrar el lado B de las tecnologías de información y los medios digitales, en particular recuerdo a Pariser con su libro The Filter Bubble, Nicholas Carr con The Shallows y Douglas Rushkoff con Programar o ser Programado, en los cuales se mostraban ciertos cuidados a tener en este mundo de lo digital.

El libro es una mirada muy crítica (me gusta mirar los diferentes enfoques sobre los temas que me interesan) del impacto que estos medios están teniendo en nuestras vidas, reduciendo nuestras capacidades de concertación, sobre simplificando nuestro análisis y raciocinio, y muchos otros efectos  no sólo en nuestra mente sino también en nuestro cuerpo (obesidad, diabetes, hipertensión y otros).

El Dr Spintzer cita un estudio del Pew Research Center de los Estados Unidos de febrero del año 2012, en el cual se le consultó que opinaban más de 1.000 expertos de medios digitales e Internet sobre las siguientes afirmaciones, la respuesta fue 50 y 50 por ciento para cada una:

En el año 2020, los cerebros de los adolescentes y jóvenes adultos que ejercen la multitarea estarán conectados de una manera diferente a la de los cerebros de las personas mayores de 35 años y esto tendrá en suma efectos positivos. No padecerán merma cognitiva alguna mientras realizan rápida y simultáneamente varias tareas personales y laborales.  Al contrario, aprenderán más y se encontrarán en disposición de encontrar respuestas a cuestiones profunda, en parte porque sabrán buscar de manera más efectiva y sabrán interceptar mejor las informaciones colectivas existentes en internet. En total, las transformaciones de la conducta en el aprendizaje y en el pensamiento de los jóvenes tendrán repercusiones positivas de manera muy generalizada.

En el año 2020, los cerebros de los adolescentes y jóvenes adultos que ejercen la multitarea estarán conectados de una manera diferente a la de los cerebros de las personas mayores de 35 años y esto tendrá en suma efectos malos y tristes. No serán capaces de retener nada en la memoria, consumirán la mayor parte de sus energía intercambiándose breves notas sociales, entretenidos y distraídos, fuera de una ocupación verdaderamente profunda con personas y conocimientos.  No poseerán la capacidad de reflexión básica, ni tampoco la habilidad de la comunidad real, cara a cara.  Más bien serán dependientes de un modo insano de internet y de los terminales móviles para poder funcionar.  En total las transformaciones de la conducta y del pensamiento tendrán unos efectos negativos de manera muy generalizada.

El Dr. Spitzer en sus más de 300 páginas nos hace un recorrido por todas las áreas en las cuales las medios digitales están presente, así como su efecto en ellas.

* Nuestras capacidades de búsqueda se ven reducidas en profundidad y falta de capacidad crítica a los que nos responden los buscadores (Google, Yahoo y Bing), este tema lo trata Nicholas Carr en su libro The Shallows.

*Nuestra perdida progresiva de capacidad de orientación, producto del uso masivo de celulares y GPS.

*Incentivo a la cultura del “cortar y pegar” en lugar de “leer y escribir”, especialmente en colegios y escuelas.

*Las relaciones personales intermediadas por redes sociales en lugar del cara a cara.

*Según Spintzer lo dañino de entregar Notebooks a los niños en los colegios, todo esto demostrado con múltiples investigaciones, que muestran que el uso del computador en la sala de clases no sólo no mejora el rendimiento, sino que además produce otros efectos nocivos.

*Se pasea además mostrando que respecto de ciertos temas existe mucho mito, en particular, de los llamados nativos digitales y  sus capacidades frente a los medios digitales y sus habilidades multitarea.

Algunos de los ejemplos de experimentos que cita Spitzer, tiempos de reacción frente al reconocimiento de ciertos patrones, experimento de la Universidad de Stanford.

Muestra el efecto dañino de los videojuegos y consolas en niños, en particular aquellos de alto contenido de violencia, en el cual ha demostrado tener efectos nocivos en el comportamiento de niños que abusan de estos medios

Cierra abordando los problemas más profundos que acarean el uso de medios digitales sin control y a muy temprana edad, provocando, insomnio, depresión, sobrepeso y adicción como ya lo están mostrando algunas sociedades, particularmente asiáticas.

Otros medios están empezando a hablar del tema, y muchos se preguntan como se están viendo afectados nuestros niños con estos medios.

Los invito a leer el libro de Spitzer, el cual como les decía está muy bien documentado, con decenas de estudios serios de diferentes especialistas vinculados a la educación, aprendizaje y neurociencia de prestigiosas universidades.  En el libro se muestran los efectos de los medios con este gráfico:

viernes, 4 de marzo de 2016

Nueva y revolucionaria terapia contra todos los cánceres

La Universidad de Londres y el MIT descubren el 'talón de Aquiles' del cáncer

POR MARTA BARDÓN  

04/03/2016 - 10:42

Un descubrimiento histórico en la composición genética de los tumores tiene el potencial de abrir un nuevo frente en la guerra contra el cáncer y la entrega de potentes terapias que se adapten a los pacientes individuales, según han confirmado los científicos del MIT y la Universidad de Londres.

La investigación realizada por la Universidad de Londres aprovecha el sistema inmunológico del cuerpo para acabar con cada célula cancerígena de una manera "potencialmente revolucionaria".

Los científicos británicos están próximos a  tratar de manera personalizada o incluso curar el cáncer utilizando una técnica innovadora que encuentra y ataca "talón de Aquiles" de los tumores. 

La investigación realizada por investigadores del University College de Londres, con la colaboración de científicos de Harvard y del MIT, pretende curar el cáncer entrenando el sistema inmunológico del paciente para combatir la 'bandera' común en todas las células cancerígenas. 

Tratamientos a medida

La técnica investigada se adaptará a cada paciente en función de cómo responda su sistema inmunológico.

Charles Swanton, experto en la historia evolutiva del cáncer dirigió el estudio más reciente en el Instituto Francis Crick en Londres. Gracias a la investigación de Swanton fue posible descubrir que existen proteínas comunes en la superficie de todas las células cancerosas, lo que supone un 'talón de Aquiles' al que apuntar con futuras terapias.

"Los tumores siembran su propia destrucción"

"Lo que hemos encontrado por primera vez es que los tumores siembran las semillas de su propia destrucción", declaró Swanton.

Esta nuevo estudio promete ser eficaz contra la rápida mutación de la enfermedad, como el cáncer de pulmón, que hasta ahora ha eludido la mayoría de los tratamientos. Los científicos albergan la esperanza de que el tratamiento funcione en todos los casos, sea cual sea el tipo de cáncer que sufre el paciente.

Un descubrimiento histórico

Un descubrimiento histórico. Así podría calificarse el hallazgo de que entrenando el sistema inmunológico es el mismo cuerpo del paciente el que puede vencer al cáncer.

El cáncer es la enfermedad más letal en Reino Unido, donde causa más de 35.000 muertes al año. Según publica la revista Science, el primer ensayo humano en paciente con cáncer se realizará en los próximos dos o tres años.

La investigación, financiada por Cancer Reasearch UK, plantea dos escenarios posibles.

Multiplicación de células entrenadas y vacuna

Por un lado, los médicos tomarían una biopsia del tumor de un paciente y la analizarían para comprobar cuál es la 'bandera' que comparten todas las células cancerígenas. Posteriormente, verían si existen células inmunes dentro del tumor que reconozcan la 'bandera' para multiplicarlas en el laboratorio e introducirlas en el cuerpo del paciente para hacer desaparecer las células cancerosas. 

Por otro lado, los científicos trabajarían en detectar las proteínas que comparten todas las células cancerosas para crear una vacuna contra dicho elemento común. Después, podrían los médicos inyectaría la vacuna en el paciente cuyas células inmunes identificaría como invasoras a las cancerosas contra las que lanzaría un ataque.

sábado, 26 de diciembre de 2015

La Coca-Cola provoca enfermedades degenerativas


Comenzó siendo vendida en las farmacias de los Estados Unidos como tónico cerebral, que generaba una gran adicción en los pacientes.

Coca Cola: La gran depredadora de agua

Coca Cola siempre ha sido presentada como uno de los iconos del poder norteamericano en el mundo. Comenzó siendo vendida en las farmacias de los Estados Unidos como tónico cerebral, que generaba una gran adicción en los pacientes. El espíritu emprendedor del farmacéutico Pemberton convertiría dicho jarabe contra la tos en el famoso refresco actual.



La marca Coca Cola, lo mismo que Pepsi Cola, están sistemáticamente envueltas tanto en problemas medio ambientales como sanitarios
Esta multinacional es una de las menos respetuosas con el medio ambiente allí donde se instala. Sirva el dato, que hay más de 170 universidades, muchas de ellas norteamericanas, que ponen trabas a la venta de sus productos, precisamente por estas malas prácticas ambientales y sanitarias. Universidades como la de Atlanta, Toronto, California, Berlín o las de Irlanda han expulsado a Coca Cola de sus campus. La marca Coca Cola, lo mismo que Pepsi Cola, están sistemáticamente envueltas tanto en problemas medio ambientales como sanitarios.

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La compañía Coca Cola es la empresa de bebidas más grande del mundo, según sus propias palabras, en el año 2004, utilizó 283.000 millones de litros de agua. Esa cantidad permitiría dar de beber a todo el mundo durante diez días, o dar agua potable durante 47 días al año a la gente que no dispone actualmente de agua potable en el mundo.

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La composición química de la Coca Cola demuestra que es una droga vendida sin prescripción médica
Los productos de Coca Cola están siendo cuestionados por los consumidores en todo el mundo. Estos productos provocan graves problemas sanitarios, incluyendo obesidad, diabetes y problemas dentales, por lo que se están produciendo campañas para eliminarlos de escuelas e institutos.

La composición química de la Coca Cola demuestra que es una droga vendida sin prescripción médica. Se está drogando a diario, consumiendo una sustancia transgénica invasiva, que desequilibra el bienestar físico y mental del cuerpo humano. Coca Cola transmite enfermedades degenerativas a todos los consumidores, provocando la pronta llegada de la diabetes, que te vuelve adicto a la inyección de una trágica insulina, a causa de la acumulación de glucosa en la sangre, que provoca obesidad, y con el tiempo acabarán enfermando.

La Organización Mundial de la Salud recibe anualmente fuertes subvenciones financieras de Coca Cola. A pesar de esto, la OMS reconoce que Coca Cola es uno de los principales factores que acelera la aparición de la hiperglucemia, de la osteoporosis, de la hipertensión, gastritis aguda, cálculos renales, taquicardias y el deterioro del esmalte dental.



En la India, los plaguicidas en las bebidas gaseosas son un caso típico de doble rasero sanitario. Uno válido para americanos y europeos y otro para los hindúes. Los productos de Coca Cola fabricados en este país nunca pueden ser vendidos en los mercados de la Unión Europea o de los Estados Unidos. En el año 2005, se han rechazado sistemáticamente los envíos de esta marca, fabricados en India por considerar que no son productos sanitariamente seguros.

Un sector de la población muy importante de la India se está oponiendo a Coca Cola por el abuso que hace de sus recursos hídricos. Hace un uso abusivo tanto en cantidad como en calidad de los recursos del agua subterránea del país. Mientras muchas comunidades hindúes aún no tienen acceso al agua. Este abuso provoca un gran descenso en el nivel de las aguas subterráneas, lo cual deja sin agua a decenas de miles de personas.

Mientras que Coca Cola emplea 2,7 litros de agua por litro de Coca Cola producidos en Estados Unidos o Europa, en la India usa 4 litros de agua, con lo cual, tres litros de agua es contaminada y devuelta sin ninguna depuración, siendo descargada en los campos vecinos, contaminado así los suelos y las aguas subterráneas.



Ver artículo de Carlos Ruperto Fermín “Coca Cola cien años enfermando a la gente”

Los análisis químicos realizados a los productos de Coca Cola en la India presentan altos porcentajes de pesticidas, especialmente DDT, en proporciones treinta veces superiores a las permitidas por las autoridades sanitarias norteamericanas y europeas. Por eso, la venta de Coca Colas producidas en la India está prohibida en Europa

En el estado hindú de Kerala la gente está muy preocupada porque Coca Cola toman agua de sus acuíferos usándola para sus fábricas, lo que provoca una severa escasez en las granjas y en los centros urbanos de la zona.

En estos tiempos de la globalización, las normas también deben de ser globalizadas. La responsabilidad la tienen las multinacionales de proveer productos que sean seguros para los consumidores. Si un producto no es seguro para los norteamericanos y europeos, tampoco debe serlo para los demás seres humanos.

Coca Cola tiene la obligación de liberar de contaminantes sus materias primas antes de introducirlas en el mercado. Resulta chocante que estas multinacionales aboguen por reglas comerciales globales e inversiones corporativas, pero cuando se les cuestiona su mal proceder invocan inmediatamente las leyes locales o nacionales. Coca Cola no paga el agua, que usa en India, utilizando diariamente millones de litros.

Desde 1998, la fábrica de Coca Cola en Plachimana (India) contamina las tierras, el agua y el aire de la zona, y el número de enfermedades aumenta, sobre todo las cutáneas. Además seca los pozos. A partir de marzo de 2004, esta fábrica de Plachimana ha sido cerrada al impedirle el uso de los recursos hídricos subterráneos que son propiedad comunitaria.

Coca Cola también tiene problemas en México, donde explotan de forma muy irracional el acuífero más rico existente en la zona de San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas. A lo largo del año 2000, se hacen análisis de las aguas utilizadas para sus procesos industriales, resulta, que éstas contienen más del doble del plomo permitido por las autoridades.

En el río Matasnillo y en la Bahía de Panamá, se derramó, en el año 2003, miles de litros de un colorante químico, que destruyó gran parte de la flora y fauna de la zona. Fue sancionada Coca Cola Panamá con 300.00 euros por contaminación. . En el año 1991, un tribunal colombiano demuestra que Coca Cola vendió sus bebidas contaminadas. La organización Oxfam coloca a Coca Cola como una de las diez multinacionales menos comprometidas con el medio ambiente.

Podemos tener la impresión de que europeos y norteamericanos estamos a salvo de estas malas prácticas de Coca Cola, pero esto no es así.

Coca Cola lanzó en el mercado británico la marca de agua embotellada DASANI, en el año 2004, al precio de 1,4 euros por medio litro de agua. Es presentada como agua natural pura, en una botella de plástico azul. Esta agua embotellada es la misma agua, que ofrece la cañería de agua corriente en Londres, que suministra la compañía THAMES WATER, con un costo de 0.004 euros el medio litro, mientras que la misma agua es cobrada por Coca Cola a 1,4 euros, con lo que el negocio y la desvergüenza es absoluta.

Al agua de la cañería se le añadía bromato para darle sabor. El bromato es un producto cancerígeno y presentaba el doble de lo permitido legalmente, por lo que tuvo que retirar todas las botellas. La noticia provocó en Gran Bretaña un impacto social y mediático sorprendente.

En Polonia, el mal lavado de los recipientes produce moho y hongos en la marca de agua embotellada Bon Aqua, filial de Coca Cola. Bélgica, Holanda y Luxemburgo, en el año 1999, retiran sus productos del mercado por estar contaminados por moho, dióxido de carbono y otras formas de contaminación bacteriana, puesto que habían enfermado más de doscientas personas. Sus productos contienen un exceso de dióxido de carbono en las botellas, así como raticidas en los palets para el transporte de sus latas.


Resultados de Coca Cola España en 2014

En el mismo año, Francia suspende la comercialización de algunos productos de Coca Cola, debido a la existencia de raticidas en sus productos, porque los médicos descubren en intoxicados, por esta marca, una destrucción de glóbulos rojos en la sangre, que ocasiona anemia, insuficiencia renal y en casos extremos hasta la muerte.

"Financió la campaña del republicano George Bush con más de 600.000 dólares”. En zonas del tercer mundo siempre ha estado implicada en sobornos, actos de corrupción, secuestros, torturas y apoyo a organizaciones paramilitares

En los países desarrollados, como ya hemos visto se emplea 2,7 litros de agua por litro de Coca Cola, pero a este despilfarro hídrico hay que añadirle que el agua que se necesita para obtener el azúcar que emplea en un litro de Coca Cola, varía entre los 175-200 litros, como afirma JasonClay de WWF ¿Cabe mayor despilfarro hídrico?

Coca Cola es una de las principales multinacionales del mundo y su poder es inmenso. Sistemáticamente consigue acallar o minimizar sus prácticas hídricas y sus problemas sanitarios. Poderoso caballero es don dinero, donde los medios de comunicación viven fuertemente de la publicidad. El dinero de la publicidad es un medio de presión impresionante para periódicos y revistas, de ahí que sea difícil encontrar artículos que cuestionen las prácticas de Coca Cola

Coca Cola se mueve en paraísos fiscales (Barhein, islas Caimán…) para evitar pagar impuestos. Se opuso al tratado de KYOTO y actúa con grupos de presión en la FAO y la Organización Mundial de Salud para que no le creen problemas. ¿Qué debemos exigir a Coca Cola y otras multinacionales de refrescos con prácticas similares?

En primer lugar, que sea respetuosa con el medio ambiente, depurando al máximo sus desechos y sus necesidades de agua no conlleven problemas de escasez hídrica y sanitaria a las poblaciones cercanas a sus factorías.

En segundo lugar, que sus estándares de calidad, ya sean sanitarios o de otro tipo sean globales y por otro lado que cumplan las máximas garantías para la salud.

Coca Cola ha sido demandada históricamente por la explotación laboral de sus trabajadores, con despidos masivos e incumplimiento de contratos. Lo confirma el último gran conflicto laboral en nuestro país. El conflicto de Fuenlabrada donde se ha desmantelado sus instalaciones, negándose a cumplir las sentencias de la justicia española. Es un buen ejemplo de las prácticas de esta empresa, que se destaca por el poco valor que da a sus trabajadores.

En San Fermín el color predominante es el blanco, pero cuando comienza la fiesta este blanco se transforma en toda una colección de manchas de todo tipo de bebidas, que resulta muy difícil de quitar. Ya es costumbre que para que vuelva el blanco a los pantalones y camisas se use la Coca Cola como limpiador, dejándolo nuevamente blanco. Esto es lo que bebemos.

Algunas de sus prácticas empresariales son también escandalosas. Sus productos contienen transgénicos. Por último, ante los abundantes casos de malas prácticas hídricas y sanitarias que han estado desarrollando, estas deben desaparecer y que dedique una parte de sus abundantes beneficios (22.000 millones de dólares) sean invertidos a través de organismos internacionales de la ONU en solucionar los problemas de agua que sufre el mundo, que se prevén que aumentarán y si no hacen esto, debemos acabar con este tipo de multinacionales.

¿Debemos beber Coca Cola?

martes, 25 de agosto de 2015

Un caso espeluznante que demuestra que no hay que contrariar la sexualidad innata


Brenda no supo que había nacido siendo un varón hasta que tuvo 15 años. Fue una tarde de 1980 cuando su padre, torturado por el sufrimiento que veía, le reveló el historia que habían estado manteniendo en secreto: había nacido en Canadá siendo Bruce, junto a su hermano gemelo Brian, pero una negligencia médica durante una circuncisión en 1965 había destruido sus genitales.

En un intento desesperado porque la vida de su hijo fuera satisfactoria, sus padres se pusieron en contacto con un psicólogo que aseguraba que la condición sexual no es innata, sino que es asignada mediante la educación en los primeros años de vida. Es decir, que si trataban a Bruce como Brenda, este se convertiría en una mujer plena, en vez de sufrir como un hombre sin pene. Se trataba de John Money, un psicólogo del hospital Johns Hopkins (Baltimore) famoso por sus teorías sobre el género. Además, era una oportunidad inigualable para Money de demostrar sus teorías, ya que tendría un sujeto de control: Brian, con la misma carga genética que su hermano, pero que tendría una orientación diferente.

El 3 de julio de 1967, los médicos sometieron a Bruce a una castración quirúrgica (quitándole los testículos) y le modelaron una vagina. Bruce se convirtió en Brenda a la vez que en un conejillo de indias. Mientras, las instrucciones para sus padres, Janet y Ron, fueron claras: no contarle jamás lo que había ocurrido.

Los niños fueron creciendo y la situación se fue complicando. Según contaría Janet ya en los años 90 al periodista de la revista «Rolling Stone» John Colapinto, la primera vez que trató de ponerle un vestido a Brenda intentó arrancárselo. «Recuerdo que pensé: “¡Dios mío, sabe que es un chico y no quiere que le vista como a una chica!”». Pero no solo fue aquello. Cuando su hermano jugaba a afeitarse con su padre, Brenda también quería. «Mi padre me dijo: “No, no. Tú vas con tu madre”. Me puse a llorar, “¿Por qué no puedo afeitarme también?”», contó él mismo. Desde pequeña incluso insistía en orinar de pie.

Por su parte, su gemelo identificaba a Brenda como a una hermana. «Pero ella nunca actuó como tal», reconoció al periodista de «Rolling Stone». «Si le regalaban una comba, para lo único que la usaba era para atar a la gente o para azotarla como si tuviera un látigo. Nunca la usó para su propósito real. Jugaba con mis juguetes mientras que los suyos, como una lavadora, solo los usaba para sentarse».

«Estudio John/Joan»

Sin embargo, para cuando cinco años después el doctor Money publicó el primer libro sobre el «estudio John/Joan» (como lo había bautizado) bajo el título «Man & Woman, Boy & Girl», las conclusiones que reflejaban eran las opuestas. Money aseguraba que tras haber enfatizado en el uso de la ropa femenina, Brenda ya tenía una clara preferencia por los vestidos. Que se sentía orgullosa de su pelo largo. Que por Navidades había pedido una casa de muñecas y un carrito de paseo. Que la orientación de género se había impuesto.

Para cuando Brenda llegó a la adolescencia sufría depresión y se había intentado suicidar al menos una vez. También tomaba estrógenos. Cuando el doctor Money le instó a que se sometiera a otra cirugía, se negó rotundamente. Fue entonces cuando sus padres decidieron contárselo. Fue entonces cuando Brenda pudo volver a ser un chico. Eligió de nombre «David» en honor al héroe bíblico que, desafiando todas las probabilidades, mató al gigante Goliat. Se sometió a una faloplastia y se quitó los pechos que le habían crecido gracias a las hormonas. Para cuando cumplió 23 años, se casó.

Los dos gemelos acabaron suicidándose en un lapso de dos años.

Sin embargo, su familia había quedado destrozada. Su madre Janet cayó en depresiones clínicas repetidas que requerían hospitalización. Su padre Ron se convirtió en un alcohólico. Su gemelo Brian abandonó los estudios y trató de suicidarse en varias ocasiones hasta que lo consiguió en 2002. Dos años después, con 38 años, David hacía lo mismo tras haberse divorciado años atrás de su mujer.
La historia de David Reimer saltó a la luz en 1997 gracias al doctor Milton Diamond de la Universidad de Hawai, quien convenció a David de que contar su caso ayudaría que no le ocurriera a nadie más. Meses después salía publicado también el artículo de John Colapinto que en el año 2000 se editaría en un libro titulado «Tal como la naturaleza lo hizo». La reflexión del doctor Milton Diamond fue: «Si todos estos esfuerzos médicos, quirúrgicos y sociales combinados no tuvieron éxito en hacer que este niño aceptara una identidad de género femenina entonces, tal vez, tengamos que pensar que hay algo importante en la constitución biológica del individuo».

martes, 16 de junio de 2015

Síndrome de Burnout

I
Ana Torres Menárquez, "El síndrome del trabajador quemado", en El País, hoy:

El desgaste profesional puede deberse a una mala organización de las tareas por parte de la empresa o a la propia autoexigencia. 

Sobrecarga de trabajo, expectativas demasiado altas o falta de directrices claras por parte de los responsables de una empresa. Hay múltiples factores que pueden conducir a un empleado a sufrir burnout, en español síndrome del trabajador quemado. “Todavía se está estudiando la definición más exacta, pero se refiere a un estado de agotamiento y un sentimiento de falta de eficiencia que derivan en negligencia con los objetivos a cumplir por parte del trabajador”, señala Jesús Montero-Marín, psicólogo clínico e investigador en el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud.

El término no es nuevo. El psiquiatra estadounidense Herbert Freudenberger lo acuñó en 1974 en el libro Burnout: The High Cost of High Achievement y lo definía como la falta de motivación o incentivos, especialmente cuando no se alcanzan los resultados deseados. Freudenberger publicó este estudio después de trabajar como voluntario en una clínica de desintoxicación neoyorkina y observar que la mayoría de sus compañeros sufría una progresiva pérdida de energía al año de empezar a trabajar, acompañada de síntomas de ansiedad y depresión. Todo ello por la falta de recompensa o satisfacción con ese tipo de empleo.

“El síndrome se origina por el padecimiento de estrés laboral crónico y la principal diferencia con una depresión es que mientras ésta conlleva agotamiento y falta de ilusión por la vida en general, el burnout se restringe al ámbito del trabajo. Si no se trata a tiempo, puede acabar afectando a todos los niveles”, señala Antonio Cano, catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y la Depresión.

¿Cómo puede una persona saber si lo padece? Si se levanta habitualmente cansado y sin ganas de ir a trabajar pese a haber descansado más de siete horas, siente que está dejando de lado su vida personal para atender sus tareas laborales y lo que inicialmente le proporcionaba desafíos y gratificaciones le resulta indiferente, ahí puede saltar la alarma. Otro indicador es que la calidad de las interacciones con las personas a las que atiende sea cada vez peor, o que tenga el sentimiento permanente de ser ineficiente. “A nivel psicosomático se puede manifestar con insomnio, problemas en la piel, dolor de cabeza… A cada uno se le puede manifestar de una forma distinta, según su tolerancia al estrés y sus características personales”, indica el psicólogo Jesús Montero-Marín, miembro de un grupo de investigación sobre burnout integrado por la Universidad de Zaragoza y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud.

Tres niveles de burnout

El grupo de investigadores de la Universidad de Zaragoza y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud ha identificado tres perfiles de burnout:

- Frenéticos: son aquellos trabajadores que tienen la sensación de estar sobrecargados, abandonando su vida personal y su salud para atender las tareas laborales.

- Sin desafíos: se sienten indiferentes hacia las tareas que tienen que realizar. No se sienten motivados y tienen en mente cambiar de trabajo. Suele asociarse a profesionales ligados a trabajos de tipo administrativo o burocrático.

- Desgastados: sienten que no controlan los resultados de su trabajo y que no se les reconoce el esfuerzo. Finalmente, optan por ser negligentes y por abandonar sus responsabilidades.

Los tres estadios requieren de un terapeuta que diagnostique el grado y ayude a reorganizar los pensamientos, sentimientos y conductas.

Montero sostiene que el papel de las empresas para prevenir este síndrome es esencial, ya que muchas veces se debe a la falta de organización de la propia compañía. “Estilos de mando excesivamente rígidos que no permiten al trabajador tomar decisiones, horarios poco flexibles o formas inconsistentes de premiar o castigar el esfuerzo son algunas de las dinámicas que deben analizarse y modificarse”, asegura el psicólogo. Una de sus recomendaciones es que las empresas integren en sus programas formativos talleres que enseñen a sus empleados herramientas para hacer frente al estrés. El procedimiento a seguir es que un grupo de expertos evalúe el nivel de agotamiento de la plantilla, diagnostique el estado de los trabajadores y ofrezca un tipo determinado de intervención, normalmente basado en técnicas de relajación como el Mindfulness -práctica de origen budista que sirve para tratar problemas a asociados al estrés y al dolor crónico-.

Su última experiencia fue con el grupo Inditex, donde comprobaron que tras dedicar los últimos diez minutos de la jornada laboral a realizar ejercicios de estiramientos, los indicadores de agotamiento de los empleados se redujeron de forma notable. “El capital humano es un valor muy importante de las compañías. A una persona formada que desempeña bien su trabajo, hay que cuidarla”, remarca Montero.

Aunque las personas que sufren este síndrome requieren la intervención de un terapeuta para restaurar sus pensamientos, emociones y conductas, este especialista recomienda seguir estas pautas:

Reducir los niveles de activación. “Se trata de hacer higiene a nivel de carga de trabajo”, señala Montero. Si en la oficina es complicado disminuir las tareas, hay que buscar un momento del día para dedicarse al ocio, tanto a practicar deporte como a hacer vida social para no tener la sensación de soledad y aislamiento. Este punto también implica cambiar los esquemas mentales. “Hay mucha gente que cree que si no hace las cosas perfectas no están bien hechas. Hay que enseñarles que los resultados no dependen únicamente de ellos. Otros piensan que no se valora su esfuerzo y que hagan lo que hagan cobrarán lo mismo a final de mes. Esa es una respuesta de adaptación al estrés que provoca que de manera inconsciente vayan reduciendo su nivel de implicación”, explica.
Llenar de significado el trabajo. Consiste en identificar nuevas metas y desafíos. El modo de conseguirlo es abandonar la conducta de hacer las tareas de forma rutinaria y hacerlas de manera consciente. “A través de técnicas como el Mindfulness se desarrolla la atención plena que permite ser consciente de lo que se hace en cada momento y centrarse solo en eso”.

Disfrutar con el mero hecho de hacer bien las cosas. Esperar únicamente gratificaciones económicas al final de mes es un error. “Aprender a sentirse satisfecho con un trabajo bien hecho es crucial, entender que las recompensas nunca van a ser al 100% porque no existe la perfección”, detalla Montero.

En España no existen datos del nivel de burnout entre los trabajadores. El grupo de investigadores de la Universidad de Zaragoza y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud publicó en 2011 un estudio que señala que el 30% de los profesores de primaria de las escuelas públicas aragonesas podría sufrir el síndrome, un porcentaje que en el caso de los docentes de secundaria podría superar el 40% y en el de los empleados de las universidades -personal administrativo, investigadores y profesores- podría rondar el 18%. “El diagnóstico no es fácil. En España hay muy pocos psicólogos especializados en burnout. Todavía queda mucho por investigar”, apunta Jesús Montero.


II

Ana Torres Menárqguez, "Calentar la silla no es productivo" El País, 17 FEB 2015:

Pese a las políticas de conciliación, los trabajadores hacen más horas por la presión de los jefes y la cultura del presentismo en España. Los horarios flexibles aumentan hasta un 19% la productividad.

En los países nórdicos a las 17.00 horas se apagan las luces de la oficina. Si alguno de los empleados sigue ocupando su silla, debe tener un motivo de peso. La jornada laboral está programada para trabajar de forma intensiva y obtener a cambio un equilibrio entre la vida personal y la profesional. En España ya se han empezado a instaurar los horarios flexibles, que dan un margen de varias horas tanto en la entrada como en la salida, también funciona el trabajo a tiempo parcial o el remoto desde casa. Pero a diferencia de lo que sucede en países como Noruega, se sigue valorando el presentismo. Pasar largas horas frente al ordenador está bien visto.

“Muchas empresas del IBEX 35 tienen políticas de conciliación, pero no siempre se cumplen”, opina Esther Jiménez, investigadora del Centro Internacional Trabajo y Familia de IESE Business School. Tras haber realizado un estudio en 23 países de África, Asia, Europa y América Latina con más de 30.000 personas, una de las conclusiones es que en una misma compañía unos departamentos fomentan la conciliación y otros no; depende de los jefes y no del protocolo aprobado. “Se crean entornos contaminantes en los que los trabajadores sufren mayores niveles de estrés, tienen mayor intención de dejar la empresa y baja su productividad. Todo como respuesta a las exigencias de sus superiores”, señala Jiménez. Por el contrario, según esta investigación, el rendimiento se incrementa un 19% en entornos laborales que promueven la flexibilidad.

Uno de los retos en España es conseguir que las compañías implanten “horarios racionales”, que implican flexibilidad en el acceso y la salida, un máximo de 45 minutos para comer y que la jornada no finalice más tarde de las 17 horas, defiende Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles. Estas medidas aumentan la productividad entre un 11 y un 15% y reducen considerablemente los gastos de las empresas (entre ellos el energético), según las estimaciones de este organismo. “El presentismo está muy arraigado a nuestra concepción del trabajo. Es un gran error y debería ser reemplazado por prácticas que promuevan la eficiencia”, destaca.

Pero más allá de las buenas intenciones de las empresas, está la cultura laboral, y el hecho de abandonar la oficina después que el jefe es un hábito difícil de esquivar. Un ejemplo de ello es lo que le sucedió al estudio de arquitectura noruego Snohetta en 2005. La apertura de una sede en Nueva York y su intento por implantar su modelo se dio de bruces contra el modus operandi de los estadounidenses. El horario de 9 a 17 horas no casaba con su estilo de vida; estaban acostumbrados a entrar más tarde, hacer largos descansos para comer y marcharse después de las ocho de la tarde, siempre después que su responsable. Los gerentes insistían para que se ciñeran al horario noruego pero no había forma, relata la investigadora Elin Kvande, que estudió el caso de esta empresa y lo presentó en la Nordic Working Life Conference, organizada en 2012 por el centro nacional de investigaciones sociales danés.

El equilibrio entre el trabajo y la vida familiar es básico para esta compañía noruega y por ello sus empleados gozan de cinco semanas al año de vacaciones. Algo que levantó ampollas entre sus trabajadores al otro lado del Atlántico y que finalmente se calmó con un pacto: solo descansarían tres semanas y por ese motivo cobrarían más que el resto de sus compañeros de la sede escandinava.

Buenas prácticas para la conciliación:

Promover horarios inteligentes. Reducir los periodos de descanso (desayuno, almuerzo y comida) y adelantar el final de la jornada. 

Flexibilizar el horario de entrada y salida e implantar jornadas intensivas.

Formar a los directivos en liderazgo flexible. El directivo líder inspira confianza y construye vínculos fuertes y estables con la gente de la empresa. Lidera una cultura empresarial que tiene en cuenta el bienestar de las personas.

Potenciar el talento de las mujeres. "El mundo empresarial está dominado por valores masculinos y una visión rígida y cortoplacista de la empresa. Es necesario valorar la incorporación de la mujer a puestos directivos”, señala Esther Jiménez, investigadora del Centro Internacional Trabajo y Familia de IESE Business School. “La mujer es más dada al trabajo en equipo, utiliza más el lado derecho del cerebro y por lo tanto tiene mayor capacidad de conexión con las emociones. El hombre utiliza más el izquierdo y es más sistemático”, explica en relación al libro Cerebro de mujer y cerebro de varón, de Natalia López Moratalla, catedrática de la Universidad de Navarra.

Armonizar los horarios españoles con los de los países europeos.

Conceder ayudas para guarderías.

Estos consejos han sido proporcionados por Esther Jiménez, investigadora del Centro Internacional Trabajo y Familia de IESE Business School..

En España compañías como Iberdrola han dado un paso al frente en cuanto a la racionalización de horarios. En 2008 acordó con su plantilla, unos 9.000 trabajadores, universalizar la jornada intensiva y trabajar de 7.15 a 14.50 con 45 minutos de flexibilidad a la hora de entrar o salir. Según datos de la propia empresa, han mejorado la productividad; ganado más de medio millón de horas de trabajo al año; reducido en un 20% el absentismo y un 16% los accidentes laborales.

Otras más pequeñas, como Grupo17 (1.000 trabajores), dedicada a la prevención de riesgos laborales, también se han puesto las pilas. Hace cuatro años establecieron para algunos de sus empleados el teletrabajo, disponen de una hora para comer y de 45 minutos de margen tanto a la entrada como a la salida. A las 18 horas todos están fuera. La productividad de los empleados ha aumentado un 30%. “Los trabajadores saben que pueden contar con la empresa. Les escuchamos y si tienen motivos para llegar dos horas más tarde, no les pedimos justificantes”, explica María Jiménez, gerente del grupo.

En compañías como la consultora tecnológica Neoris, con más de 3.500 empleados en todo el mundo (750 en España), los horarios no son fijos; ya hace tiempo que se mide a los trabajadores por objetivos. “Hay muchas empresas en las que nadie ficha. Importan los resultados y se incentiva la autogestión”, asegura el vicepresidente de la compañía en Europa, Oriente Próximo y África, Pedro Irujo. Ahora están volcados en el “bienestar” de su plantilla y les pasan encuestas para medir su grado de satisfacción con los jefes, la luminosidad de sus lugares de trabajo, el ruido o el salario. Su intención es que sus empleados sientan que se preocupan por ellos. “Ya lo dijo Napoleón, un soldado motivado vale por tres”, añade Irujo.


Además, han contratado una serie de servicios para “hacerles la vida más fácil”, como uno de lavandería en la misma sede, o los conocidos tiques guardería o restaurante, con los que la empresa paga en especies y los trabajadores tributan menos IRPF. “Programamos actividades fuera de la oficina como carreras para fomentar el team building (trabajo en equipo). En el ambiente laboral se está más cohibido. Al salir, se habla de otros temas, se crea compañerismo y se confía”. No hay retorno económico. “Es una inversión en la felicidad de los trabajadores”, zanja.