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lunes, 7 de noviembre de 2022

Mitología hispana

Vaelico, Epona, Lugh, Candamius, diosa madre Mari, Endovélico, Netón, Atagena / Ataecina, Noctiluca, Deva, Cosus, Hércules, Gerión.

jueves, 24 de febrero de 2022

Grabada la transición neurológica a la muerte. Se descubre que recordar pasajes de la vida es real.

El Mundo, 24 febrero 2022, "Un "accidente" científico registra la primera 'grabación' de un cerebro moribundo".

 La vida pasa efectivamente ante nuestros ojos antes de morir: descubren que el cerebro desata un "recuerdo de la vida" antes de la muerte

La vida pasa ante tus ojos antes de morir. La poética frase podría cobrar sentido científico tras un descubrimiento accidental. Un grupo de neurocientíficos estonios grabó "por casualidad" una importante descarga de recuerdos en el cerebro de un hombre a punto de morir.

El equipo del doctor Raúl Vicente, de la Universidad de Tartu, en Estonia, sometían a un electroencefalograma a un paciente, de 87 años y enfermo de epilepsia, para estudiar las convulsiones y poder ajustar el tratamiento. Durante la prueba, el paciente sufrió un infarto y murió, de forma que sus últimas señales cerebrales quedaron grabadas. Es la primera vez que se registra la actividad de un cerebro humano en el momento del fallecimiento.

"Medimos 900 segundos de actividad cerebral alrededor del momento de la muerte y establecimos un enfoque específico para investigar qué sucedió en los 30 segundos antes y después de que el corazón dejara de latir", explica el Dr. Ajmal Zemmar, neurocirujano de la Universidad de Louisville, en EEUU, coautor del estudio que se publica en la revista Frontiers in Aging Neuroscience.

"Justo antes y después de que el corazón dejara de funcionar, vimos cambios en una banda específica de oscilaciones neuronales, las llamadas oscilaciones gamma, pero también en otras, como las oscilaciones delta, theta, alfa y beta", afirma. Estas ondas cerebrales son patrones de actividad cerebral, y estas oscilaciones se producen en relación con funciones cognitivas, como la concentración, el sueño, la meditación, la recuperación de la memoria, el procesamiento de la información y la percepción consciente, pero también a las asociadas con los recuerdos, explica la revista.

"A través de la generación de oscilaciones involucradas en la recuperación de la memoria, el cerebro puede estar reproduciendo un último recuerdo de eventos importantes de la vida justo antes de morir, similar a los reportados en las experiencias cercanas a la muerte", sugiere Zemmar. "Estos hallazgos desafían nuestra comprensión de cuándo termina exactamente la vida y generan importantes preguntas posteriores, como las relacionadas con la donación de órganos".

"Como neurocirujano, a veces me enfrento a pérdidas. Es indescriptiblemente difícil dar la noticia de la muerte a familiares angustiados", asegura el médico. "Algo que podemos aprender de esta investigación es que, aunque nuestros seres queridos tienen los ojos cerrados y están listos para dejarnos descansar, sus cerebros pueden estar reproduciendo algunos de los mejores momentos que vivieron en sus vidas".

jueves, 19 de agosto de 2021

Raúl Pozas: Jung es pseudociencia

 ¿Las ideas de Carl Jung han caído en igual desprestigio que las de Freud, o algo se salva?

Raul Pozas, psicólogo y neurólogo, en Quora, el 2 de diciembre de 2019

En general, no veras en una universidad prestigiosa cursos sobre Jung (salvo como fenómeno histórico).

Su obra se basa en general en elucubraciones e ideas ambiguas… no obstante cuando da conceptos definidos claramente se puede comprobar que son falsos.

Por ejemplo: Postula que existe un "inconsciente colectivo" y por ello todos los mitos son los mismos en todas las culturas y "surgen instantaneamente". Pues bien, ni surgen en todos los sitios, ni surgen a la vez, ni son iguales. Desarrollo la idea:

El psicoanalista Carl Gustav Jung a través de su teoría de los “arquetipos” (1, 2) postuló más allá de una mente individual una mente universal e inconsciente que llamó el “inconsciente colectivo” donde estaría guardada la experiencia de la humanidad de forma inconsciente y que se transmitiría hereditariamente. No se trata sólo de que en nuestros genes este codificado todo un conjunto de información útil (desde la que nos lleva a escapar de depredadores hasta la que nos lleva a conseguir comida o sexo) sino que estamos postulando una entidad más allá de lo material, inconsciente y que sólo se manifiesta en sueños o en los mitos y que se crea a la vez en las mentes humanas en un proceso que denomina “sincronicidad”. Una de las pruebas en que se apoya es precisamente la existencia de mitos similares en culturas muy distantes que en su opinión no pueden ser mera transmisión de narraciones, sino construcciones surgidas sincrónicamente y fruto de ese inconsciente colectivo.

La teoría, salta por los aires ante los modernos análisis genéticos de los mitos, que nos muestran como el mito surge en un lugar, se trasmite por los desplazamientos humanos y varía según las necesidades de esos humanos.

El análisis filogenético desarrollado por Julien d´Huy (3) pretende explicar cómo y por qué evolucionan los mitos, usando para ello los refinamientos estadísticos por ordenador. El trabajo requiere tres pasos:

i) Buscar un mito común en varias culturas. Por ejemplo el mito de la Caza Cósmica (4), cuya versión más conocida en Occidente es el siguiente: La diosa Artemisa exige castidad a las ninfas, entre ellas la más hermosa, la ninfa Calixto. Pero Zeus la seduce y tienen un hijo, Arcas. Artemisa enfurecida convierte a Calixto en una Osa que está a punto de ser cazada por su propio hijo Arcas. Afortunadamente Zeus llega a tiempo y resuelve la situación convirtiendo a ambos en constelaciones. Calixto es la Osa Mayor y Arcas la Osa menor.

Este mito aparece en múltiples lugares:

- Los iroqueses del noroeste de USA hablan de tres cazadores persiguiendo a una osa que sube a una montaña y salta al cielo.

- Los chukchi de Siberia hablan de la constelación de Orión como un cazador que persigue un reno.

- Las tribus ugrofinesas de Siberia hablan de un uapití (especie de ciervo) que toma la forma de la Osa menor.

- Existiendo muchas variantes del mito.

ii) Subdividir el mito en “mitemas” es decir en elementos básicos repetidos.

Por ejemplo:

- Una mujer que rompe un tabú (como romper el voto de castidad)

- Un personaje divino que frena a un cazador (como Zeus frenando a Arcas)

- Un dios transforma a un animal en constelación (como Calixto en la diosa mayor)

Y observar en que versiones se encuentran presentes o ausentes cada mitema.

iii) Posteriormente se realiza un análisis estadístico completo de modo que se observen:

- Las semejanzas y diferencias.

- La evolución histórica y geográfica del mito.

D´Huy partió de un análisis en 2012 con 18 versiones del mito y 44 mitemas, que fue ampliada en 2013 para incluir 47 versiones distintas y 93 mitemas. Así mismo realiza un análisis similar de otros mitos como el mito de Polifemo (5) conocido en Occidente por la versión de la Odisea donde narra cómo Ulises emborracha a un malvado cíclope y escapa junto a sus compañeros de la cueva en que estaban confinados bajo el cuerpo de unas ovejas; o el de Pigmalión (6) donde un artista crea una estatua tan perfecta que se enamora de ella y esta cobra vida.

1. La primera observación es que los mitos no aparecen en todas las culturas como debería ser si el inconsciente colectivo fuera algo común de la humanidad. Por ejemplo el mito de la caza cósmica no existe en Nueva Guinea o Indonesia y sólo excepcionalmente en Australia (lo que podría indicar adicción moderna al acervo de mitos). Sin embargo hay versiones similares del mito a ambos lados del estrecho de Bering anteriores a los 13.000 años que hace se cerró el paso del estrecho.

2. La segunda observación es que se producen ramas evolutivas del mito. Hay una serie de ramas que tienen ciertos mitemas comunes que están ausentes en otras ramas. Por ejemplo, en la caza cósmica la constelación del carro está en la raíz del árbol y aparece en todas las versiones del mito, mientras que la constelación de Orión sólo aparece en algunas ramas del mito como los chukchi siberianos, o los sami de Laponia (que tienen versiones parecidas del mito también en otros aspectos) pero no aparece en otras versiones del mito que evolucionan por otras ramas (desde en versiones de los vascos hasta en las narraciones griegas clásicas).

Igualmente en el mito de Polifemo, observamos un primer patrón migratorio en el Paleolítico por Europa y Norteamérica y un segundo patrón migratorio en el neolítico siguiendo la expansión ganadera.

3. Cuando observamos la evolución biológica de las especies comprobamos que en determinados momentos avanza muy lentamente y en otros, especialmente en casos de cambio de las condiciones del entorno (ya sea natural o debidas a la migración del grupo humano) cambia rápidamente (lo que se llama evolución pautada). Los mitos, tienen las mismas propiedades. Pueden ser muy estables y pueden variar rápidamente, especialmente por las migraciones humanas.

El mito de Polifemo es similar por ejemplo en las narraciones griegas y los Barra de Madagascar, siendo versiones del mito original de los bereberes del Sahara de hace 3.000 o 4.000 años. Sin embargo una emigración humana de hace 2.000 años desde el noreste de África hacia el sur del continente llevo consigo el mito que fue siendo modificado y adaptado durante esta migración.

4. Igualmente, observamos adaptaciones del mito a las costumbres y hábitos de los humanos. La más obvia el animal que en Siberia puede ser un reno, pasará seguramente en África a ser otro tipo de animal similar (por ejemplo un búfalo).

CONCLUSIONES:

El análisis genético muestra que los mitos no surgen de un supuesto saber colectivo inconsciente, ni de ninguna entidad inmaterial, sino que surgen en determinados lugares y épocas; y van desarrollándose en diversas versiones cada una con diferente recorrido de modo que en ciertas zonas son alcanzadas por unas versión del mito, otras zonas por otras versiones y algunas zonas no llegan a ser alcanzadas por ninguna versión.

1) Jung, Carl Gustav (2002). Obra Completa volumen 9/I: Los arquetipos y lo inconsciente colectivo. Madrid: Editorial Trotta. ISBN 978-84-8164-525-5.

(2) Robertson, Robin (2014). Arquetipos junguianos. Jung, Gödel y la historia de los arquetipos. Barcelona: Ediciones Obelisco)

(3) D'HUY, Julien. A phylogenetic approach of mythology and its archaeological consequences. Rock Art Research, 2013, vol. 30, no 1, p. 115-118.

(4) D'HUY, Julien. A Cosmic Hunt in the Berber sky:: a phylogenetic reconstruction of Palaeolithic mythology. Les Cahiers de l'AARS, 2013, no 15, p. 93-106.

(5) D'HUY, Julien. Le conte-type de Polyphème: essai de reconstitution phylogénétique. Mythologie française, 2012, no 248, p. 47-59.

(6) D'Huy, J. (2012). Le motif de Pygmalion: origine afrasienne et diffusion en Afrique. Sahara: preistoria e storia del Sahara prehistory and history of the Sahara préhistoire et histoire du Sahara, 23, 49-58).

COMENTARIOS:

Gabriela Pérez

18 de abril

No había leído sobre D'huy, lo buscaré para adentrarme más, pero creo que se está malinterpretado.

No es que exista una mente colectiva… Es Más bien que al igual que los demás seres vivos respondemos a ciertos a estimulos externos, así como el pajaro sabe que danza bailar para acoetejas a su pareja o crear su nido, el camaleón sabe matizar su piel para camuflajearse a un medio ambiente, las aves saben cuando migrar según la estación del año y no lo hacen solas… Los seres humanos al nacer y nos ponen el pecho succionamos… Ese saber hacer dependiendo a que estímulos, tal como lo comenta D'HUY es genético, pero hay una psique que todo lo procesa, las percepciones que tenemos como especie humana son diferentes a las percepciones que pueden tener los pájaros o los perros, estamos configurados de manera distinta, sin embargo como especies traemos dentro de sí, todo el potencial para ser un ser humano…

Los arquetipos son la persepcion que tenemos de los diferentes estímulos externos, y al observar de forma empírica funcionan igual en todos los seres humanos de todas las eras.

El hecho de que le llamen pseudociencia es porque lamentablemente estamos condenados a conocer nuestra psique de manera empírica.

Todo absolutamente todo experimento esta condicionado a la persepcion del observante, es decir la psique… Y No existen dos psiques iguales, para la Psicología (el estudio del alma) nuestros métodos humanos de medición, el mismo método científico queda corto. Pues todo existe dentro de la psique, fuera de ella no se sabe…

Los arquetipos y el inconsciente colectivo son un esfuerzo de tratar de identificar aquellos impulsos que nos hace seres humanos y nuestra conexión al medio, las fuerzas que nos condicionan y como actúan sobre nosotros, y es inevitablemente indemostrable con nuestros métodos al ser estos una herramienta del consiente, el inconsciente es algo que no conocemos y cualquier hipótesis se agradece.

Cualquier científico que se dedique al estudio del alma o la psique como quieran llamarle se topar a con este problema…

Raul Pozas, 27 de abril

1. Jung (1, 2) Postula muchas cosas ambiguas y mal definidas. Pero si hace algunas afirmaciones contrastables.

Jung postula que existe una mente colectiva, una mente que no es un “instinto automático” (como los pájaros), sino donde de algún modo estén incluidos los conocimientos de los humanos (no solo los impulsos que dieron lugar a una impronta genética). Una de sus afirmaciones es que por ello, los mitos en todas las culturas son iguales:

-No por transmisión de una cultura a otra.

-No por tratarse de instintos programados genéticamente.

Sino por ser auténticos contenidos en el acervo común del conocimiento humano. Y esto es algo comprobable. ¿Es veraz?

Pues no. Los mitos no están en todas las culturas y en las que están se deben a mera transmisión oral. Lo cual muestra que se equivocó Jung.

(1) Jung, Carl Gustav (2002). Obra Completa volumen 9/I: Los arquetipos y lo inconsciente colectivo. Madrid: Editorial Trotta. ISBN 978-84-8164-525-5.

(2) Robertson, Robin (2014). Arquetipos junguianos. Jung, Gödel y la historia de los arquetipos. Barcelona: Ediciones Obelisco)

2. Igualmente los experimentos que buscan la existencia de una hipotética alma (que fuera algo distinto del cerebro), también son múltiples los estudios:

Sam Parnia, dirigio el proyecto AWARE donde una investigación por fervorosos creyentes en más de 2.000 pacientes con Experiencias Cercanas a la Muerte en 15 hospitales donde intentó verificar si efectivamente había almas que salían del cuerpot poniendo unas fotos que tendrían que ver estas almas (Tiene un libro de divulgación en castellano1 y que tiene algún artículo2 detallando su experimento). En ellos describe el método experimental usado y confiesa que no tuvieron un solo resultado positivo. Diré de paso que, como no usaron el doble ciego, estuvo a punto de producirse un falso positivo, pero que se demostró que no era factible (e incluso me pareció muy burdo que el resultado fuera tomado como un posible positivo; algo solo explicable por el deseo ferviente de los investigadores de encontrar resultados positivos). También sé que alguna otra persona como Penny Sartori hizo un experimento similar con muchos menos medios; aunque con la misma intención y con el mismo resultado: ninguna evidencia. Sé que estaba en marcha un proyecto AWARE2, pero hasta donde sé, pensaba limitarse a recolectar casuística extraña, pero no a repetir este u otro diseño experimental comprobable y reproducible por otros investigadores. Por si te interesa el tema, se de otros estudios sobre la sensación de salir fuera del cuerpo:

Olaf Blanke 3 descubrió que al estimular nuestro cerebro en el giro angular, producía la sensación de “estar fuera del cuerpo”. Blanke estimuló a diversas personas en diversas partes del cerebro consiguiendo efectos diversos. Por ejemplo, una mujer de 43 años al ser estimulada en lóbulo parietal, tenía la sensación de salir y flotar 2 m. sobre suelo; mientras que por ejemplo otra mujer de 22 años al ser estimulada en la zona temporal-parietal sensación de una presencia sombría detrás. Lo mismo encuentra por ejemplo De Ridder 4 de la Universidad de Antwerpe en el año 2007. Al ser estimulada en el giro angular una mujer de 63 años aquejada de tinnitus (ruido persistente en el oído) afirmó que salía de su cuerpo y durante unos 15-21 segundos se desplazaba unas 20 pulgadas (cerca de medio metro) detrás de su cuerpo hacia la izquierda con independencia de si estaba de pie o acostada. Observaron que la actividad aumentaba en dos áreas cerebrales durante las experiencias extracorpóreas: un área de contacto entre el giro angular y giro supramarginal (relacionada con la integración de estímulos visuales, táctiles, auditivos…) y en la sección posterior de la corteza temporal superior (zona relacionada con la autopercepción).

Jason Braithwaite5 muestra como los errores en la percepción del espacio por la mente pueden llevar a sensaciones de “estar fuera del cuerpo”, típico en casos de poco oxígeno en el cerebro, como pilotos de aviones que tras muchas acrobacias describían su percepción de estar “fuera de la cabina”. Diversos experimentos muestran cómo podemos engañar a nuestro sentido de la orientación y sentirnos fuera del cuerpo. Arvid Guterstam 6,7,8 del Instituto Karolinska (Suecia) descubre que colocando gafas donde se veía a uno mismo por la espalda, se generaba la sensación de estar fuera del cuerpo e incluso de que ese cuerpo no podía ser el nuestro. O por el contrario colocando una mano de goma se podía percibir que nuestro cuerpo tenía una mano de más. Ehrsson9 usando unas gafas especiales que proyectaban lo que veía un maniquí, genera alucinaciones como estar en el cuerpo del maniquí.

Andra M. Smith y Claude Messierwerw10 incluso investigaron con una mujer que podía producir a voluntad la sensación de estar fuera del cuerpo. Comprobaron que la corteza visual estaba casi carente de actividad (es decir que no veía) pero notaron una gran activación en las zonas asociadas a la representación propia en el espacio, en especial, el área motora suplementaria izquierda y circunvoluciones temporales superior supramarginal y posterior, las dos últimas junto con la unión temporal parietal se han asociado con experiencias extracorporales. Es decir, que la interpretación que imaginaba su cerebro sustituía a la información que aportarían sus ojos. Y, por supuesto, no podía ver cosas que sólo se pudieran haber visto si efectivamente saliera de su cuerpo. Es decir, que era una alucinación la sensación de estar fuera del cuerpo.

Blackmore11 señala que un 50% de consumidores de marihuana, tienen en algún momento la sensación de estar fuera del cuerpo, mientras por ejemplo sólo el 18% de los habitantes de Islandia tenían esta sensación, por lo que parece que cerebros alterados por drogas son más “receptivos” a estas experiencias.

En conclusión la sensación de estar fuera del cuerpo se produce por una desorientación espacial que podemos provocar tanto por estimulación del cerebro, como mediante diversas formas de engañar a los sentidos que son el resultado de una falla transitoria para integrar la información visual, táctil, propioceptiva y vestibular que converge en la unión temporoparietal, especialmente en el lado derecho del cerebro.

1 Sam PARNIA (2014) Resurrecciones: La ciencia que está borrando la frontera entre la vida y la muerte. Madrid: La Esfera de los Libros, S.L.

2 PARNIA, Sam, et al. AWARE—AWAreness during REsuscitation—A prospective study. Resuscitation, 2014, vol. 85, no 12, p. 1799-1805.

3 Blanke,O. , Ortigue, S., Landis, T., & Seeck, M. (2002). Neuropsychology: Stimulating illusory own-body perceptions. Nature, 419(6904), 269-270.

4 DE RIDDER, Dirk, et al. Visualizing out-of-body experience in the brain. New England Journal of Medicine, 2007, vol. 357, no 18, p. 1829-1833.

5 Braithwaite, J. J., Samson, D., Apperly, I., Broglia, E., & Hulleman, J. (2011). Cognitive correlates of the spontaneous out-of-body experience (OBE) in the psychologically normal population: Evidence for an increased role of temporal-lobe instability, body-distortion processing, and impairments in own-body transformations. Cortex, 47(7), 839-853.

6 GUTERSTAM, Arvid; EHRSSON, H. Henrik. Disowning one’s seen real body during an out-of-body illusion. Consciousness and cognition, 2012, vol. 21, no 2, p. 1037-1042.

7 GUTERSTAM, Arvid, et al. Posterior cingulate cortex integrates the senses of self-location and body ownership. Current Biology, 2015, vol. 25, no 11, p. 1416-1425.

8 GUTERSTAM, Arvid; PETKOVA, Valeria I.; EHRSSON, H. Henrik. The illusion of owning a third arm. PloS one, 2011, vol. 6, no 2, p. e17208.

9 EHRSSON, H. Henrik. The experimental induction of out-of-body experiences. Science, 2007, vol. 317, no 5841, p. 1048-1048.

10 SMITH, Andra M.; MESSIER, Claude. Voluntary out-of-body experience: an fMRI study. Frontiers in human neuroscience, 2014, vol. 8.)

11 Blackmore S. Near-death experiences: In or out of the body. Skeptical Inquirer 1991; 16:34-45

Juan Antonio Gómez Gutiérrez,  29 de noviembre de 2019

En absoluto.

Freud tuvo su momento, pero su representación del subsconciente es de orientación netamernte patológica. Complejos y arquetipos. Freud representa la psicología psiquiátrica. El psicoanálisis como prueba objetiva o fotografía psíquica del paciente. Las represiones, miedos, fobias y traumas del paciente, por sí mismo expresadas.

Jung es diferente. Jung es la antisiquiatría. Jung es sincronicidad. Jung es I Ching.

Mauricio Cohen Salama,  30 de noviembre de 2019

Tanto Freud como Jung tienen planteos e ideas valiosos, que pueden servir de guía o inspiración para los psicólogos de nuestros días. Lo que no se salva es el método especulativo que utilizaban para sacar conclusiones, que los llevó a hacer una gran cantidad de afirmaciones sin fundamento. Hoy es necesario formular una hipótesis y ponerla a prueba después en experimentos replicables por otros.

Xavier Perez-Pons, autor de "Almas Gemelas a la Luz de la Sabiduría Antigua", 29 de noviembre de 2019

Carl Jung era el discípulo de Freud de mente más abierta y, en consecuencia, estudió numerosos fenómenos que los psicoanalistas ortodoxos desdeñaban, desde el avistamiento de platillos volantes, pasando por las coincidencias improbables (sincronicidades, como él las bautizó) hasta el descubrimiento del inconsciente colectivo que, según él, explicaba las similitudes entre las creencias y patrones (bautizados por él con el nombre de arquetipos) de las culturas ancestrales más diversas. Los arquetipos explican también determinados símbolos, por ejemplo los de las cartas del Tarot, o determinados sueños recurrentes en individuos de todos los continentes. También prestó atención a los fenómenos paranormales y manifestó su creencia en la supervivencia tras la muerte. Las ideas de Jung influenciaron a numerosos pensadores y antropólogos, y son vigentes aún hoy en día.

Roberto Mandeur, 28 de noviembre de 2019

Para mí hay una frase de Jung que me ha ayudado a entender mejor esta vida: todo tiene significado.

Raul Lilloy, 1 de mayo

Freud es seudociencia, Lacan es seudociencia mas elaborada y oscura y Jung es directamente magia.

jueves, 10 de diciembre de 2020

Las Piedras guía de Georgia

En un descampado de Georgia (EE. UU.) hay un enigmático monumento en granito erigido en 1980 que consta de diversas gruesas páginas de piedra de seis metros de alto alineadas astronómicamente, al parecer pagado por una anónima sociedad secreta masónica o rosacruciana. Pretenden servir de guía a la humanidad para después del Apocalipsis y su sentido es tan ambiguo que puede ser interpretado para el bien o para el mal. Refiere diez guías traducidas en ocho idiomas modernos (inglés, español, hindi, suajili, chino antiguo, árabe, ruso y hebreo) y un mensaje corto en la parte superior en cuatro escrituras antiguas.

El mensaje en español consta de 31 líneas con 10 frases o "mandamientos", siempre los mismos en cada idioma. ​Hay un mensaje más corto en escritura cuneiforme babilónica (norte), griego clásico (este), sánscrito (sur) y en jeroglíficos egipcios (oeste): "Que éstos sean los principios de una Edad de la Razón".

* MANTENER LA HUMANIDAD A MENOS DE 500.000.000 EN EQUILIBRIO PERPETUO CON LA NATURALEZA

* GUIAR SABIAMENTE A LA REPRODUCCIÓN MEJORANDO LA CONDICIÓN Y DIVERSIDAD DE LA HUMANIDAD

* UNIR LA HUMANIDAD CON UNA NUEVA LENGUA VIVIENTE

* GOBERNAR LA PASIÓN – LA FE – LA TRADICIÓN – Y TODAS LAS COSAS CON LA RAZÓN TEMPLADA

* PROTEGER A LOS PUEBLOS Y NACIONES CON LEYES IMPARCIALES Y TRIBUNALES JUSTOS

* PERMITIR A TODAS LAS NACIONES QUE SE GOBIERNEN INTERNAMENTE RESOLVIENDO LAS DISPUTAS EXTERNAS EN UN TRIBUNAL MUNDIAL

*EVITAR LEYES MEZQUINAS Y FUNCIONARIOS INÚTILES

* BALANCEAR LOS DERECHOS PERSONALES CON LAS OBLIGACIONES SOCIALES

* VALORAR LA VERDAD – LA BELLEZA –EL AMOR BUSCANDO LA HARMONÍA CON EL INFINITO

* NO SER UN CÁNCER EN LA TIERRA. DEJARLE ESPACIO A LA NATURALEZA. DEJARLE ESPACIO A LA NATURALEZA

lunes, 18 de mayo de 2020

Mística de la realidad

Un enfoque posreligioso de la trascendencia puede encontrarse en el budismo de Sri Aurobindo, que integra y reinterpreta toda la tradición filosófica occidental y oriental. El término místico aparece en Esquilo y en Herodoto, en el siglo V.º a. C.  Es "un saber no sabiendo / toda ciencia trascendiendo", que engloba e integra a los otros saberes: los incluye porque no es una lógica cognitiva (todas las lógicas, desde la bivalente a la plurivalente, más exacta y menos lineal, se fundan en el tiempo y en la causalidad): para el místico no hay tiempo, puesto que incluye todos los tiempos en un solo ser / no ser, o por decirlo de otra manera, en este tipo de tiempo no tiempo del místico todo es circular y quedar quieto en uno: el futuro fue/es/será pasado. En la película La llegada de Denis Villeneuve esa idea es persistente. "El místico flota y nada donde el psicótico se ahoga". Ese es el principio fundamental de la magia blanca o misticismo, el que formuló Anaxágoras: Todo está en todo

San Juan de la Cruz:

Tres personas y un amado / entre todos tres había / y un amor en todas ellas / y un amante las hacía. / Y el amante es el amado / en que cada cual vivía; / que el ser que los tres poseen / cada cual le poseía, / y cada cual de ellos ama / a la que este ser tenía. / Este ser es cada una / y este solo las unía / en un inefable nudo / que decir no se sabía / por lo cual era infinito / el amor que las unía.

La vida está fuera de la materia, y el alma también, a nuestro alrededor, pero no en el cuerpo, que es solo su instrumento por medio de la conciencia. Y lo único que da sentido y esencia a todo es el amor y su versión material, el bien, "que mueve al Sol y a las demás estrellas".

lunes, 11 de enero de 2016

Cómo se generan los factoides, las leyendas urbanas y las teorías conspirativas según el filósofo Karl Hepfer

Patricio Pron, "No fue Lee Harvey Oswald. El filósofo alemán Karl Hepfer plantea un estudio crítico del auge y popularidad de las versiones que persiguen manipular la realidad", en El País,  10-I-2016:

Todo el mundo sabe que los atentados en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, fueron perpetrados por los servicios secretos estadounidenses, pero resulta difícil averiguar quién es ese “todo el mundo” y, más aún, a qué se denomina aquí “saber”. En un libro publicado recientemente, el filósofo alemán Karl Hepfer se pregunta ambas cosas en relación al auge de las teorías conspirativas en Europa, y responde que se trata de “modelos de interpretación de la realidad simplificados”, intentos de regresar a un estadio anterior de nuestra cultura en el que la realidad supuestamente era sencilla de comprender, y los actores, buenos o malos. Así, el presidente norteamericano John F. Kennedy (bueno) no habría sido asesinado por un paranoico llamado Lee Harvey Oswald, sino en realidad por la mafia, por el Gobierno cubano o por el vicepresidente Lyndon B. Johnson (malos), según las versiones.

Para el historiador alemán Dieter Groh las teorías conspirativas son una “constante antropológica” a lo largo de la Historia.

El libro de Hepfer, Teorías conspirativas: Una crítica filosófica de la sinrazón (Transcript), presenta, sin embargo, algunos problemas. Uno es que soslaya el hecho de que la nostalgia de un mundo más “simple” de comprender y el consiguiente auge de las teorías conspirativas, no son algo reciente. En el año 64, por ejemplo, un gran incendio en Roma fue atribuido a los cristianos para justificar su persecución. En 1312, el rey francés Felipe IV acusó de prácticas heréticas y sodomía a los templarios para eximirse del pago de una importante deuda económica que había contraído con ellos. Durante la Edad Media, se acusó a los judíos de beber la sangre de niños cristianos y de envenenar las fuentes para desatar la peste. Más adelante casi todo acontecimiento político de relevancia fue atribuido a una conspiración de alguna índole. Así, la disolución de la orden jesuitica habría sido la respuesta a un supuesto intento de asesinato de la reina de Inglaterra para reinstaurar el catolicismo y convertir a un Habsburgo en rey de Estados Unidos; detrás de la Revolución Francesa y el auge de los nacionalismos habrían estado masones e Illuminati; y la derrota alemana en la I Guerra Mundial habría sido producto una conspiración de socialdemócratas y judíos. También la Revolución Rusa, la propagación del VIH-Sida y la crisis de los refugiados tendrían una trama secreta. Para el historiador alemán Dieter Groh las teorías conspirativas serían, en ese sentido, una “constante antropológica” a lo largo de la Historia.

El otro problema del libro de Hepfer es que sostiene que las teorías conspirativas serían un modelo simplificado de interpretación de la realidad, un argumento que la complejidad de ciertas teorías parece desmentir. Piénsese, por ejemplo, en las del británico David Icke, quien afirma que el mundo estaría siendo controlado por una alianza de judíos e Illuminati, los cuales serían extraterrestres “reptiloides” dirigidos por la familia Rothschild. Esta teoría no sólo es absurda —una afirmación que se enfrenta a la popularidad de su autor y de los foros dedicados a su trabajo—, sino también extremadamente complicada. ¿No es más sencillo pensar que son la desigualdad económica y política y la concentración de poder los responsables de las catástrofes del presente?

Naturalmente, la respuesta es que no. Las teorías conspirativas proponen (a pesar de su complejidad) un modelo de interpretación más simple y más atractivo de la realidad para ciertas personas porque articulan procesos económicos, políticos y demográficos simultáneos y de gran complejidad en un relato coherente. Vivimos, sostiene Hepfner, en el mundo del “Logos destruido”. Y esto equivale a decir, como hace el británico John Higgs en su excelente Historia alternativa del siglo XX: Más extraño de lo que cabe imaginar (Taurus), que vivimos en una realidad desasosegante en la que —al menos desde la Teoría de la Relatividad— debemos aceptar que estamos imposibilitados para ofrecer una explicación racional, absoluta y libre de paradojas de cómo funciona el mundo.

En ese sentido, el auge de las teorías conspirativas no sólo se apoyaría en una intencionalidad deliberada —como la que llevó recientemente a que, en el marco de las elecciones españolas, regresasen las teorías conspirativas acerca de los hechos trágicos del 11 de marzo de 2004 en ciertas televisiones—, sino en la necesidad humana —la “constante antropológica” de Groh— de articular los hechos en series y estas series en relatos, como pondría también de manifiesto la popularidad de las ucronías literarias en las que se especula con la pregunta acerca de qué habría pasado si, por ejemplo, Alemania hubiese ganado la II Guerra Mundial.

Existe, por supuesto, una diferencia entre especular literariamente con la posibilidad de un triunfo nacionalsocialista en 1945 —lo hicieron Philip K. Dick y Philip Roth, entre muchos otros— y creer que ese triunfo tuvo lugar, efectivamente y de forma secreta, por ejemplo, a través de la influencia que las empresas alemanas ejercen en la economía mundial. Pero esa diferencia sólo existe en relación con lo que hacemos con ambos tipos de relatos. Los dos comparten, sin embargo, un fondo de miedo y de perplejidad. Si las teorías conspirativas funcionan, lo hacen debido a ese fondo común, como prueban la popularización tímida pero constante en la Red de versiones conspirativas de lo sucedido en París el 13 de noviembre de este año. Son la dificultad de comprender que alguien pueda desplazarse armado por una ciudad como París y el miedo a que todo ello se repita, en la capital francesa o en cualquier otra parte, los que impulsan la creación anónima de explicaciones que a muchos no les parecen más implausibles que las que ofrecen la prensa y el Gobierno.

 David Icke afirma que el mundo estaría siendo controlado por una alianza de judíos e Illuminati, los cuales serían extraterrestres “reptiloides” dirigidos por la familia Rothschild
Bajo la impresión de hechos conmovedores —el asesinato de un presidente, por ejemplo— es más fácil creer en una conspiración antes que en la acción individual. Lo que las teorías de este tipo evidencian es que lo primero que se pierde bajo esa impresión es la capacidad del individuo de formarse un juicio crítico: es bueno pensar que ese juicio podría ser estimulado con más y mejor educación. Pero esto también es discutible, como pone de manifiesto la proliferación de teorías conspirativas durante el siglo XX. A ese siglo, nos recuerda Higgs, le debemos dos neologismos que lo describen bien, “racismo” y “genocidio”, y es nuestra responsabilidad individual en relación con ambos lo que explica el auge de la teoría conspirativa, que permite que los “malos” sean, por una vez, los otros.

miércoles, 15 de julio de 2015

El estudio de la muerte

Me interesa la muerte, porque no hay misterio más hondo ni soslayado que ese; nadie habla de ello si lo puede evitar. Al menos eso parece, porque Freud descubrió en 1920 que existe en nosotros una pulsión de muerte que hace a muchos buscar una serenidad anterior a la vida rondando la autodestrucción o, secundariamente, haciéndola caer sobre los demás, al estilo Hítler; mucha gente no quiere ser feliz sino estar definitivamente tranquila. Esa es su felicidad: una regresión.

Pero quien mejor ha rondado la muerte y sus consecuencias humanas creo que ha sido la psiquiatra suiza Elisabeth Kübler-Ross. Su profundo estudio ha ayudado a mucha gente a llegar en buenas condiciones a este trance e incluso con alguna curiosidad, como don Rodrigo Manrique. En 1969 describió las cinco etapas que afronta cualquier persona cuando tiene que aceptar lo inaceptable: el fin de todo lo que conoce, incluso su yo:

1. Negación (pero la palabra que mejor lo define es incredulidad o rechazo): "Esto no está pasando". "Se confunde, esto no me pasa a mí, debe referirse a otro". Es un muro temporal y no contendrá el tsunami emocional. De ahí se pasa al asombro: "¿Cómo es posible?"

2. Y a la ira: ¿Por qué a mí? ¡No es justo! El afectado reconoce que la negación no puede continuar y siente ira, envidia, resentimiento y hosquedad por los que no están en su caso, gozan de la vida o tienen un futuro.

3. Negociación. Hay que "vivir" con "eso" como sea. La víctima hace planes para demorar lo inevitable y lograr conseguir al menos algunos de los objetivos que tenía: ver a sus hijos "colocados" o "casados", y busca maneras de aplazar un tiempo lo inevitable. En esta etapa se busca a un poder superior, Dios o como se llame, en que poner esperanzas para conseguir alguna transacción que reporte mutuo beneficio: "Cambiaré de vida", "dejaré de fumar", "me uniré a ese tratamiento tan prometedor..."

4. Depresión. Nada tiene sentido ya ni objetivo: fui un tonto si no me di cuenta antes, cuando andaba en persecución de cosas que si lograba luego sustituía por otras. ¿Para qué ya nada? Se plantean ideas de suicidio ¿por qué seguir? acelerando la venida de lo inevitable. En esta etapa se empieza a conocer verdaderamente el significado insoslayable que tiene la muerte. El individuo pierde todo interés en hablar y relacionarse y lo observa todo con abandono; pasa mucho tiempo llorando y lamentándose. La persona moribunda experimenta la soledad con mayúsculas. Y desconecta todo sentimiento de amor y afecto. Por esta etapa se debe pasar: hay que sufrir... pretender alegrar a una persona que se encuentra en este trance es contraproducente: proporciona más sinsentido y angustia.

5. Aceptación. El más noble de los sentimientos, la resignación. Y, después, prepararse para lo inevitable como hacían los estoicos. No hay solución, no hay remedio, o, como dice Manrique "Y consiento en mi morir / con voluntad placentera / clara y pura, / que querer hombre vivir / cuando Dios quiere que muera / es locura" Contra la realidad no se puede luchar: esto tiene que ocurrir. Se depone todo sentimiento y dolor... Pero, en el caso de don Rodrigo Manrique, se siente incluso una cierta curiosidad...

No todos atraviesan por todas estas fases ni en este orden; algunos, incluso, ni se enteran porque no quieren enterarse: son típicamente infantiles e inmaduros, como esos políticos que entierran repetidamente su cabeza de avestruz. La película Empieza el espectáculo de Bob Fosse expone muy bien estas fases terminales, bordeando en muchos aspectos Ocho y medio de Fellini; ¿qué diré también de esas dos obras maestras de Ingmar Bergman, El séptimo sello, con todas esas diversas posturas ante la muerte, y Fresas salvajes, con ese profesor de medicina que no puede curarse a sí mismo? "Escriba usted el primer deber de un médico". En otra película, Sin perdón, el guionista hace un trabajo magnífico cuando hace hablar a William Munny cuando se enfrenta a la pérdida de su único amigo: atraviesa las bien definidas fases de Kübler Ross. En realidad, se atraviesan ante cualquier idea inaceptable. Y hacen madurar: quienes han estudiado la muerte han averiguado que tras pasar por ese trance... y sobrevivir por cualquier chiripa, se es mejor persona. Quizá los políticos tendrían que pasar por el trance; igual hasta nos gobernaban mejor... aunque lo que recomendaba John Lennon era que les dieran un chute de LSD. Un viaje (bueno o malo) a la tierra de la plena consciencia ofrecía, según él, unos resultados muy parecidos. En realidad, todo esto es muy antiguo: los libros de los muertos tibetanos y egipcios, el poeta roano Lucrecio, las consolationes de los estoicos, el Ars moriendi medieval y los doctores Raymond J. Moody y Eben Alexander ya han hablado mucho y muy bien de todo esto, por no hablar de todas las mitologías y religiones: sería cuento de nunca acabar.

Pero sí añadiré que hay una venganza póstuma contra la muerte; tiene que ver con lo que los budistas descubrieron: que no puede morir lo que no existe, pues no hay un yo, al menos un yo único. Se encuentra en el tópico literario opuesto a toda la siniestra ringlera del ubi sunt?, vanitas vanitatum, omnia mors aequat, memento mori, quotidie morimur, tempus fugit... Es Non omnis moriar: "No todo morirá", ni el arte, ni los buenos hechos perecerán nunca. Los hijos que uno deja y conservan su recuerdo y sus virtudes, porque amaron y respetaron a sus padres; las buenas acciones que liberaron del sufrimiento a la gente... todos esos actos condenan a muerte a la Muerte. ¿A que en vuestra memoria hay gente a la que gusta recordar y que nunca olvidaréis? ¡Qué digo! ¿No perdura el nombre de don Rodrigo Manrique no ya en el poema con que salvó su memoria de héroe al par que la suya como artista su hijo Jorge, sino en la localidad que fundó y repobló: Villamanrique? Es significativo el final de las Coplas, cuando el maestre Rodrigo muere rodeado de toda la gente que le quiere y aprecia: "Dejonos harto consuelo / su memoria". Fundar Villamanrique fue algo bueno: "Murió el hombre, más no murió el su nombre". Y unos versos de su honorabilísimo tío Gómez Manrique, alcalde de Toledo, todavía permanecen indelebles en un pilar del Ayuntamiento de Toledo, proponiendo lo correcto por encima de cualquier otra consideración (otra cosa es que le hicieran caso):

Nobles discretos varones
que gobernáis a Toledo,
en aquestos escalones
desechad las aficiones,
codicias, amor y miedo.
Por los comunes provechos
dexad los particulares.
Pues vos fizo Dios pilares
de tan riquísimos techos,
estad firmes y derechos.

En una época de nihilismo y sinvergonzonería donde lo único que importa es el ego y sus poco variadas variedades, conviene recordar lo que los castellanos antiguos llamaban honor, hidalguía, nobleza, dignidad. Es lo único que puede hacernos llegar a la muerte tranquilos. Lo único que puede transformar a la muerte en una plenitud. Lo único que puede hacernos vivir después. Dixi.

domingo, 31 de octubre de 2010

Misterios sin resolver.


1. El manuscrito Voynich, que parece, o bien una estafa elaborada por un genio del siglo XVI, o un grimorio escrito en una de las lenguas de Tlön que desconcierta a los criptógrafos.

2. Quiénes fueron realmente Jack el Destripador y el Asesino del Zodiaco.

3. Si Isabel la Católica envenenó o no a su primer marido.

4. Si el MI5 estuvo realmente implicado en el asesinato de Rasputin.

5. Si Fernando VII era realmente hijo de su padre.

6. La traducción del etrusco.

7. Qué pasó realmente en el reinado de Witiza

8. La ubicación de la tumba de Alejandro Magno.

9. Atar los cabos sueltos de Lost.

10. De dónde vienen las Caras de Belmez.

11. Dónde se halla el cadáver de Lorca.

12. Si persiste la conciencia después de la muerte física.